Los datos más recientes del INV sobre exportaciones muestran que, en febrero, las ventas al exterior de vinos fraccionados crecieron un 22,3% en comparación con el mismo mes del año pasado. En los dos primeros meses de 2021, además, los envasados acumulan un crecimiento en volumen del 12%. En cambio, los vinos a granel registran una caída, en este bimestre, del 66%, ya que se ha reducido drásticamente la oferta exportable.
En la comparativa interanual, se puede observar que en febrero de 2020 se exportaron 130.858 hectolitros de vino fraccionado, mientras el mes pasado se despacharon al exterior 160.074 hectolitros, lo que se traduce en ese crecimiento del 22,3%.
En cuanto al tipo de vinos, los que tuvieron un incremento más marcado en las ventas a otros países fueron los genéricos (+46,2%), aunque representan apenas un 13% del total. Los varietales, por su parte, crecieron un 19,4% y tienen una participación de 85% en el volumen exportado. Un dato a destacar es que, si bien las ventas de espumantes se vieron afectadas por la pandemia, sobre todo en los primeros meses, de cuarentenas más estrictas, en febrero tuvieron una variación positiva de 5,5%.
Al momento de analizar el tipo de envase, el que tuvo un mayor incremento, al comparar el segundo mes de 2020 y de 2021, es el tetra brik. Subió un 38,2%, con lo que pasó de alcanzar el 6% del volumen total exportado al 6,8%. La botella, en tanto, creció un 21,5%, de manera que su participación bajó del 93,1% al 92,5%. El bag in box también se incrementó, pero apenas un 3,3%.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura va presentando, además, los datos acumulados en el año. En enero y febrero de 2021, con respecto al mismo período de 2020, las ventas al exterior de vinos fraccionados tuvieron una suba del 12%. Dentro del total, los genéricos aumentaron 30,8%, los varietales 9,6% y los espumosos 14,8%.
El valor FOB total también presenta un dato alentador, ya que ha tenido una recuperación, en el acumulado de enero y febrero, de 1,8% (se pasó de 120,8 millones de dólares a 123 millones), con una suba en el monto de las exportaciones de vino fraccionado de 8,3% y una caída de los graneles de 34,1%.
Cuando sólo se toma febrero, el crecimiento es aún mayor, ya que el valor FOB trepó 10,5% (de 57,7 millones de dólares a 63,7 millones), con un aumento del 17,6% en el valor de las ventas al exterior de fraccionados y un descenso de 31,1% en el de los graneles.
Los destinos con mayor crecimiento de las exportaciones de vino fraccionado, en volumen y valor, en lo que va de 2021, son Brasil (63,5% en hectolitros y 52,8% en dólares) y Paraguay (34,3% en volumen y 105,9 en valor FOB). Les siguen Estados Unidos (8,8% en litros y 0,7% en valor) y Canadá (3,8% en volumen y 6,4% en dólares). En cambio, el Reino Unido ha tenido una caída de 5,3% en los hectolitros y de 8,1% en el valor FOB.
El titular del INV, Martín Hinojosa, comentó que lo importante es que está aumentando la exportación de valor agregado, ya que cuando se vende al exterior vino embotellado se incluye también el vidrio, el corcho, la etiqueta, la caja; lo que implica el trabajo de mucha gente.
Sin restar mérito a la comercialización de graneles, señaló que se trata de un mercado infiel, que básicamente mira el precio, mientras que el fraccionado involucra un negocio de marca, en el que es más difícil entrar, pero también que saquen a quien logró ingresar.
Hinojosa destacó además que se está vendiendo a mejores precios, lo que otorga sustentabilidad. En cuanto a los dos destinos con mayor crecimiento en volumen y valor FOB, Brasil y Paraguay, detalló que con las autoridades del primero tiene reuniones mensuales en las que se ha ido trabajando en la documentación solicitada, de manera de facilitar las ventas al vecino país.
El informe del INV plantea que la caída de 66% en las exportaciones de vinos a granel, en el primer bimestre de 2021, responde a la falta de oferta exportable, por los reducidos stocks disponibles, por lo que se está a la espera de la nueva cosecha.
Alejandro Ballarini, gerente de la Cámara Argentina de Vinos a Granel, explicó que la baja en las estadísticas está relacionada con que los stocks se ordenaron, los precios se tonificaron y ya no se puede realizar cierto tipo de negocios. En cambio, en 2019 y 2020, se exportaron grandes volúmenes de vinos genéricos para hacer destilados porque se lograron precios muy competitivos.
Ballarini agregó que este año ya no se da esa situación, porque se redujo el stock y mejoraron los precios en el mercado interno, lo que hace que se haya perdido un poco de esa competitividad. Pese a eso, señaló que las ventas al exterior de graneles en los primeros meses del año son interesantes y, de sostenerse el ritmo, se podría alcanzar la meta de exportar entre 120 y 150 millones de litros al año.
La Cámara Argentina de Vinos a Granel, recordó, nació hace un par de años con el objetivo de contribuir a la estabilidad del mercado interno, a partir de la exportación de sobrestocks vínicos. Si bien esto depende mucho de la oferta y la demanda, tienen un proyecto de crear una estructura para formalizar el negocio, no ya de la venta al exterior de vinos genéricos para elaborar destilados, sino destilados elaborados en el país para despachar el alcohol vínico. Para eso, tienen previsto trabajar con productores integrados, que destinarían su producción a este mercado. Esto permitiría diversificar la matriz exportadora de la vitivinicultura.
Sobre las cosechas más acotadas de los últimos años, Ballarini comentó que, mientras se mantengan producciones anuales por encima de los 21 millones de quintales, el sector contará con un volumen suficiente para sostener las exportaciones de granel. La meta es que sean diversificadas y más orientadas hacia los varietales. No sólo malbec, sino empezar a posicionar también torrontés, chardonnay, syrah y bonarda; de la mano de la promoción conjunta que comenzaron a realizar con Wines of Argentina.