Caso de los dos policías muertos: qué pasará con Alberto Petean

La dura imputación en su contra puede hacerlo cumplir perpetua. Pero hay agravantes que deben ser analizados porque pueden ser modificados.

Caso de los dos policías muertos: qué pasará con Alberto Petean
Caso de los dos policías muertos: qué pasará con Alberto Petean

El escenario judicial que enfrenta Alberto Sebastián Petean, el hombre de 33 años acusado de haber apuñalado a su mujer embarazada y de matar a dos policías mientras escapaba el pasado viernes en Luján, es muy complicado. La grave imputación en su contra puede condenarlo a prisión perpetua, aunque comprobar los alcances de algunos agravantes podrían beneficiarlo y recibir una pena más "benévola".

El fiscal de Homicidios, Carlos Torres, imputó a Petean por "homicidio agravado por mediar violencia de género en grado de tentativa" por haber acuchillado a su mujer, Carolina Seser (37), aún internada en el hospital Lagomaggiore. Pero la carátula de la imputación podría variar cuando la causa se eleve a juicio. Abogados consultados por Los Andes estiman que dependerá de la gravedad de las lesiones que sufrió la mujer si se puede determinar que, efectivamente, Petean intentó matarla.

La crudeza de la muerte de los efectivos se llevó la atención de la ciudadanía y, quizás, la imputación por el ataque a la mujer quedó en un segundo plano. Pero ese hecho puede llevar al acusado a pasar 25 años en la cárcel.

"No hay vulnerabilidad por el embarazo pero habrá que determinar la imputación según el tipo de lesión: si es vital, cómo fue consumada o si corresponde la figura de dolo de muerte", analizó un reconocido letrado penal que prefirió no ser citado. Y añadió: "De acuerdo a la imputación, el fiscal ha entendido que esas lesiones estaban destinadas no a perjudicar la salud si no a matar".

Es decir que, teniendo en cuenta dónde fueron los cortes (en el abdomen en el tórax y en uno de los brazos de Seser) y la gravedad de las heridas, se podrá determinar si Petean quiso terminar con la vida de su pareja o sólo provocarle lesiones. La carátula podría entonces variar a lesiones graves o leves en una condena o permanecer como tentativa de femicidio.

"La tentativa es un atenuante previsto en el artículo 42 de Código Penal. Es cuando se comienza la ejecución del hecho pero no se consigue consumar por circunstancias ajenas. Sobre los gemelos en el vientre de la víctima, hay que ver al momento de la individualización de la pena. Hay parámetros mensuradores que los traen los artículos 40 y 41, parámetros como la naturaleza del hecho", explicó a Los Andes el abogado penalista Oscar Mellado.

El consumo de cocaína

La trascendencia del hecho, la repercusión en la agenda mediática y la conmoción en toda la sociedad mendocina generan presiones en los magistrados, tanto a la hora de imputar como al momento de juzgar. Pero, a pesar de la dura imputación, existen aspectos que deberán ser analizados en la instrucción del caso.

Según se informó oficialmente, Petean tenía cocaína en sangre al momento de su detención, luego de que volcara la Ford Ranger en la que escapaba de la Policía. Letrados coinciden en asegurar que de ningún modo el consumo de estupefacientes lo constituyen como un sujeto inimputable.

"Para llegar a ser un excluyente de pena, el consumo de estupefacientes tendría que haberlo dejado en estado de inconsciencia, situación que, a simple vista, no se dio en este caso. También habrá que tener en cuenta el grado de perturbación psíquica que ha tenido el sujeto", analizó Mellado. Petean será sometido a pericias psicológicas y psiquiátricas.

Otro de los abogados consultados aseguró que el consumo de cocaína tiene dos visiones en las que juegan el mayor o menor grado de culpabilidad: para la Fiscalía esa ingesta es un agravante porque, habiendo consumido estupefacientes, el sujeto tiene conductas que de por sí son desajustadas e imprudentes. Y ello agrava la situación.

Pero la defensa de Petean podría argumentar que el guía de montaña voluntariamente se puso bajo efecto de estupefacientes pero que no tenía la conducta e intención de matar si no que sufrió una alteración neurológica y desinhibición de sus impulsos. En ese caso constituye un atenuante, en opinión de penalistas.

La muerte de los policías

Todo indica que el homicidio de los dos uniformados prolongarán la estadía de Petean tras las rejas. Sin embargo, la imputación por “homicidio agravado por la situación de sujeto pasivo y homicidio criminis causa” por el crimen de los dos efectivos también presenta aristas que deben ser exploradas.

La condición de pertenecer a fuerzas de seguridad es un agravante que se agregó al Código Penal en 2002. En su inciso 8, el artículo 80 establece que "se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua al que matare a un miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o penitenciarias, por su función, cargo o condición".

El agravante "por la situación de sujeto pasivo" tendrá que ser probado si se determina que Petean quiso matar a los policías por su condición de tales o si sólo buscaba evadirse. De acuerdo a la lógica de esta última hipótesis, el fugitivo podría haber atropellado a quien se cruzara por su camino, independientemente de que vistiera uniforme.

“Si manejas un auto lo lógico es que no tenés voluntad de matar a nadie, sino de conducir, aunque sea imprudentemente. Si bien estaría probada la conducción antirreglamentaria, hay que determinar si tuvo el ánimo de matar a los policías o sólo el ánimo de escaparse”, especuló un abogado que no quiso ser citado.

Y agregó: "Esa conducción antirreglamentaria y la evasión no llevan necesariamente a la muerte; en este caso se produce por maniobras evasivas. Pero tiene que haber un fin, una acción encaminada a la muerte para aplicar ese agravante. La muerte es un evento fortuito".

Justamente esos argumentos utilizó la defensa de Petean, patrocinada por el abogado Edgardo Izura. De acuerdo a su postura, el acusado se asustó por los disparos que presuntamente efectuaron los policías en su intento por detenerlo y por ello siguió su marcha. "Él estaba enceguecido, preocupado, conmocionado por la persecución de ida y de vuelta que es la más gravosa y a quienes podía pedir ayuda estaban con las armas en la mano apuntándole", opinó Izura esta mañana en contacto con la prensa.

Para Oscar Mellado, esa postura no tiene demasiado sustento. “Si la Policía disparó fue para evitar que el delito siguiera su ejecución. La Policía tiene la obligación de hacer cesar los efectos de delito. Si le han disparado ha sido a la carrocería del vehículo para hacerlo cesar de su acción”, cerró el letrado.

El agravante “criminis causa” también tendrá que ser analizado. Según Izura, esa acusación a su defendido “no encuadra”. “Puede haber manejado temerariamente, imprudentemente y nos puede llevar a un homicidio culposo o, hilando muy fino, a un homicidio con dolo eventual”, afirmó el letrado. Así, desestimó que Petean hubiera arrollado a los policías para ocultar su fuga y el ataque a su pareja.

Desde el lunes por la tarde Petean está alojado en el penal de Boulogne Sur Mer. Mientras, su mujer permanece internada.

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