Después de que se anunciara que se iba a suspender la ley de alquileres, lo que no pasó de ser un anuncio, y de que en mayo la actualización, para quienes cumplieron un nuevo año de contrato, fuera del 96%, la oferta de departamentos y viviendas para el mercado de locación sigue siendo muy baja. Esto provoca que los precios suban y ronden, en la provincia, en los $50 mil por un departamento de una habitación y los $90 mil para uno de dos dormitorios. Los mendocinos deben destinar, en promedio, casi un 40% del ingreso familiar para alquilar un espacio de un dormitorio.
La consultora Focus Market elaboró un informe para el Blog de Educación Financiera de Naranja X, en el cual relevaron cuánto cuesta alquilar un departamento de uno o dos ambientes en las principales ciudades del país y que porcentaje del ingreso de total familiar representa. Una familia argentina promedio destina alrededor del 35,8% de sus ingresos para alquilar en Córdoba, el 45,5% en General Roca, el 39,5% en Mendoza, el 36,6% en Paraná, en 35,9% en Rosario y el 38,9% en Tucumán.
Aunque la ciudad más cara para alquilar un departamento de un ambiente es Buenos Aires, porque se necesitan en promedio $80.000, también es uno de los lugares con mejores salarios -$246.238 de media-, por lo cual el alquiler representa menos de un tercio (31%) del ingreso promedio de los porteños. En cambio, en Santa Fe se deben pagar $75.000 mensuales, pero el ingreso total promedio es de $159.151, lo que hace que se necesite el 47,2% de los ingresos mensuales para alquilar. Para este análisis, se consideró el ingreso total familiar promedio de cada aglomerado urbano analizado en base a EPH-INDEC y ajustados por índice de salarios.
En General Roca se precisan $70.000 para alquilar un departamento de un dormitorio y en Paraná, $55.000; mientras que en Córdoba vale $51.571, en Mendoza $50.000; en Rosario, $48.000 y en Tucumán, alrededor de $45.000. En tanto, cuando se busca un departamento de dos ambientes, la ciudad argentina con el alquiler más alto es General Roca ($110.000). El ranking se completa con CABA, donde cuesta $100.000, Mendoza ($90.000), Tucumán ($89.571), Rosario ($89.000), Santa Fe ($88.500), Córdoba ($86.500) y Paraná ($55.000).
“Hoy, los precios de los alquileres son muy dispares. El mercado está constituido por montos que se fijaron a un valor muy bajo durante la pandemia y con nueva ley y los nuevos contratos que vienen con reajuste de precios y menor oferta en el mercado inmobiliario destinado al alquiler de vivienda. En muchos casos, han salido de la oferta para ponerlo en venta o destinarlo a alquiler temporario”, detalló Damián Di Pace, director de Focus Market.
Y sumó que, ante la baja oferta de inmuebles en alquiler, los inquilinos intentan renovar el contrato, aunque sea a un precio mayor al esperado, porque no encuentran un sustituto mejor en el mercado. Sólo los gastos de mudanza, resalta, representan entre tres y cuatro meses de alquiler, de acuerdo al caso. Es que se deben considerar el mes de depósito y el de alquiler, más los honorarios de la inmobiliaria y los gastos de sellado del contrato y certificación de firmas de inquilino y garantes. Además, el costo de la mudanza si se contrata un servicio.
Inquilinos endeudados
En noviembre, ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia) junto al CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), el Instituto de Geografía de la UBA, el CEUR-CONICET, la Escuela IDAES (Unsam) y la Red Contested Territories realizaron un relevamiento sobre la situación de los hogares inquilinos de la Ciudad de Buenos Aires y los partidos del Gran Buenos Aires. Encontraron que el pago del alquiler se lleva una porción cada vez más grande de los ingresos mensuales: más de la mitad de los hogares inquilinos sufren aumentos por fuera de lo que establece la ley y se endeudan para poder pagar.
Los resultados revelan una situación de precariedad económica y habitacional, que se profundiza en el caso de los hogares sostenidos por mujeres. Además, las cifras evidencian una creciente segmentación: un mercado de residencia permanente que funciona de manera cada vez más precaria, en paralelo a un mercado volcado al alquiler temporario, dolarizado, que crece.
La encuesta refleja que uno de los principales problemas socio económicos es el aumento de la incidencia del alquiler en relación a los ingresos. Hay un 6% más de inquilinos empleados que en el año 2021, pero lo que ganan alcanza cada vez para menos. A pesar de trabajar más, destinan una porción cada vez más alta de sus ingresos a pagar el alquiler. Mientras que en el 2021, el 24% de los hogares destinaba más de la mitad de sus ingresos, en 2022 esa proporción de hogares aumentó al 32%.
Esto también se refleja en los niveles de endeudamiento. El 63% de los hogares admite estar endeudado con familiares o particulares y la mayor parte de esa deuda es utilizada para pagar el alquiler. Los hogares cuyo principal sostén son mujeres están más endeudados en general, y en particular con familiares y amigos.
El mercado de alquileres de residencia permanente funciona de tal manera que ofrece soluciones habitacionales cada vez más precarias. El 35% de las personas inquilinas respondió que no alquila una vivienda completa, sino una habitación, y más de la mitad, lo hace sin contrato escrito. En paralelo, crece un mercado de alquiler de viviendas temporarias en dólares. Se trata de viviendas que dejan de estar disponibles para los residentes permanentes y presiona sobre las condiciones del conjunto de la oferta.