Cayó 5% la demanda eléctrica de empresas

La estadística se asocia al nivel de actividad económica. De los cinco sectores con mayor participación, solo pudo crecer la metalmecánica.

Cayó 5% la demanda eléctrica de empresas
Imagen ilustrativa / Archivo

El consumo de energía por parte de los grandes usuarios puede tomarse como un indicador de la actividad económica. En el primer bimestre de 2021, estos tuvieron una reducción en la demanda de electricidad del 5,2% con respecto a enero y febrero de 2020.

Los sectores que más influyeron en este descenso fueron los de extracción de petróleo crudo, industrias básicas de hierro y acero, hotelero, elaboración de cemento y fabricación de productos plásticos. En tanto, los que presentaron leves subas fueron refinación de petróleo, elaboración de cerveza y fabricación de envases de vidrio.

El informe de consumo

El Ente Provincial Regulador Eléctrico elabora todos los meses un informe que muestra la evolución de la demanda de energía de Mendoza y Cuyo. En el de febrero de este año, se observa que la provincia redujo su demanda en un 16% respecto del mismo mes de 2020, lo que constituye un dato significativo ya que en todo el país la reducción fue del 7%.

Los usuarios de grandes demandas (empresas) habían terminado el 2020 con una reducción de 10% en sus consumos de electricidad, pero en el acumulado anual a febrero de 2021 el descenso llega al 10,6% y ya se observan 21 meses seguidos de caída. Las cinco ramas económicas más importantes, que concentran el 75% de la demanda de energía de la provincia, manifiestan una merma del 11% anual.

El sector más preponderante, en lo que a demanda eléctrica se refiere, es el de extracción de petróleo (27% de participación). Las estadísticas del EPRE muestran una retracción del 12,9% en ese rubro en los primeros dos meses del año. Directamente relacionada está la refinación de petróleo (demanda el 11% de la energía total) y su resultado en los primeros dos meses del año también fue negativo.

Por su parte, la elaboración de vino tuvo una baja del 2,5% y la fabricación de productos plásticos, mostró una retracción del 41,5%. El único sector que creció, entre los cinco de mayor participación, fue el de industrias básicas de hierro y acero, con una notable recuperación del 291,6%. Sin embargo, n el último año móvil (el promedio de doce meses hacia atrás), muestra una retracción del 33,5%).

Otro sectores que destacaron en el primer bimestre fueron turismo (-43,7% y elaboración de soda y aguas (-27,5%).

El análisis de los especialistas

El economista Sebastián Laza, asesor del gobierno provincial, indicó que la caída de la demanda eléctrica, en especial por parte de los grandes usuarios, se debe a que se está comparando febrero de este año con el último mes previo al inicio de la pandemia, cuando todavía el nivel de actividad era aceptable. Sin embargo, resaltó que va a ser muy difícil que las economías regionales vuelvan a “arrancar”, más allá de los esfuerzos que ha hecho Mendoza para mantener actividades abiertas, hasta que el gobierno nacional no dé señales claras de un rumbo económico, controle la inflación, genere credibilidad y estabilice las tasas de interés; todos incentivos necesarios para favorecer la inversión.

Mariano Guizzo, presidente de Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la provincia), indicó que un informe de Adimra (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina) muestra que, en marzo, en comparación con el mismo mes del año pasado –que ya incluyó unos 10 días de cuarentena estricta-, la producción metalúrgica en la provincia registró un crecimiento del 17,7%. Esto es, muy por debajo del 24,9% de suba promedio de la actividad a nivel nacional.

Los motivos de esta menor recuperación, planteó Guizzo, son que la actividad petrolera sigue alicaída, la fabricación de maquinaria agrícola en general y vitivinícola en particular no ha tenido la explosión que registra la Pampa Húmeda, y la minería y la construcción también están frenadas. A esto se suma que las metalúrgicas les compran el acero a los distribuidores y han tenido incrementos en la materia prima de hasta 60% en dólares, por lo que han quedado fuera del mercado de bienes de capital. De ahí que la capacidad instalada ociosa siga en el orden del 50 a 55%.

Mauricio Badaloni, titular de la UIM (Unión Industrial de Mendoza), expresó que les preocupa que la caída de la demanda general de energía en la provincia haya sido del 16%, mientras que la nacional fue del 7%, al igual que otros informes muestran que en los últimos 10 años Mendoza ha crecido entre un 0,3% y un 0,4%, cuando la media de crecimiento para todo el país es de 0,7%. Esto significa, planteó, que cada vez hay un volumen de negocios menor y, además, con una informalización creciente.

Badaloni añadió que resulta difícil ver que se vuelvan a alcanzar los indicadores positivos de hace 4 o 5 años atrás, y que esto se verá acentuado si se definen nuevas restricciones para las próximas dos o tres semanas para frenar el nivel de contagios. Y, en un contexto de incertidumbre las decisiones se aplazan y las inversiones se contraen.

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