El 23 de marzo de 1969, Octavio Chirca llegó desde Rumania a Buenos Aires como inmigrante. Él tenía 22 años, un título de ingeniero agrónomo con un 10 como calificación final, una maleta y el deseo de buscar un mejor horizonte. Cincuenta y cuatro años después, en Mendoza, Chirca es el supply técnico de asesoramiento y comercialización de insumos y servicios para la industria, con una sede de 33.000 metros cuadrados de superficie en Luján de Cuyo.
“Estamos inaugurando en esta primera etapa los galpones 1 y 2, 3 y 4, el proyecto que está en ejecución contempla 10 más”, explica Juan Chirca, director y segunda generación de una empresa familiar con 45 años de historia. “Esta empresa la iniciaron mis padres en 1978 y nos vemos como un supply técnico del mundo a la industria. Somos una empresa familiar que se proyecta hacia adelante y así lo vivimos, felices de hacerlo en una Argentina, que, si bien necesita un montón de cosas, también brinda muchas oportunidades. Y preferimos elegir ver esas oportunidades y trabajar sobre lo que podemos llegar a hacer”.
En el marco de esta celebración, Juan habló con Los Andes sobre la empresa, las actuales perspectivas de la industria, las inversiones que proyectan y su enfoque sobre la minería.
-¿Cómo están leyendo la industria del vino después de un año difícil?
-El 50% de la empresa es vitivinícola y en función de eso vemos que la vitivinicultura tiene muchos desafíos, pero creo que tenemos una oportunidad en la medida en que terminen las restricciones para salir al mundo. El producto es world class, es reconocido a nivel mundial. Es competitivo con tantas trabas y restricciones, por lo cual en la medida en que se liberen algunas de ellas y se pueda fluir tenemos un potencial enorme. Lo vemos porque las empresas con las que trabajamos están invirtiendo más allá de lo esperado, porque están viendo que hay un futuro mejor, que hay potencial. Nosotros tenemos que estar a la altura como proveedores, estar cerca... entendiendo qué es lo que necesitan, qué es lo que tenemos que hacer para que ellos tomen velocidad. Argentina no es un lugar fácil, pero si le encontramos la vuelta creo que podemos tomar mucho ritmo.
-¿Cómo es el mercado de Chirca en Argentina? ¿Cómo es la proyección de negocios?
-Trabajamos en las industrias de mayor oportunidad competitiva como la vitivinícola, pero también en la Minería que necesitamos para desarrollar la transición hacia la energía verde, porque sin minería no hay oportunidad de salir del problema climático que genera la combustión del petróleo. En la industria de los Alimentos, sabemos que en 20 años el mundo va a tener que darle de comer a 11.000 millones de personas y que Argentina es un productor de alimentos; en la medida en la que trabajemos para potenciar la capacidad de producción vamos a tener oportunidad de negocio. Hay proveedores en el mundo que quieren trabajar en Argentina y necesitan, de alguna manera, un traductor que les decodifique a veces la forma de hacer negocios aquí... y queremos ser ese socio.
-En el contexto que se vive en Argentina, ¿han tenido problemas con las importaciones?
-Somos el eslabón más frágil de la cadena. Si se nos corta la importación empieza a faltar alimentos porque somos proveedores de Arcor, AGD, Cargill, Bunge... todos productores de alimentos básicos. Si se corta la importación se puede cortar la cadena de producción de alimentos. No hemos tenido problemas más allá de los que tienen todos, pero realmente creemos que para ser el país que necesitamos ser y poder generar las exportaciones que necesitamos generar, tenemos que tener más fluidez en las importaciones y tener el mercado más ágil. Tenemos mucho sobrecosto, generamos sobrecosto a la cadena. No es fácil.
-¿Hasta dónde se banca esta situación actual del dólar?
-La verdad que nos hemos puesto el objetivo de agarrarnos fuerte de la mano con ciertos grupos, clientes y organizaciones para compartir el esfuerzo de ir hacia adelante. Tenemos que pasar este momento. Estamos esperando un enero y febrero diferente, mientras tanto, tenemos que llegar de pie, mostrar que seguimos invirtiendo, que seguimos confiando y haciendo esfuerzos. Como mínimo es un mensaje para nuestros clientes, para nuestros proveedores y para nuestros equipos. Porque el equipo de gente para nosotros es muy importante y queremos que vean que ese esfuerzo lo estamos haciendo juntos.
-Volviendo al tema de la inauguración hablabas de 10 etapas ¿En qué consisten?
-El proyecto es ser una cadena de valor para nuestros proveedores o para nuestros clientes. En el camino, nos sucedió con Parsec, atendemos sus necesidades. Esta empresa italiana, con la que trabajamos desde hace más de 10 años, necesitaba de un espacio de calidad y envergadura para desarrollar su tecnología y toda la innovación que hoy está instalando en Argentina. Entonces, construimos una nave para ellos. La idea es seguir proyectando, queremos ser una última milla, digamos, eficiente y ágil para los proveedores que vienen del mundo y que necesitan de un espacio para poder almacenar sus productos o para generar transformaciones. Pretendemos que sea un hub de servicio, de logística. El negocio va a ir encontrándose en el camino y nosotros somos una empresa de servicio, tenemos que encontrar lo que signifique servicio para el desarrollo de nuestros clientes y proveedores.
-¿Qué es la tecnología Parsec?
-Esta tecnología ha venido a cambiar muy fuerte el potencial de producción de las bodegas. Realmente, la automatización y control ha venido a revolucionar la capacidad y velocidad para generar calidad en los vinos. Con Parsec tenemos un caso de éxito, de cómo si le acercas la tecnología correcta a la bodega, mejorar sus procesos de producción. Primero, porque la bodega tiene vocación de inversión y de desarrollo; segundo, porque tiene una oportunidad de generar competitividad muy rápido. Nosotros estamos llegando con productos completamente automáticos para atender procesos que antes se hacían de manera manual, hay un ahorro del 50% de tiempo y 50% de energía. Estos equipos garantizan que la inversión sea de retorno rápido. Hoy la tecnología está dando esa oportunidad y nosotros estamos acompañándola para que se desarrolle en la Argentina.
-¿Cómo se puede hacer esto? ¿Cómo se puede trabajar?
-Somos mineros desde 1997, trabajamos en todos los proyectos de oro y plata en Argentina. Son proyectos que se desarrollan con éxito en Santa Cruz, en San Juan. Somos proveedores de todas esas empresas. Entendemos cómo hacen su trabajo de manera profesional y bajo control por la misma necesidad que tienen de estar bajo control. Son compañías multinacionales que no tienen la oportunidad de hacer las cosas de manera diferente en el país al que llegan. Es una industria en la que, como en todas, hay diferentes niveles de contaminación, pero creo que realmente sin minería no hay transición posible hacia la energía verde y esto es un hecho. Sin cobre o sin litio, no vamos a poder salir del carbono, no vamos a poder bajar la huella de carbono.
-¿No hay choque con la agricultura?
-No tiene que haber choque con la agricultura, tiene que ser algo planificado. En el caso de Malargüe, por ejemplo, si no tiene viticultura ¿no tiene oportunidades? ¿Por qué no se puede hacer minería de manera consensuada? ¿Por qué Australia es exitoso? ¿Por qué Canadá es exitoso? ¿Por qué países desarrollados son exitosos? Yo creo que tiene que ver con la garantía de control, tiene que ver con la garantía de las cosas que se hacen de manera seria, profesional. Sin la aprobación social, entiendo que es muy difícil poder hacer minería, pero creo que tarde o temprano nos va a tener que caer la ficha de que si no, no vamos a poder hacer ese tránsito hacia la energía verde. Yo creo que está relacionado con la necesidad de control, con asegurar que las acciones se lleven a cabo de manera seria y profesional. Personalmente, creo que en la minería hay un camino importante para Malargüe.
¿Quién es Juan Octavio Chirca?
Desde 2006 ocupa el cargo de Director en OVC Sociedad Anónima, siendo responsable de las operaciones en la región de Cuyo y de la División de Enología. Es ingeniero Industrial, graduado de la Universidad Austral, donde formó parte del equipo de Rugby e incluso realizó un intercambio estudiantil con la Universidad de Navarra (España). Además, cursó sus estudios de administración en el IAE Business School. Es miembro del Concejo Empresario Mendocino (CEM) y, desde 2012, trabajo como voluntario en la asociación de Papás con Síndrome Down (ASDRA). También es el presidente de la Asociación Down de Mendoza (ADOM) desde 2015.