Con la decisión del tribunal para que el caso sea juzgado como homicidio agravado y no como femicidio, comenzó el lunes el debate por la muerte de Marina Vedia Durán (40) que tiene como imputado a su ex pareja, Luis Alberto Araujo (36).
Tras su detención, en abril de 2017 Araujo había sido imputado por femicidio y meses más tarde la justicia consideró que se trataba de un homicidio agravado en perjuicio de la persona con la que se mantenido relación de pareja.
Ayer, al comienzo del debate los representantes del ministerio Público Fiscal -Darío Tagua, jefe de Homicidios y Gustavo Pirrello, instructor- solicitaron al tribunal colegiado que se volviera a incluir la figura de femicidio pero los jueces desestimaron el asunto, a pedido de los defensores.
El cuerpo de Marina Vedia fue encontrado el 21 de abril del año pasado y su desaparición había sido denunciada el 11 de ese mes.
Una persona que pasaba por la orilla de un canal de riego ubicado en el callejón Grosso (Guaymallén) , a metros del ingreso por calle Starace de Los Corralitos -al ver a unos perros en el lugar- denunció que había restos de un cuerpo humano.
Luego sus parientes reconocieron un calzado y ropa que vestía parcialmente el cuerpo encontrado como los que vestía la mujer la última vez que se la vio con vida.
Ese día Araujo se había presentado en la oficina fiscal 19 de Rodeo de la Cruz para aportar datos sobre la desaparición de ex pareja pero ya en ese momento habría caído en algunas contradicciones por lo que se ordenó su detención.
Estaba embarazada
Ayer, los jueces Mauricio Juan, Ariel Spektor y Nancy Lecek tomaron declaración a Marlene Tejerina, hija la víctima.
La joven explicó que en la noche el 11 de abril de año pasado su madre salió de casa y al día siguiente, cuando se despertó, aún no había llegado por lo que se fue a estudiar. Al regresar, su madre tampoco estaba pero ella pensó que estaba trabajando en un galpón de empaque de verduras, donde los horarios eran rotativos.
La chica se fue a dormir a la casa de su padre la noche siguiente y cuando volvió se dio cuenta que su madre no había vuelto y fue a denunciar la desaparición. “Hice la denuncia y al otro día encontré un folio con un papel que decía que mi madre estaba embarazada. Para mí que era de Luis”, contó la joven al tribunal.
Luego indicó que encontró otro teléfono de su madre donde tenía mensajes, fotos y videos que indican que Marina y Araujo mantenían una relación secreta, luego de que habían convivido durante algunos meses, a fines de 2015.
“Sabíamos que mantenían contacto porque él le mandaba mensajes para que se encontraran. Ella salía un par de horas y volvía”, afirmó la Marlene.
Luego explicó que la familia sospechaba que ella le había prestado 20 mil pesos y que Marina los quería recuperar para viajar a Bolivia, donde estaba su abuela enferma.
“Una vecina me dijo que sabía de la relación y que mamá le había dicho que “él” le tenía que devolver el dinero”, declaró la chica.