El comportamiento en los 125 países a los que Argentina exporta fue muy dispar durante el año pasado. Aunque sigue siendo el principal destino, en Estados Unidos los despachos disminuyeron un 6,6% en facturación (dato correspondiente al período enero-noviembre), mientras que países como Reino Unido y Brasil tuvieron un importante crecimiento, con 9,8% y 14,7%, respectivamente, según estadísticas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El top 5 de destinos lo completan Canadá (se mantuvo estable en facturación) y Países Bajos, donde Argentina logró un crecimiento del 24,7%.
Ramiro Barrios, director de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina (BdA), consideró que 2020 fue un año en el que Argentina tuvo dos componentes muy importantes que hacía mucho no tenía. “Por un lado, mucho stock de vino de buena calidad; por el otro, un precio muy competitivo a raíz de la devaluación de nuestra moneda, con precios en dólares que fueron probablemente los más bajos en los últimos diez o quince años. Esto llevó a que muchas bodegas se inclinaran por la exportación a granel, algo que provocó un gran salto”, sostuvo.
Para Carlos Fiochetta, gerente general de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), “el indicador común ha sido la incertidumbre”. En este sentido, resaltó que es difícil hacer un análisis global, ya que cada país afrontó la pandemia de coronavirus de una manera diferente y las condiciones de compra de vino argentino fueron distintas.
“En un año tan atípico, sí creo que Argentina estuvo bien preparada para levantar su cosecha cuando comenzó la pandemia en el país. Las variables estructurales del sector estuvieron en línea en términos de stock y las ventas empezaron a responder. Los precios tuvieron una respuesta y eso hizo que se pudieran aumentar las ventas tanto en el mercado interno como externo”, resaltó sobre la buena performance argentina.
Ante este panorama, Fiochetta consideró que hubo un factor transversal, que fue el cambio de hábitos de consumo. “En todo el mundo la gente pasó más tiempo en la casa y el vino se convirtió en una especie de salida a la hora de darse un gusto”. explicó Fiochetta.
Caso por caso
Tomando como referencia los tres principales destinos (Estados Unidos, Reino Unido y Canadá), que implican más de un tercio del total de las exportaciones argentinas, Ramiro Barrios analizó algunos de los motivos que llevaron a las cifras de 2020.
Empezando por Estados Unidos, donde Argentina vendió 609.668 hectolitros, un 7,8% menos que en 2019, la caída se explica principalmente en la disminución de las exportaciones de vino a granel. “En general, durante la pandemia, hubo un aumento de consumo, y aunque el vino argentino no se ubicó entre los primeros puestos, mantuvo sus niveles en fraccionado. El retroceso en Estados Unidos tiene que ver con la caída en granel. En este destino, los grandes importadores son las grandes marcas y el hecho de que hayan importado menos vino a granel está vinculado a decisiones previas a la pandemia”, manifestó el representante de Bodegas de Argentina.
En el caso de Reino Unido (35,8%), Barrios explicó que “hay algunas marcas argentinas que han sido muy exitosas, con crecimientos muy importantes en Inglaterra. Eso explica el aumento de las exportaciones, sobre todo en granel, en ese destino. El vino fraccionado también ha tenido un balance positivo, lo que redondea un buen año”, afirmó.
En tanto que en Canadá (creció 27,3% en volumen), la mayor parte de lo exportado se los llevó el vino a granel, con 309.665 hl. Conforme a lo expresado por Barrios, este aumento podría corresponder a que hay mucho vino argentino que se exporta a Canadá y se termina vendiendo como vino canadiense. “Hay bodegas que importan vino, lo fraccionan y no necesariamente declaran que es vino de Argentina”, apuntó.
Cifras generales
Las sensaciones de un buen año para el vino argentino durante 2020 se ven ahora respaldadas por las cifras oficiales. Según el informe de exportaciones del INV, en el período enero-diciembre Argentina exportó un 26,7% más que en 2019. El vino fraccionado tuvo un crecimiento del 5,7%, en tanto que el granel experimentó una suba del 59,8%.
No obstante, si bien hubo un aumento en el volumen, se registró una baja en el costo del producto, ya que el valor FOB disminuyó un 1,2%. Sin embargo, esa cifra es positiva en comparación al promedio mundial, donde la caída estimada fue del 5,8%.
Otro dato alentador para la industria nacional es que Argentina fue uno de los cuatro países que lograron aumentar el volumen, liderando la lista por encima de Italia, Nueva Zelanda y Portugal.
Además, 2020 marcó el volumen más alto de exportaciones de los últimos doce años, con la comercialización de 395 millones de litros, 83 millones más que en 2019, de los cuales, 202 millones correspondieron a fraccionado y 193 millones a granel. Estos números le permitieron quedar en el octavo lugar en fraccionados y en el sexto a granel en el ranking de países exportadores, conforme a los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV).
Brasil y el beneficio de la devaluación
Una vez más, Brasil se posicionó como el principal comprador de vino argentino en América Latina con 241.989 hectolitros comercializados en 2020, todos correspondientes a vino fraccionado.
“Para Brasil, la exportación del vino a granel no existe por los altos impuestos que rigen por los acuerdos del Mercosur. Todo el crecimiento se da en vino fraccionado y probablemente tiene múltiples causas. Por un lado, 2019 fue un año bastante bajo y en 2020 se vieron niveles de recuperación en este mercado. Eso va de la mano de una mayor competitividad de Argentina por el tipo de cambio. Por otra parte, hay algunas empresas en Brasil que se volcaron al consumo on line, con dos o tres grandes jugadores en este canal, pero también los importadores aumentaron mucho este tipo de ventas”, destacó el director de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina.
Pese al buen presente, estos números no le alcanzaron a Argentina para ser el principal exportador dentro de Brasil. “Aún así estamos lejos de Chile, el principal exportador allí”, añadió Ramiro Barrios.
Carlos Fiochetta, de Coviar, sumó otro factor: “Durante la pandemia, en Brasil se dio un aumento importante en el consumo per cápita, con un crecimiento de casi el 50%, llegando a alrededor de tres litros anuales. Con esto Argentina se vio beneficiada”.