Aunque todo parece indicar que en 2025 se producirá un incremento del empleo, el interrogante es si también repuntará el poder adquisitivo de los salarios. Se trata de una demanda por parte de un bueno número de trabajadores, pero también de una necesidad de la economía de que repunte el consumo.
El presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), Daniel Ariosto, reconoce que muchas personas se ven obligadas a restringir sus consumos, porque deben destinar sus ingresos a rubros de primera necesidad, ya que el salario no les alcanza. Pero aún con sueldos rezagados, algunas empresas se ven en dificultades para pagar los sueldos, precisamente porque han tenido caída en las ventas.
El Indec reveló que, en 2024, los salarios acumularon una variación del 145,5%. Esto, cuando la inflación en el año fue del 117,8%. Sin embargo, se debe tener en cuenta que se viene de una importante caída en 2023, cuando los ingresos de los argentinos subieron un 152,7% y el aumento de precios fue de 211,4%; con lo que tuvieron una pérdida que rozó el 59% (con variaciones significativas según se trate del sector privado formal, el público o el privado no registrado).
La consultora mendocina Perfil Humano presentó un informe de tendencia salarial, del que participaron 70 empresas de diferentes rubros y tamaños. El 70% de las empresas grandes otorgó aumentos por encima de la inflación el año pasado, pero ese porcentaje cae al 38% en el caso de las pymes. El 9% de las primeras y el 11% de las segundas “empataron” a la evolución general de los precios, y el resto -21% y 51%, respectivamente- estuvieron por debajo.
Para realizar el estudio, se preguntó a las compañías qué aumento salarial tenían planificado otorgar en 2025 para los empleados fuera de convenio (los que no se rigen por paritarias). El 55,7% no han decidido aún esto, mientras que el 11,4% anticipan dar subas a sus empleados de entre el 26% y el 30%, seguido por el 10% que planea hacerlo entre 31% y 35%.
Esto, cuando las previsiones de diversas organizaciones, tanto nacionales como extranjeras, señalan que el Índice de Precios al Consumidor podrían tener una variación acumulada en 2025 del 25% al 35%, y el Gobierno anticipó una del 18,3% en el presupuesto.
En cuanto a la cantidad de aumentos salariales, la consultora, dirigida por Lorena Henríquez y Gastón Kovalenko, reveló que 38,6% de las respuestas apuntaron a que “no está definido todavía”, pero el 30% estima que otorgará cuatro.
Esto va en línea con lo planteado por Paula Ariet, directora de Gestión Consultores, quien destacó que en 2024 fueron muy habituales los aumentos mensuales o bimestrales, mientras que, en 2025, con la desaceleración de la inflación, se observa una tendencia a volver a los ajustes trimestrales (39% de las empresas consultadas), cuatrimestrales (15%).
El relevamiento de la consultora mostró que, en promedio, los ajustes en 2025 se ubicarán en el 37% en promedio –con una mediana del 30%-, pero que en algunas compañías llegaría al 120%, mientras en otras apenas tienen previsto alcanzar el 10%.
En el primer bimestre, algunas organizaciones ya aplicaron aumentos de hasta 37%, pero el promedio de suba fue del 6% y varias no hicieron ninguna modificación en los salarios de sus empleados.
Ariet manifestó que, en 2024, los salarios en general crecieron por encima de la inflación. “Los datos muestran un escenario de recuperación salarial en términos reales, lo que implica una mejora en el poder adquisitivo de los trabajadores. Los salarios del sector público fueron los que menos crecieron, asociado a las políticas del Gobierno nacional, orientadas a la contención del gasto público. Mientras que los salarios del sector privado no registrado crecieron mucho más (196,7% interanual), lo que refleja que, a pesar de la volatilidad del sector, han intentado ajustarse más rápidamente a la inflación”, analizó.