El Reino Unido podría obligar a Facebook e Instagram a deshabilitar el botón "Me gusta" para los menores de 18 años si se implementa un proyecto anunciado hoy por la ICO, el organismo que regula las comunicaciones, que propuso una batería de medidas para mejorar la ciberseguridad de los niños y adolescentes.
La Oficina del Comisionado de Información (ICO, por sus siglas en inglés) presentó esta mañana un código de prácticas con 16 recomendaciones para el "Diseño apropiado para la edad", que proporciona "orientación práctica sobre cómo garantizar que los servicios online salvaguarden adecuadamente los datos personales de los niños".
Entre esas recomendaciones -para todas las redes sociales y servicios online en general- el organismo hizo hincapié en medidas para limitar la recolección de datos personales y de geolocalización, además de recortar las técnicas de "empuje" con las que las empresas buscan mantener a las personas más tiempo conectadas a sus apps.
Los "Me gusta" de Facebook e Instagram no solo le permiten a la empresa estadounidense elaborar perfiles sobre los gustos de los niños, sino que los alienta a compartir más datos y los lleva a pasar más tiempo frente a la pantalla, señala el proyecto del ICO difundido por la cadena BBC.
Algo parecido sucede con las "rachas" de Snapchat, que también podrían ser vetadas para los menores dado que los incentivan a mantener conversaciones consecutivas durante días.
Por otra parte, la iniciativa obliga a las redes sociales a informarles a los niños si sus padres o responsables están monitoreando su actividad online.
Entre otros puntos, la ICO propone que para los niños la configuración de privacidad esté en "alta", con las funciones de geolocalización desactivadas y la publicidad dirigida de forma estándar.
También exige controles de verificación de edad -o a priori tratar a todos los usuarios como si fueran niños- y explicar en un lenguaje claro cómo y para qué se usa la información personal que se recolecta.
La iniciativa atravesará hasta finales de mayo un período de consulta, y se espera que la versión final del código de prácticas (promocionada como una nueva norma internacional) entre en vigencia en 2020.
Las empresas que no se adhieran podrían enfrentar multas de hasta el 4% de su facturación global, lo que en el caso de Facebook significaría cerca de 1.600 millones de dólares.
"Esta es la generación conectada. Internet y todas sus maravillas están incorporadas en su vida cotidiana", afirmó en declaraciones a The Guardian la titular de la ICO, Elizabeth Denham, y siguió: "No deberíamos tener que evitar que nuestros niños puedan usarlo, pero debemos exigir que estén protegidos cuando lo hagan. Este código hace eso".
El código, según se explica en el proyecto, tiene en cuenta los estándares y principios establecidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y establece protecciones específicas para los datos personales de conformidad con las disposiciones del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea.