En el segundo trimestre cayó un 70% la cantidad de contenedores que llegaron al país

El principal motivo es la implementación de las SIRAy las Sirase, que ha dificultado los pagos al exterior de bienes y servicios. Preocupa el impacto en la economía.

En el segundo trimestre cayó un 70% la cantidad de contenedores que llegaron al país
La menor disponibilidad de contenedores, por la caída brusca de las importaciones, podría complicar las exportaciones, de mantenerse la situación en 2024

Entre enero y marzo de 2023, según datos del Indec recabados por ProMendoza, llegaron a los distintos puertos nacionales 156.778 contenedores, mientras que, en el segundo trimestre, ese valor cayó a apenas 46.418, lo que marca una disminución del 70%. Desde distintos sectores plantean que esto se debe a la implementación de las SIRA y las Sirase, que complicó aún más las importaciones, y reiteraron su preocupación por las consecuencias que esto puede tener en la producción.

Cuando la comparación se realiza con la cantidad de TEUs (contenedores de 20 pies o 6 metros) que ingresaron al país en 2022, se observa que, en el primer trimestre, la disminución fue del 20%. Sin embargo, al comparar el segundo trimestre, la caída se profundiza de modo marcado, ya que alcanza el 78%.

El gerente general de ProMendoza, Mario Lazzaro, señaló que se debe considerar que en 2022 hubo un volumen importante de importaciones, porque el tipo de cambio estaba atrasado y se preveía que iba a empezar a acelerarse la tasa de devaluación -esta semana, para cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional, se elevó al 14%-, por lo que muchas empresas adelantaron sus compras. Sin embargo, analizó que la caída es demasiado dramática para poder explicarse sólo por eso.

Lazzaro sumó que otro elemento que intervino fue la implementación de las SIRA, porque obligó a enviar un anticipo al exterior, pero en muchos casos el Banco Central no aprueba ese giro y esto significó una limitante importante. Por otra parte, sucede también que la entidad sí da la aprobación, pero cuando se cumplen los 180 días que hay que esperar para cancelar el total, no entrega el dinero porque no hay reservas.

Esto se tradujo en deudas comerciales que hoy superan los US$ 10 millones. Se trata de importaciones que se realizaron, pero, cuando el proveedor no recibió su pago, no volvió a enviar mercadería. Es decir que, aunque se obtengan la SIRA o la Sirase, no hay garantías de poder acceder luego al dinero.

El gerente de ProMendoza subrayó que la caída en el segundo trimestre de 2023 con respecto a los tres primeros meses del año es evidencia de que no se están aprobando importaciones. De hecho, indicó que, en el segundo trimestre, en los registros del Indec, no aparece el puerto Exolgan, que se encuentra en Buenos Aires y es donde funciona una importante empresa marítima, como si no hubiera operado; pese a que en el primer trimestre recibió 53.206 contenedores.

Y sumó un elemento más que puede estar explicando este panorama complejo: quienes compran hoy no saben a cuánto van a pagar el dólar cuando se cumpla el plazo de 180 días, ya que el ritmo de devaluación se ha acelerado y han incertidumbre sobre la política cambiaria que regirá a partir de diciembre.

Producción y comercio

El presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), Santiago Laugero, comentó que la lentitud en el otorgamiento de las SIRAs no es buena, más allá de que se priorice el ingreso de insumos vinculados a la industria. Sumó que, en los últimos meses, han estado trabajando en conjunto con la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) y la Secretaría de Comercio de Nación para ir liberando las autorizaciones de importación y evitar que se paralice la producción. Y si bien las aprobaciones van saliendo, reconoció que el ritmo es lento.

Asimismo, añadió que las complicaciones no son menores con las Sirase, ya que dificultan el pago de honorarios y fletes marítimos, y están dificultando las tareas de promoción en el exterior.

Graciela Rovera, presidenta de la comisión de Comercio Exterior de la FEM, comentó que la circular que estableció que para abonar los servicios de flete internacional se deberá contar con una autorización aprobada por parte de la Secretaría de Comercio y recién se podrá acceder a las divisas después de 90 días entró en vigencia el 12 de mayo. Por lo que se cumplirán esos tres meses la semana próxima.

A partir del 12 de agosto, precisó, se podrá verificar si permitirán transferir los dólares para efectuar el pago. De no ser así, advirtió, Argentina va a quedar aislada del mundo. En cuanto a cuál ha sido el movimiento hasta ahora, indicó que ha estado ligado a las Sirase que se habían presentado antes del 12 de mayo y que suelen ser de importes pequeños y “a cuentagotas”.

Menos exportaciones

Se debe recordar que las SIRA son las aprobaciones para importar bienes, mientras las Sirase se aplican para el caso de servicios contratados en el exterior, desde pago de publicidades hasta los fletes. Cuando, a principios de mayo, se estableció una demora de 90 días para poder pagar los transportes marítimos, desde las navieras y empresas de logística advirtieron sobre el impacto que esto tendría en la operatoria comercial. La pandemia evidenció que los cambios en las rutas demoran meses en revertirse y los buques que dejen de venir al país pueden mantenerse alejados por un buen tiempo.

De hecho, la disminución de carga de contenedores ha sido aún más pronunciada. Según los mismos datos del Indec, en el primer trimestre de este año se cargaron 157.643, pero hubo una caída del 74% en los tres meses posteriores, ya que entre abril y junio se exportaron apenas 40.606. Y en comparación con el mismo periodo de 2022, la reducción es del 80%, ya que en el segundo trimestre del año pasado se habían cargado 205.386 contenedores.

Mario Lazzaro señaló que las trabas a las importaciones afectan la disponibilidad de contenedores, pero consideró que las navieras no van a abandonar el negocio y es de esperar que traigan estos elementos -vacíos- desde Brasil y Chile. De ahí que piense que no hay un riesgo inminente de que las exportaciones se vean afectadas por este contexto.

De todos modos, resaltó que esto sería para 2023, ya que la cosecha -en el caso de Mendoza no sólo vitivinícola, sino también de todo tipo de frutas y hortalizas- ha sido baja, lo que explica la caída en las ventas al exterior; no por complicaciones logísticas, sino por falta de producto. Pero señaló que, de mantenerse este panorama complicado en 2024 y si se vuelve a valores de producción normales, la situación podría ser diferente. Asimismo, indicó que traer contenedores vacíos implica un incremento en los costos.

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