Laura (28) y Eugenia (31) son mendocinas; Shardul (29) y Guus (34) son extranjeros (de India y Holanda, respectivamente). Y aunque probablemente no se conozcan ni sus vidas se hayan cruzado entre sí, tienen algo en común: son los integrantes de 2 parejas que rompieron cualquier concepto de frontera.
Laura y Shardul se casaron el mes pasado en Bowen (General Alvear) y continuarán con sus vidas en Estados Unidos (donde se conocieron hace casi 2 años). En tanto, Guus y Eugenia viven en el barrio Bancario (Godoy Cruz), donde además tienen su fábrica de cerveza artesanal; la misma que instalaron cuando Guus dejó y vendió todo lo que tenía en Europa y se mudó a Mendoza para compartir su vida con Euge. Este 14 de febrero -Día de los Enamorados- sirve como una buena excusa para repasar sus historias y las casualidades (o causalidades) que los cruzaron y entrelazaron.
De Mendoza e India a Estados Unidos
Laura Virginia Guiñazú (28) se crió en Real del Padre (San Rafael, Mendoza) y es Diseñadora de Indumentaria y actriz. En febrero de 2017 llegó a Estados Unidos, como parte del programa internacional "Au pair" que permite a jóvenes de todo el mundo viajar a ese país -y a otros destinos- para trabajar como niñeras y niñeros.
Su idea inicial era estar en el país del Norte durante un año (tiempo de duración del programa), aunque extendió su estadía 6 meses más. Siempre estuvo viviendo en Portland. Shardul Bhakta (29) nació en Pune (India) y es Ingeniero en Computación. Llegó a Estados Unidos en 2011 para hacer una Maestría en Sistemas y luego de 3 años, se graduó y se mudó también a Portland para trabajar (allí vive actualmente).
"Llevaba 3 semanas en Estados Unidos y salí a bailar con otras chicas que están en el programa. Una de ellas (Carol) conocía a un grupo de amigos que estaban en el lugar, y allí estaba Shardul. La primera vez que nos vimos fue en marzo de 2017", rememoró Laura con una sonrisa en su rostro durante sus últimos días en Mendoza, mientras su flamante esposo la miraba de costado; también con una sonrisa.
"Nos conocimos esa noche, él me saludó, pero era todo un grupo. En un momento pasaron en el bar una canción de la India, y como era de una novela que yo veía, empecé a cantarla. ¡A Shardul le sorprendió que supiera una canción de su país!. Me preguntó cómo la sabía y fue la excusa para que empecemos a hablar", siguió Laura, ya casi entre carcajadas.
Desde ese momento no dejaron de charlar, ni de compartir momentos hasta finalmente llegar a compartir su día a día. Aquella reunión en el bar continuó en un after en casa del joven (también en grupo) y ese día comenzaron a conocerse más en detalle. “Yo trabajaba de lunes a viernes, pero los fines de semana me instalaba con él en su casa; y así nos enamoramos.
Conocimos muchos lugares juntos y pasamos hermosos momentos. Desde el primer momento me gustó su sentido del humor, que le gusta mucho salir y que es muy dulce", agregó la realpadrina. "Lo que más me gustó a mí también fue su sentido del humor y que es una persona muy responsable", acotó por su parte Shardul, siempre con una sonrisa de enamorado en su rostro.
Boda a la mendocina
El 26 de enero, Laura y Shardul dieron el "Sí" en un salón ubicado en Bowen (Alvear).
"Shardul no quería casarse en India, ya que le parecía mucho lío. Porque es toda una ceremonia a la que van 1.000 personas. Y yo me quería casar en Argentina", acotó Lau.
"Es muy diferente el casamiento en India. Se estila que dure como 4 días y que vaya la familia, los amigos de la familia, lo vecinos. No me 'pinta' mucho como ritual. Además yo quería el certificado de casamiento en Argentina", acotó Shardul en un clarísimo español. A la fiesta en el Sur mendocino vinieron sus padres y algunos amigos de Estados Unidos.
La posibilidad de casarse en Estados Unidos -donde tienen previsto continuar con sus vidas- se llegó a considerar; pero no prosperó. "Shardul quería, pero sólo desde la formalidad. Y yo quería hacer toda la fiesta, por eso lo hicimos en Mendoza", sintetizó Laura. Mientras que él volvió a América del Norte la madrugada del domingo pasado, ella ya tiene pasajes para volver el próximo miércoles a Portland para el reencuentro.
Dejó todo y llegó a Mendoza con su “birra”
Guus De Leeuw (34) es holandés, más precisamente de Róterdam, aunque en diciembre del 2014 estaba viviendo y trabajando en Barcelona.
En ese momento conoció a Eugenia Mena (31), una diseñadora mendocina que estaba en la ciudad catalana por trabajo. "Nos conocimos en un bar de Barcelona y ya la primera noche hubo una química especial. Luego ella siguió con su viaje por Marruecos y Portugal; y tenía pensado seguir hasta Estambul. Pero lo canceló y nos quedamos los 2 juntos en Barcelona", rememoró -también con un notable español- el holandés.
A Mendoza primero regresó Eugenia y -al mes y medio- Guus se instaló también. "Cuando la conocí, ni sabía que existía Mendoza. Y ahora en marzo cumplo 4 años viviendo acá", agregó. "Había ido por trabajo y me quedé unos días más de vacaciones. Y suspendí el viaje a Estambul porque me enganché", acotó Euge.
Hubo un agregado que hizo su parte para terminar de empujar a Guus en su decisión de jugársela por amor: lo despidieron de su trabajo (era chef en un bar de Barcelona). “Desde que ella había vuelto a Mendoza, hablábamos todos los días. Y como yo estaba sin trabajo, me planteé venirme. Entonces vendí todos mis muebles y mis cosas, y me vine”, rememoró el holandés, quien hasta emprendió -sin éxito- una campaña de crowdfounding para que terceros lo ayuden a juntar fondos y cruzar el Atlántico.
"Al principio era un viaje 'para ver qué onda'; y estaba la idea de volver. Lo raro es que es como si nos conociéramos de toda la vida", agregó la mendocina. Ni bien llegado a Mendoza, Guus trabajó en dos restaurantes. Pero a los 3 meses optó por encarar su propio emprendimiento: fabricar su propia cerveza, "Birra La Holandesa". Así instaló la fábrica en su casa y, desde entonces, producen y hasta han participado en algunas ediciones de la Fiesta Provincial de la Cerveza.
En los 4 años viviendo en Mendoza, la pareja ha recorrido más de 110.000 kilómetros viajando por Argentina y Chile. "Lo primero que me atrajo de ella fue todo. ¡Fue una atracción a primera vista! Hay mucha sinceridad y una buena conexión", se sinceró Guus.
Una propuesta distinta
Alentados por su amor a la cerveza, en un patio especializado en la variedad artesanal de esta bebida decidieron ofrecer una promoción diferente. Es que según su creativa, Andrea Pino, buscan celebrar San Valentín uniendo el concepto del amor con el de la solidaridad y la birra.
"Queríamos sacarlo del regalo típico para esta fecha, los peluches y hacer algo más. Así es que más allá de ir solos o en pareja, quienes vengan con un peluche a Héroes Carranza, se llevan una pinta o media pinta, todavía no lo decidimos pero creemos que va a venir mucha gente", dijo Andrea agregando que el peluche - en buen estado- debe ser tamaño "juguete" y no de las dimensiones de un llavero.
Lo recolectado será llevado al hospital Notti explicó Andrea indicando que los enamorados pueden llevar todos los peluches que deseen, pero se les cambiará por un vaso de cerveza. "La promo es válida desde las 19 hasta las 21 horas", agregó la creativa de este patio cervecero.
