Es uno de los espacios más bellos de la montaña mendocina, y ahora tiene nuevos dueños. Tiene ríos, saltos de agua, un lago a más de 3 mil metros de altura, un refugio para escaladores y reina el silencio hasta donde alcanza la vista. Se trata del Cajón de los Arenales, ubicado a unos 14 kilómetros del Manzano Histórico (Tunuyán), por la ruta 94 que llega hasta el portillo Argentino.
La Fundación Piedra Libre se hizo acreedora, recientemente, de un espacio de mil hectáreas en esta zona para asegurarse de que ningún emprendimiento turístico o de otro tipo obstaculice a los deportistas que por allí transitan, sobre todo, en verano. Es en este área se encuentra uno de los centros de escalada más reconocidos a nivel internacional.
El temor de quienes integran la fundación es encontrarse un día con el lugar cerrado por alambradas que les impidan a cientos de escaladores poder hacer uso de la montaña como lo han venido haciendo hasta el momento.
La preocupación es fundada. Es un territorio que, aunque alejado de las grandes ciudades, ha aparecido en reiteradas oportunidades en los medios de comunicación por las tierras en conflicto que allí se disputan varios propietarios. Según denuncian, en Mendoza hay 500.000 hectáreas de terrenos cordilleranos que han sido vendidas a capitales extranjeros con las previsibles consecuencias de inaccesibilidad.
Las últimas noticias de la zona cuentan que en 2016, una empresa comenzó a construir una hostería sin autorización del gobierno. Al día de hoy quedan los restos de aquel emprendimiento que quedó trunco aunque fuentes indicaron que existen iniciativas para reactivar el proyecto.
La compra
Mauricio Fernández, integrante de la Fundación Piedra Libre y reconocido militante de los derechos de los deportistas en el lugar, contó que compraron el terreno y ahora están en proceso de obtención del título de propiedad.
"Lo compramos a uno de los condóminos que forma parte de La Pirca, y definimos cuál es el espacio. Ahora los trámites están en la justicia civil para obtener el título definitivo.
Ya presentamos los planos en catastro y estamos avanzando en esta última instancia", dijo Fernández, quien hace 30 años diseña rutas de escalada en Arenales.
La fundación se hace cargo del mantenimiento del refugio y también de la limpieza de los alrededores. "Nuestra intención es proteger las rocas. Es un lugar especial para el trekking y la escalada, ya que tenemos unas 500 rutas. También tenemos una roca para iniciarse en el deporte", explicó el andinista.
También se logró un convenio con la municipalidad de Tunuyán y Cuyo Radio Club para poner en funcionamiento una red de comunicación VHF para alertar emergencias.
Proteger el recurso
Fernández dijo que a los mendocinos la cordillera "nos queda grande", en el sentido de que es difícil hacerse cargo de un espacio de tales dimensiones.
Además, explicó que hay intensiones para protegerla a través de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la Provincia de Mendoza que conformaron la Red de Áreas Naturales Protegidas, integrada por 17 reservas que componen un 13 % del territorio provincial, la mayoría en áreas montañosas.
Fernández, señaló: "La falta de planes de manejo deja un inmenso espacio de vulnerabilidad. A su vez, algunas reglamentaciones públicas atentan contra un principio esencial, la accesibilidad a estos espacios y el debido cuidado ambiental. Por ejemplo, hoy no se puede acceder al parque provincial más grande de Mendoza, el Parque Provincial Tupungato, pues sus accesos son tierras privadas de paso restringido".
El desarrollo de una zona que cobró prestigio internacional
La historia de quienes buscan proteger el cajón de los Arenales tiene un largo recorrido pero cobra un sentido muy particular a partir de la llegada de Giovanni Pedrazzoli, (ex cónsul de Italia en Mendoza) quien a finales de los ´80 y en compañía del Andinista Mauricio Fernández, comenzaron a trabajar en el concepto de escuela de escalada.
A fines del 2001 un grupo más nutrido de entusiastas impulsados ahora también por Rubén Rodríguez presentaron la Municipalidad de Tunuyán, un proyecto denominado Área de Conservación Municipal con el objetivo de involucrar a las autoridades municipales de aquel momento, con la necesidad de poner en valor este espacio, garantizar su accesibilidad y protegerlo desde el punto de vista medio ambiental.
Sin embargo, las autoridades de ese entonces no comprendieron el planteo y el proyecto se diluyó en algún cajón de la burocracia.
Un espacio único
El Cajón de los Arenales, ubicado a 2500 metros sobre el nivel del mar y en área protegida, está enclavado a tres kilómetros del refugio Portinari donde Gendarmería y Migraciones realizan los trámites correspondientes en caso de querer cruzar a Chile, lo que solo puede hacerse en caballo o a pie por las condiciones del camino.
Como se dijo, es una de las zonas más prestigiosas a nivel mundial para realizar escalada en roca. Las columnas pueden llegar a alcanzar 5500 msnm y es frecuente observar, para los más atentos, cómo los deportistas están "colgados" de sus equipos y son un punto colorido en la gran montaña.
Se estima que llegan unos mil escaladores por temporada, que está dando inicio por estos días, quienes se quedan en el refugio destinado a tal fin que tiene un cartel que indica que pertenece al club de andinistas, y es de libre acceso. También hay un espacio destinado a aquellos que prefieren acampar al aire libre.
En detalle
La Fundación Piedra Libre, cuyos integrantes cumplen 30 años trabajando en el Cajón de Los Arenales, cuenta con numerosos convenios de colaboración con diferentes instituciones locales e internacionales, entre las que se destaca Acces Panam.
Además, cuenta con más de 5.000 adherentes y una notable reputación en el exterior, producto de la gestión que lleva adelante en términos de medio ambiente.
Las autoridades de la Fundación Piedra Libre son: Juan Carlos Coria (Presidente); Lucas Dauria (Secretario) y Adriana Albornoz (Tesorera).