Si bien no tiene una traducción exacta, Phubbing es el neologismo que combina phone (teléfono) y snubbing (desdeñar). Y si lo 'argentinisamos' por su concepto, "ningufonear" sería la traducción exacta. Se trata de ese momento en que estás compartiendo un almuerzo, cena o sobremesa con la familia o amigos y te encontrás hablando solo porque el resto de los integrantes del grupo están pendientes de sus teléfonos.
Esta es la tendencia social en la era digital. Según un estudio de la Universidad de Kent, este nuevo hábito es atribuido a la adicción a internet. Y mientras unos lo provocan, otros lo sufren, pero éstos últimos terminan por naturalizarlo dejándola de considerar como una grosería.
El Phubbing es una tendencia de ciertas personas de no poder dejar de estar conectados y desinformados del mundo, de amigos y seguidores, y chequear constantemente lo que ocurre en la web.
Varoth Chotpitayasunondh y Karen Douglas, de la Escuela de Psicología de Kent, identificaron una serie de factores que hacen que la gente no puedan estar separados de sus smartphone.
En la investigación publicada "Cómo el phubbing se volvió normal", consideran que se trata de una adicción a internet, miedo a perderse de algo y falta de autocontrol. Sobre esa base, las personas comenzaron a percibir el ninguneo digital como algo aceptable. Uno lo comete, uno lo sufre. Todo el mundo lo hace.
"Hubo una correlación positiva entre la adicción al smartphone y el phubbing, y entre practicar phubbing y sufrirlo", observaron los investigadores.
"El phubbing se puede haber vuelto normal como resultado tanto de la conducta observada como realizada", escribieron los autores. "En un ambiente donde la gente pasa constantemente de ser productor a ser destinatario de esta conducta, nuestros datos sugieren que se ve como algo corriente".
La mayoría de los entrevistados (el 47,3% de los varones y el 55% de las mujeres) identificó el phubbing como un factor en sus vidas, con una frecuencia de entre menos de una vez por día a tres veces por día; aunque el 46,2% de los varones lo registró como un conducta escasa, el 6,3% de las mujeres lo estimó en hasta más de dos horas por día.
Las especialistas consideraron además que existe un efecto de reciprocidad propio de las interacciones humanas y los intercambios sociales que se pone en juego en el ningufoneo “es tanto positivo como negativo, y tan consciente como inconsciente”.
Los psicólogos de Kent describiron que por ver "la frecuencia con que ocurre a su alrededor", pueden considerarlo normal; también sucede que "en respuesta a acciones que les causan descontento, tienden a cometer un comportamiento de represalia".
Los smartphone causa preocupación por las consecuencias en la salud
Las ventas de smartphones dominan el segmento global de los dispositivos de comunicación. Para Chotpitayasunondh y Douglas, la elección de los teléfonos móviles son preferidos por sobre las computadoras. Y si bien es fácil de manejar y guardar, y simple para navegar en internet, además de estar simultáneamente conectado con los contactos, los psicólogos aseguran que “a pesar de sus obvios beneficios, en los años recientes los investigadores se han preocupado cada vez más por sus potenciales efectos adversos en la salud mental y física, y en la calidad de las interacciones sociales".
"Los usuarios de smartphones que muestran una tendencia a la adicción al teléfono se presentan como más propensos a sufrir problemas de salud, del mismo modo que aquellos que muestran una tendencia a la adicción a internet o a los juegos". Así mismos profundizan sobre las consecuencias y mencionan que la depresión y la ansiedad se presentan con más frecuencia entre los usuarios.
En conclusión: el ninguneo digital o Phubbing "parece tener consecuencias negativas en la comunicación entre iguales, en detrimento de la satisfacción en las relaciones y los sentimientos de bienestar personal", señalaron.
El estudio "Cómo el phubbing se volvió normal" se realizó sobre 276 encuestados para medir sus experiencias de phubbing, cometido y sufrido, y el efecto de "falso consenso" el cual es considerado como ‘opiniones y creencias compartidas’.