Aunque la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias convocó a un paro de 8 días a partir de las 0 horas del jueves, desde la Cámara de Industriales Abastecedores de Carne de Mendoza aseguraron que no faltará carne en la provincia, porque hay stock suficiente para responder a la demanda durante la protesta.
Los empresarios aseguraron también que no subirá el precio y que incluso es probable que baje, por haber mayor oferta. Sin embargo, advirtieron que, de sostenerse en el tiempo la prohibición de exportaciones, en el mediano plazo podrían incrementarse mucho los valores de mercado, porque se desalentaría la producción.
En una pausa luego de una mañana frenética, José Rizzo, titular de la Cámara de Industriales Abastecedores de Carne, señaló que estuvo tratando de comprar mercadería, porque algunos productores no querían vender y otros “se estaban aprovechando un poco la situación”. Pese a eso, sostuvo que no faltará carne en Mendoza, porque el stock que manejan quienes abastecen a los comercios es, precisamente, de siete a ocho días. Asimismo, aseveró que no trasladarán al mostrador los posibles aumentos por parte de proveedores, porque se trata de algo eventual.
Sobre la medida del Gobierno nacional, Rizzo planteó que todas las decisiones que no son consensuadas generan inconvenientes, como esta respuesta del campo de cesar la comercialización. Si bien reconoció que en el último año la carne ha subido un 70% -bastante por encima de la inflación-, indicó que esto se debe a que el precio del maíz pasó en el mismo período de costar $7 mil a $21 mil la tonelada; es decir, se triplicó. A esto se suma la suba de los combustibles.
En cuanto al cierre de las exportaciones para bajar el precio de la carne, manifestó que cerca del 75% de lo que se exporta tiene como destino el continente asiático, en donde se consume la vaca de segunda y de tercera, que el argentino descarta. Como se cortaron todos los envíos, este producto llegará a valores muy bajos -estimó que podrían caer de los $ 110 o $ 120 actuales el kilo a $50 o $70-, lo que perjudicará al productor mendocino, que se especializa en recría y en esta época suele sacar las vacas que ya no pueden reproducirse para que descansen los campos.
Además, advirtió que, de mantenerse el cierre por más de los 30 días anunciados por Nación, el productor podría decidir no engordar más y, en cambio, dedicarse a vender el maíz, que tiene un precio internacional muy alto. Como esto va a hacer que la oferta disminuya, analizó Rizzo, el precio podría aumentar.
El presidente de la Cámara de Industriales Abastecedores de Carne expresó que les conviene que el precio baje, porque aumentaría el consumo y varios comercios del rubro están en una situación complicada, por la combinación de caída de las ventas y aumento de costos. No obstante, recordó que el descenso es sólo momentáneo y luego ocurriría lo contrario, como ya sucedió en 2006.
Consecuencias directas
Andrés Vavrik, productor ganadero y presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear, comentó que tuvieron que suspender un remate de 9 mil cabezas que iba a realizar ayer en el departamento una empresa nacional (se iba a televisar). Agregó que ese hecho es una síntesis del impacto que estas medidas tienen en toda la cadena.
Asimismo, destacó que los mercados internacionales no se recuperan en días o meses, sino que toma años volver a insertarse. “Cuando no se logre cumplir con los contratos, se dará una señal de imprevisibilidad que le otorga una ventaja a los países competidores, aunque Argentina tenga condiciones privilegiadas para la producción ganadera”, señaló.
Vavrik también indicó que China, el mayor comprador de la carne argentina, se lleva la vaca adulta y el hueso, que aquí no se come. A esto agregó que en nuestro país la carne está barata y que el problema no reside en un sector productivo, sino en la pérdida de poder adquisitivo de la población, a quienes se les paga no solo por la carne, sino por todos los alimentos.
El director de Ganadería de la provincia, Damián Carbó, indicó que los productores mendocinos no son en realidad exportadores directos, sino criadores. El 90% se dedica a la cría y venta de terneros y de vacas de descarte, y éstas últimas representan hasta un 40% de los ingresos. Como en la provincia y el país esa carne no se consume, sino el novillo de hasta 400 kilos, el valor de la vaca depende de la exportación a China.
En cuanto al efecto de la medida, señaló que, en el corto plazo, ya causó la suspensión del remate en General Alvear, porque no hay precio. Esto implicó que se perdiera la inversión en reunir los animales, encerrarlos, vacunarlos y trasladarlos. Por otra parte, produjo desaliento y temor.
Carbó sumó que, aun cuando la decisión nacional de suspender las exportaciones sea sólo por 30 días, consideró poco probable que baje la carne en la góndola, porque está dentro de un valor histórico “lógico” y coincidió en que el problema es que la gente no tiene dinero para comprarla.
Carlos Iannizzotto, presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), una de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace, que estableció la suspensión de comercialización por ocho días, explicó que el plazo no es caprichoso, sino que por el contrario se definió luego de consultar a los abastecedores y que les comentaran que en ese lapso no peligra el stock. De ahí que, de no lograr una respuesta, implementarían otras formas de protesta.
Iannizzotto planteó que les cuesta entender que el presidente, que ha estado viajando por el mundo, haya optado por una medida que va en contra de la expansión de los mercados externos y que da una muy mala señal, porque no se podrá cumplir con los compromisos adquiridos. Asimismo, indicó que las exportaciones de carne venían creciendo de modo sostenido y que han alcanzado un volumen cercano a los 3 mil millones de dólares anuales, lo que significa una fuente importante de divisas.
La historia se repite
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) difundió algunos datos de la producción ganadera.
100 mil puestos de trabajo. Están relacionados con el circuito de exportación. En total, la cadena de la carne de vaca genera más de 400 mil empleos.
28% de impuestos. Uno de cada $4 que se pagan por un kilo de carne corresponde a tributos. El resto corresponde: 30% cría, 27% feedlot, 6% frigorífico y 9% carnicería.
2006. Ese año se cerraron las exportaciones por 180 días, pero terminaron siendo 9 años. El precio del kilo de asado pasó de U$S 2,70 en 2006 a U$S 8 en 2012. Hoy, vale U$S 6,80 dólares. En ese mismo período, la producción de carne cayó un 20%.