En el primer semestre del año la venta de productos masivos registró una caída del 7,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, hay diferencias entre los números de las grandes cadenas de supermercados y los autoservicios. Es que, según la consultora Scentia, mientras que los niveles de venta en el canal de autoservicios cayeron un 6,2% en el mes de junio, en los supermercados crecieron un 3,1%. Así, el acumulado revela una baja del 14% para almacenes y supermercados chinos, y una suba del 1,2% para las grandes cadenas. La consultora relevó más de 19.000 autoservicios y 2.800 supermercados.
La diferencia de ventas entre los diferentes canales puede explicarse en parte por los precios que puede manejar un comercio más chico, con respecto a las posibilidades de hipermercados y mayoristas.
En un informe anterior, Scentia reveló que en las grandes cadenas los precios son hasta un 27,4% más bajos que en los comercios más pequeños. El dato se registró en base a 1.000 productos empaquetados durante el mes de abril, y según explicaron en el informe, a principios de año la diferencia era del 17,6% en favor de las cadenas. Históricamente la brecha ha rondado siempre el 5%.
El gerente de Relaciones Institucionales de Walmart, Juan Pablo Quiroga, coincidió con el planteo y explicó: “Efectivamente la brecha de precios entre grandes cadenas de supermercados nacionales y lo que tiene que ver con almacenes, e incluso mayoristas, se amplió. Hoy es más barato en general comprar un producto en un supermercado que en otro canal tradicional, sumándole incluso la posibilidad de financiar la compra, e incluir descuentos bancarios”.
El vocero de la firma comentó que los acuerdos nacionales que tienen los supermercados con la secretaría de comercio influyen en que la propuesta sea más atractiva para sus clientes. “Programas como Precios Cuidados y el hecho de que todos los días a las 6.30 de la mañana informamos el precio real y efectivo de los productos en cada una de las sucursales, hace que el nivel de estabilidad de precios en los supermercados sea mayor”, afirmó.
Diferencias de precio
Los productos relevados por fuera de los programas oficiales resultan más económicos en los supermercados, debido a que las grandes cadenas tienen mejores condiciones para negociar, y reciben mejores precios, mientras que los almacenes se proveen o bien directamente de las empresas, o a través de mayoristas y distribuidores (al haber un intermediario, los costos son otros).
“Sabemos que entre las cinco o seis grandes cadenas de supermercados que hay en nuestra provincia se reparten gran parte del mercado de consumidores de Mendoza”, explicó el economista José Vargas, titular de Evaluecon.
El especialista señaló que esto ocurre por “la gran oferta diaria que realiza cada una de las cadenas”; y a que “los consumidores saben que en estos grandes centros obtienen prácticamente el 70% de lo que necesitan para vivir”.
“Además de la gran variedad de ofertas que tienen por cada uno de los productos, se ven beneficiados por las promociones y disponibilidades de pagos que tienen. A un auotoservicio, almacén de barrio o despensa, esto se le hace sumamente difícil. El margen para realizar promociones que tienen es muy pequeño, porque generalmente se abastecen de los mayoristas”, agregó.
Lucas, quien distribuye productos en el Gran Mendoza (mayoristas y minoristas), señaló que desde que él entrega la mercadería a los almacenes de barrio, hasta que llega al consumidor final, cada producto sufre un incremento de entre el 35% y el 40%. “En algunos casos la suba es mayor, pero en el 90% de los productos se remarca un 40%”, agregó.
El efecto de los acuerdos de precios
Según explicó Vargas, los acuerdos del Gobierno que apuntan a que el consumidor encuentre productos a precios congelados, “terminan beneficiando largamente a las grandes cadenas y a los mayoristas”, porque estos imponen sus condiciones (oferta diaria y stock).
“Esta realidad lamentablemente va en detrimento de los más chicos, porque se estoquean en los mayoristas y tienen que aplicar un margen mínimo para poder sobrevivir. No tienen la gran ventaja de poder negociar, o con el Gobierno, o con los proveedores”, señaló el economista.
Para evitar estas diferencias, a principios de junio el Gobierno lanzó “Súper Cerca”, una canasta de 70 productos a precios congelados hasta fin de año, que busca llegar a los almacenes y autoservicios de barrio. La canasta está conformada por 30 productos de almacén, 10 lácteos, dos variedades de panificados, cinco bebidas sin alcohol, seis productos para el cuidado de la ropa, cinco artículos de limpieza, cuatro tipos de pañales infantiles y ocho productos varios de perfumería y cuidado personal.
En total, si se suma cada uno de los artículos de la canasta, se gastarían $ 6.915 para adquirirlos a todos. En algunos casos se repiten las categorías (galletitas dulces, o fideos por ejemplo), por lo que si se compra un solo producto de cada una, se estaría accediendo a una canasta de 45 artículos por un costo total de $ 4.525.
Entre estos se cuentan el arroz ($ 65 por 500 gramos), azúcar (1kg por $ 65), cacao (300 gramos por $ 140), fideos ($ 49 por 500 gramos), Harina 0000 (1kg por $ 79), mermelada de ciruela ($108), tapa de tarta ($ 85), y yerba mate ($ 339 por 1kg).
No obstante, desde la Cámara de Kiosqueros de Mendoza (que incluye almacenes), explicaron a Los Andes que aún no se han visto productos con los precios impresos, tal como plantea el programa. El empresario mayorista Rubén David (de Oscar David), advirtió anteriormente que los artículos con tales condiciones van a tardar en llegar a las góndolas, pero que los productos están.
“La idea es que en un principio figuren en la listas de precios. No hemos tenido problemas con eso, porque tampoco son valores diferentes a los que manejaba cualquier comercio de cercanía”, agregó Rubén David, dueño del mayorista que provee a muchos comercios de barrio.
Clase media mendocina
Para la consultora mendocina Evaluecon el valor de una Canasta Básica Total durante junio fue de $ 73.920. Ese es el dinero que se necesita mínimamente para que una familia “tipo”, de cuatro integrantes “no se sienta pobre o no perciba que está en niveles de pobreza”.
El cálculo incluye un alquiler de $24.000; $2.950 en impuestos y servicios; $1.500 en gastos varios; $3.700 en indumentaria; $870 en gastos para la salud y atención médica (sin incluir tratamientos permanentes); $6.000 en transporte (sin incluir gastos de vehículo, solo colectivos); y $700 en educación (sin cuotas de colegios).
En tanto que para la compra del supermercado, o en alimentos y bebidas, artículos de tocador y limpieza, calcularon un gasto mensual de $ 34.200 para esa familia de cuatro personas de “clase media mendocina”.