A 10 días de la desaparición de las hermanas israelíes Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54) y cuando el Gobierno de Mendoza extrema sus recursos al otorgar una recompensa de 300.000 pesos para quien aporte datos, el caso continúa siendo un verdadero misterio.
Si bien los investigadores siguen sosteniendo que "todas las hipótesis están abiertas", los repetidos allanamientos a la casa de Nicolás Gil Pereg -denunciante, hijo de Pyrhia y sobrino de Lily- lo apuntan como el sospechoso número uno.
Amante de los gatos al punto de montar en cólera por no encontrar los medicamentos de sus animales, la imagen pública de Gil Pereg ha ido mutando, pasando desde ser un extranjero excéntrico y ermitaño que no tiene cama y lleva una dieta a base de suplementos dietarios deportivos, a convertirse en una suerte de presunto "criminal inteligente" (es ingeniero en electrónica) que siempre tiene a mano la respuesta precisa para cada pregunta.
Existen varias hipótesis sobre la desaparición de las hermanas israelíes. La que suena más fuerte es la que señala al ingeniero israelí como autor de las desapariciones y que tiene como móvil el dinero: los 10.000 dólares que las mujeres habrían ingresado al país y cuyo destino final se desconoce, por ahora.
Hipótesis 1: ¿El denunciante es el sospechoso número uno?
Si bien Gil Pereg sigue siendo para la Fiscalía de Homicidios “el denunciante”, los investigadores han detectado en el caso una serie de sospechas, dudas e inconsistencias que no lo favorecen:
a- Las dejó ir tomar un micro solas. Según la versión de Gil Pereg, la mañana del sábado 12 de enero llegó junto a su tía y su madre a la casa ubicada en Julio Roca al 6000 de Guaymallén. Allí pasaron todo el día hasta que a las 21 las mujeres se tomaron un colectivo para volver al departamento céntrico que habían alquilado.
Las cámaras del cementerio ubicado frente a la casa del ingeniero registraron que, efectivamente, por la mañana pasaron por el frente las tres personas. Pero, en cambio, hacia las 21 las mujeres no volvieron a pasar.
Todos se preguntan: ¿Por qué las dejo ir en micro solas, al anochecer, con lluvia, en una zona que él mismo considera insegura? ¿Las dejó ir con los 10.000 dólares que no aparecieron nunca y que, según el tío, las mujeres habían traído al país? Y, en todo caso, ¿dónde están esos dólares? ¿Forman parte de los encontrados en la casa?
b-¿ Hubo disparos? Vecinos indicaron a los investigadores haber escuchado cuatro disparos el día de la desaparición.
c- Cuarenta y dos armas. Gil Pereg tenía en su poder un verdadero arsenal: 42 armas de puño -pistolas y revólveres- compradas en los últimos años y registradas.
d- ¿La escena del crimen? El último lugar donde estuvieron las mujeres fue la casa de Gil Pereg. ¿Qué hicieron dos mujeres que viven en países desarrollados (Australia e Israel) durante 12 horas en una casa que no tiene ni sillas?
e- No al ADN. Gil Pereg se negó a que le tomaran una muestra de ADN, diciendo que él no es un asesino. ¿Por qué se negó si era para buscar a las personas que él mismo había denunciado como desaparecidas?
-Hipótesis 2: Se fueron con rumbo desconocido.
Una posibilidad es que Pyrhia y Lily se hayan ido por sus propios medios. Por lo pronto, está descartada una salida a Chile u a otro país ya sea por tierra o por aire. Entonces ¿dos mujeres que no hablan castellano pudieron haber conseguido una movilidad para irse a, por ejemplo, Potrerillos o San Luis?
¿Cuál sería la razón para que una microbióloga de Australia y una empleada de Estado de Israel decidieran "desaparecer" en Argentina?
-Hipótesis 3: Un caso de inseguridad.
Las mujeres se fueron a tomar el colectivo y alguien las secuestró para robarles sus pertenencias. ¿No hubiera sido más fácil robarles e irse?
-Hipótesis 4: Las secuestraron por las deudas de Gil Pereg.
Se dice que Gil Pereg tiene a su nombre cinco empresas y deudas por 9 millones de pesos. La historia de las aventuras empresariales del ingeniero israelí son bien conocidas por parte la comunidad judía de Mendoza y también por la Justicia ya que forman parte de expedientes que se tramitan en la Justicia Civil por daños y perjuicios, rendiciones de cuentas y hasta causas iniciadas por él mismo por daños derivados de contratos en los que ha solicitado el "beneficio de litigar gastos por falta de recursos".
Hace unos 10 años Gil Pereg llegó a Mendoza y se relacionó con algunos jóvenes cambiando dólares en la galería Tonsa, donde comentaba que viajaba periódicamente a Buenos Aires para buscar dólares que le enviaba su madre.
Luego realizó negocios como compras de terrenos, compras de camiones y construcción de canchas de fútbol 5 que no habrían terminado muy bien, a juzgar por las demandas, algunas cruzadas.
En la comunidad judía local algunos lo recuerdan como un tipo "raro y oscuro" y otras cosas peores. Esta historia define su costado más excéntrico: al ver la altura de ingeniero, algunos lo quisieron reclutar para jugar al básquet. Entonces Gil Pereg pretendió que le hicieran un contrato sin haber encestado ni un triple. Terminaron sin saber si realmente jugaba.
Ya en esa época, en un departamento de Luzuriaga, tenía tres mesas: una para las armas, otra para el dinero y la última para su comida preferida, suplementos dietarios.
Recompensa “familiar”
Luego de que el Gobierno de Mendoza oficializara ayer la disponibilidad de una recompensa de 300.000 pesos para quien aporte datos que permitan esclarecer la desaparición de las dos hermanas israelíes, la familia de ellas también hizo su ofrecimiento.
El hermano mayor de Pryhia Sarusi y de Lily Pereg, Moshe Pereg (66) confirmó a Los Andes: "Estamos ofreciendo 50.000 pesos para quienes brinden información de utilidad sobre la desaparición de mis hermanas".
Y dejó un número de celular -con característica de Mendoza- para quienes puedan colaborar con esos datos: 5492612736629.