Comenzó la temporada en la Fórmula 1 con el Gran Premio de Australia. Sin embargo, ante la gran expectativa de los fanáticos, ya se produjo el primer momento de tensión: en la primera práctica libre, Oliver Bearman, de Haas, se estrelló contra el paredón y obligó a poner bandera roja.
El piloto británico perdió el control de su auto. Luego de irse de la pista en la curva 10, Bearman se fue contra la leca y cuando quiso volver al asfalto, volanteó y chocó contra la pared. Su auto quedó destrozado en la parte derecha, donde perdió dos ruedas y destrozó el alerón delantero.
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Afortunadamente, Ollie no sufrió heridas. El piloto bajó por sus propios medios del monoplaza, pero su postura fue claramente de decepción, ya que no se sabe si podrá continuar en la segunda prueba libre de esta jornada.
Tras limpiar la pista, el entrenamiento continuó sin mayores inconvenientes.