Tiempos para sellar o repensar acuerdos

Lo llamativo sería que después de la expectativa por una alianza con Milei, ahora llegase a ser beneficioso para el cornejismo no haber apurado un acuerdo electoral en base a condiciones que han entrado en discusión.

En la edición anterior de este espacio nos referíamos a la importancia de manejar los tiempos políticos en un año electoral. Y apuntábamos, básicamente, a la exitosa estrategia libertaria que le permitió al gobierno nacional suspender por este año, con apoyo del Congreso, las elecciones primarias (PASO). Un ejemplo, decíamos, de cómo manejar los tiempos políticos a favor de las expectativas propias, en este caso de Milei y su equipo.

Indicábamos que probablemente llegase el momento en el que el gobernador Cornejo, un “tiempista” político por excelencia, tuviese que resolver qué hacer con el calendario electoral local, con o sin PASO y en una fecha conjunta con las nacionales o no.

Pero los tiempos corren y previo a ello no faltan quienes ahora comienzan a plantear si realmente le conviene al radicalismo de Cornejo llegar a un acuerdo electoral con la fuerza del presidente, algo que se venía tejiendo con ímpetu en los últimos meses. Como es obvio, nunca faltan las especulaciones, muchas veces al amparo de alguna encuesta que con sus números llegue a abonar lo que se pretende llevar a cabo. Sería realmente curioso un golpe de timón semejante, pero queda claro que hay indicadores del día a día que recomiendan prudencia. Luces intermitentes a respetar.

Lo llamativo sería que después de la expectativa frustrada por la ausencia del presidente en la Fiesta de la Vendimia, ahora llegase a ser beneficioso para el cornejismo no haber apurado un acuerdo electoral en base a condiciones que al poco tiempo entrarían en discusión.

Esa posible pausa en el tejido electoral de este año también lo estarían aplicando los respectivos líderes en otras provincias gobernadas por ex Juntos por el Cambio. La excepción por ahora es la del chaqueño Leandro Zdero, que se anticipó en sellar un acuerdo electoral con La Libertad Avanza. Sin embargo, están los que sostienen que la situación financiera de esa provincia norteña justificaría en gran medida el apuro del Gobernador por encarar ese frente. Probablemente, desfasajes de la larga era de Capitanich en el poder provincial que no han podido ser resueltos por la actual administración.

Por otra parte, la gran tensión que genera en el escenario nacional la previa recién iniciada de la elección de legisladores porteños, también hace que le convenga al radicalismo mendocino mirar con más calma las variables posibles para el resto del año.

Con el cierre de candidaturas de anoche, la campaña previa a la cita electoral de CABA, prevista para el domingo 18 de mayo, servirá como banco de pruebas para la elección nacional, fundamentalmente, pero también para distintos distritos en los cuales, como en Mendoza, las distintas fuerzas partidarias pueden poner en juego su preponderancia o sus perspectivas futuras. Por ejemplo, ¿qué daño en lo referido a votos podrían hacerle Rodrigo Marra a la fuerza libertaria compitiendo desde afuera tras haber sido expulsado por Karina Milei? ¿O Rodríguez Larreta al Pro también sumado a la aventura de desafiar al partido del que fue cofundador, como Marra a La Libertad Avanza?

Ese hasta hace poco impensado escenario porteño puede servir de ejemplo para quienes se encuentren frente a instancias resolutivas complejas para cuando les toque cotejar en las urnas con sus respectivas fuerzas. Mendoza no debería ser la excepción.

Nos referíamos recién a la incidencia de las encuestas. Más de una señala que la confianza en la gestión nacional decayó en los últimos meses, aunque la baja es con relación a números tan altos que llegó a tener La Libertad Avanza que hablar de la posibilidad de una derrota resulta aún muy aventurado. Pero sí se puede hablar de una redistribución del voto según la mirada que tenga la ciudadanía de los distintos espacios y de sus propuestas.

Una inquietud pasa por determinar si le alcanzaría al oficialismo mendocino una posible soledad electoral para sostener el liderazgo y una conformación en la Legislatura que le dé suficiente respaldo a la gestión de Alfredo Cornejo para los dos años finales. Tal vez sí, aunque con un porcentaje bastante menor al que se llegaría a estimar si la elección fuese en alianza con Milei y sus libertarios.

Probablemente esa sea una de las razones por las que Cornejo intensifica semana a semana sus recorridas e inauguraciones en el territorio provincial y aprovecha oportunidades para poner a resaltar políticas que promovió e implementó desde que asumió por primera vez. Entre ellas se debe recordar que una de sus prioridades fue mejorar el servicio de justicia a partir de 2016, con reformas que impulsó fuertemente quien fuese su primer ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, a quien el Gobernador colocó en la Suprema Corte provincial ni bien se produjo la primera vacante en ese cuerpo. Una especie de brazo político ejecutor, claramente, pero también un reconocimiento muy fuerte a un colaborador eficiente y la seguridad de que lo logrado tendría eco en el máximo tribunal de la provincia.

Justamente, en la reciente inauguración de un nuevo año judicial, el gobernador Cornejo destacó una vez más las reformas que en el funcionamiento de dicho poder del Estado fueron implementadas en los años transcurridos. Lo hizo junto a Garay, obviamente.

Volviendo a la escena electoral en gestación, en las filas del Pro mendocino tiene obvia repercusión la tensión generada entre Mauricio Macri y el entorno presidencial. Tensión que creció a raíz del armado de listas para las elecciones de la ciudad de Buenos Aires y que parece haberse consolidado luego de que el ex presidente de la Nación formulara en Córdoba, el viernes, comentarios críticos sobre el empeño presidencial por los asuntos que hacen a la constitucionalidad.

Sin embargo, entre los “amarillos” parece primar la realidad de cada territorio y es por ello que en Mendoza habrá clara oposición al cornejismo seguramente como fuerte espacio integrante de La Unión Mendocina, sello con el que el Pro volvería a presentarse este año. En ese abanico de partidos cabría esperar la participación del Demócrata, de los libertarios locales y de varios otros sectores que ya formaron parte de ese armado en las elecciones locales de 2023.

* El autor es periodista. [email protected]

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