El contexto de incertidumbre en el que los armados políticos en Mendoza atraviesan este año electoral supone analizar todos los datos que la coyuntura nacional ofrece, a cuentagotas, para poder evaluar aquí de la manera más conveniente según cada espacio.
A la falta de definiciones respecto del cronograma y la manera en la que se votará en la Provincia, se suman las múltiples variables que pueden suponer acuerdos o desacuerdos entre las fuerzas, descomposición de frentes, nuevas alianzas o construcciones que alteren el escenario conocido.
Mendoza no escapa a una suerte de particular configuración que cada distrito parece hacer prevalecer frente a la opción básica que podría pensarse como oficialismo y oposición nacional. Es decir, a favor de Javier Milei o en contra.
Los desencuentros en muchas provincias entre La Libertad Avanza (LLA) y lo que se denomina la “oposición dialoguista” y los intentos de confluencia en otras hace pensar que en realidad se impone más el efecto local que el alineamiento nacional. Experiencias diversas que pueden ayudar para las decisiones que aquí se deben tomar en breve. Para el análisis bien sirven dos recientes, una ya definida días atrás -Santa Fe-, y otra en marcha, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Adelante radicales
La contundente victoria de Maximiliano Pullaro a la cabeza de la lista de Unidos para Cambiar Santa Fe, una construcción integrada por el radicalismo, el Pro y el Partido Socialista (al estilo de lo que fue originalmente el Frente Cambia Mendoza -CM- en 2015), abrió en Casa de Gobierno suficientes expectativas. El dato saliente de esa elección fue el no acuerdo con los libertarios, una posibilidad que alientan quienes -puertas adentro de la UCR- quieren que el oficialismo priorice su propuesta electoral alejada de los mileístas.
Pero también, la gran performance del gobernador radical insufló algún aire de esperanza para el futuro del partido desdibujado en el plano nacional, pero con fortaleza en las provincias que conduce (Santa Fe, Mendoza, Chaco, Corrientes y Jujuy) y con protagonismo dispar en otros distritos.
Justamente allí hizo hincapié el cornejismo, al celebrar el triunfo de Pullaro, y resaltar que lo que se impuso es un “radicalismo de las provincias” que “interpreta con eficacia y claridad los cambios que reclama la ciudadanía y logra las transformaciones necesarias”, como publicó Alfredo Cornejo en su cuenta de X. Algo así como un subrayado del denominado “radicalismo que gobierna”, etiqueta que gobernadores e intendentes radicales se adjudican para diferenciarse de aquellos que sin mayores responsabilidades de gestión sólo se dedican a criticar.
Más allá de esto, Santa Fe fue la ratificación de la identidad de un frente con el que en 2023 Pullaro obtuvo la gobernación: un síntoma contundente que alienta a no forzar un acuerdo con los libertarios para el próximo turno electoral en Mendoza. Así también -separados- será en Jujuy, Salta y San Luis el 11 de mayo; pero no en el Chaco, donde sí hubo acuerdo entre radicales y libertarios.
La confirmación de que las “marcas locales”, como CM, pueden mantener la supremacía ante la todavía novedosa LLA es una hipótesis en vías de comprobación. Como bien expresa Roberto “Tino” Stahringer, de la consultora Sociolítica, sobre el fenómeno libertario: “Una persona es la marca, y la marca es una persona”. Y mucho más, como sucederá este año, ya que el propio Milei no aparecerá en la boleta.
Oportunidad kirchnerista
En la línea del no acuerdo con Las Fuerzas del Cielo en CABA, más la disolución de Juntos por el Cambio (JxC) que permitió el triunfo de Jorge Macri como jefe de Gobierno porteño, el nuevo panorama abre ahora serias incógnitas sobre lo que allí sucederá.
Es que los cortocircuitos entre macristas y libertarios impidieron un acuerdo que podría haber condicionado el mapa en el resto del país, pero también contribuyeron a que el propio Horacio Rodríguez Larreta emprendiera su camino fuera del Pro, así como los radicales y la Coalición Cívica (CC). Un proceso de disolución que claramente expone al oficialismo amarillo, no sólo ante la amenaza de un triunfo para el Gobierno nacional que tendrá como candidato al mismísimo vocero presidencial, Manuel Adorni, sino y especialmente al conglomerado que logró encolumnar el kirchnerismo detrás de Leandro Santoro.
Un panorama inesperado para el peronismo que producto de la dispersión y las disputas del antikirchnerismo puede alzarse con una victoria de alto impacto político; pero también, con valor simbólico en la todavía no saldada “batalla cultural” en la que unos y otros parecen inmersos con la única obsesión de tener razón para erradicar al adversario, en vez de sostener en el tiempo procesos virtuosos capaces de cambiarle la vida a la gente.
De este riesgo porteño y la atomización también se debe tomar nota en Mendoza, donde algunas expresiones anti K, proponen dividir más el abanico de opciones aún a riesgo de favorecer o potenciar electoralmente aquello que dicen combatir.
Vísteme despacio
Mientras tanto, aquí las definiciones se dilatan y con ello, la ansiedad de todos los que esperan certezas para su accionar . Esta semana, desde Casa de Gobierno dejaron trascender que no hay apuro ni ansiedad que valga, pues según una interpretación de la ley tendría hasta el 18 de julio para decidir si unifica o desdobla su calendario electoral.
Un movimiento con el que además de estirar la decisión, el gobernador gana tiempo para la negociación con la Casa Rosada y suma indicios para insistir con el acuerdo o decidir la vía autónoma en pos al comportamiento de otros distritos. Todo ello bajo la tesis adicional -también expresada públicamente- sobre que estos comicios de medio término serán mayoritariamente favorables a los oficialismos locales. Otro argumento de peso que Cornejo pondrá sobre la mesa con el mapa nacional más avanzado y definido.
Así las cosas, el gobernador tendrá todavía tres meses más para seguir sopesando la decisión y dejar correr el reloj de la realidad argentina que a cada paso puede deparar nuevas pistas o confirmaciones capaces de afinar el pronóstico para no fallar.
* El autor es periodista y profesor universitario.