La nieve que se acumula en invierno en la cordillera de los Andes generalmente se mantiene hasta el inicio de la primavera, cuando comienza el deshielo por el aumento gradual de las temperaturas.
Se genera ahí el caudal hídrico que permite dar bebida a la población y brindar riego a la producción agrícola y la vitivinicultura, una de las llaves para el crecimiento económico de nuestra provincia.
Esta nieve a la que nos referimos representa un recurso hídrico esencial en todo el centro-oeste argentino, por lo que es fundamental estudiar sus variaciones para planificar el uso del líquido en esta región árida del país.
Ahora bien, estudiar como varía la nieve en la cordillera puede significar una tarea muy compleja y costosa, particularmente si necesitamos medirla diariamente en muchos sectores diferentes del área de montaña.
Información desde el espacio
Es aquí donde los satélites enviados por el hombre al espacio proveen información de gran utilidad.
Muchos de los satélites de observación que orbitan la Tierra cuentan con cámaras digitales (muy semejantes a las que todos conocemos), con filtros especiales para separar en distintas "bandas" (visible, infrarrojo, ultravioleta, y otras) la luz reflejada por nuestro planeta.
Como la nieve tiene la particularidad de reflejar prácticamente toda la luz visible que recibe del sol, es relativamente sencillo distinguirla y mapearla en las imágenes captadas por estos artefactos lanzados por el hombre.
Muchos de estos satélites toman imágenes de manera regular en sus viajes alrededor de la Tierra por lo que resulta posible desarrollar mapas de las zonas nevadas en cordillera, operación que nos permite analizar los cambios en intervalos de entre un día y un mes.
Es así que con la información satelital no solo podemos conocer donde se encuentra la nieve, sino también su evolución en el tiempo.
Desde hace varios años el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) viene desarrollando estudios para entender las variaciones de la nieve que se acumula en la cordillera, buscando mejorar el conocimiento sobre este recurso hídrico esencial, su relación con los caudales de los ríos, y los posibles impactos del cambio climático.
Cuenca alta del río Mendoza
En base a este tipo de estudios, los miembros del Ianigla emplearon imágenes del Moderate-Resolution Imaging Spectroradiomet (Modis, por su sigla en inglés, que se traduce como espectroradiómetro de imágenes de resolución moderada)de los satélites Terra y Aqua para desarrollar mapas de cobertura diaria de nieve en la cuenca alta del río Mendoza desde 2000 hasta la fecha.
Estos estudios, originalmente publicados en la revista Meteorológica del Centro Argentino de Meteorólogos de la Argentina (se edita en Buenos Aires), indican, por ejemplo, que en los inviernos la mayor cantidad de nieve se ubica por encima de los 2700-3000 metros de altura.
En estos mapas diarios de nieve también se observa que en años "secos" o con poca nieve esta altura mínima aumenta significativamente.
Otro aspecto que observaron los integrantes del Ianigla fue que entre los años 2000 y 2018, la superficie cubierta por nieve en invierno ha ido disminuyendo paulatinamente.
Esto está directamente relacionado con un periodo sumamente seco que comenzó en 2010 y donde se registraron valores anuales de acumulación de nieve que rondan el 50-60% del promedio histórico.
El periodo de reducida acumulación de nieve que comenzó en 2010 (y que continuó al menos hasta 2017) constituye el ciclo más extenso y extremo que ha sufrido esta porción de los Andes desde principios del siglo XX.
Los impactos sobre los recursos hídricos regionales fueron tan prolongados y evidentes, que en Mendoza dieron origen a la "crisis hídrica" más prolongada (ocho años) registrada en la provincia, y sobre la que informa anualmente el Departamento General de Irrigación (DGI).
Por su parte, en los Andes Centrales de Chile, donde se producen las mismas variaciones de precipitación nívea que en nuestra cordillera, este periodo de escasa precipitaciones níveas ha sido bautizado como la "megasequía".
Teniendo en cuenta que estos fenómenos están ocurriendo dentro de un proceso de cambio climático, donde el signo más evidente es el calentamiento paulatino del planeta, los estudios de acumulación de nieve en base a imágenes satelitales pueden aportar información muy valiosa para la gestión y planificación de los recursos hídricos de Mendoza y San Juan.
Nota de la Redacción: Una información complementaria aportada por los especialistas del Ianigla, se puede consultar en la sección Infodatos de diario Los Andes, del 20 de mayo de este año
Referencias
*Estudio del Ianigla sobre variaciones de nieve en la cordillera a través de imágenes satelitales Modis, publicado en la revista Meteorológica.
El trabajo se puede obtener del siguiente link:
http://www.scielo.org.ar/pdf/meteoro/v41n1/v41n1a02.pdf
*Información sobre la revista Meteorológica: es una publicación semestral del Centro Argentino de Meteorólogos, la cual es editada desde 1970 y es integrante del Núcleo de Revistas Científicas Argentinas desde 2005. Meteorológica publica trabajos originales en el área de ciencias de la atmósfera y oceanografía, escritos en español o inglés. El alcance de la revista incluye Investigación básica y aplicada, descripciones de datos y revisiones extensas sobre un tema particular relacionado con las ciencias de la atmósfera y la oceanografía.
*Satélite Terra, una de las plataformas espaciales de NASA de donde se obtienen las imágenes satelitales Modis.