Frente a una creciente demanda por energías limpias debido al cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de CO2, se propone una alternativa innovadora para aprovechar los canales de riego de la región para generar energía renovable mediante turbinas hidrocinéticas (THC). Este proyecto no sólo promete ser un aporte significativo al uso de energías limpias, sino que también podría beneficiar a comunidades locales al descentralizar la producción de electricidad.
Recurso con potencial adicional
Se estima que Mendoza cuenta con más de 12.000 kilómetros de canales de riego, diseñados principalmente para abastecer de agua a cultivos y viñedos. Una gran parte de estos canales (canales grandes e intermedios) poseen un flujo de agua que permite ser utilizado como una fuente viable de energía. Este proyecto propone aprovechar esa energía cinética mediante las THC, dispositivos que transforman el movimiento del agua en electricidad sin necesidad de grandes obras civiles. La clave de esta tecnología radica en su simplicidad y adaptabilidad. Las turbinas pueden instalarse directamente en los canales, generando energía localmente y evitando las pérdidas que suelen ocurrir en el transporte de electricidad desde grandes centrales.
Esquema de turbina mejorado para aprovechar la energía del agua en canales de riego
Esquema de turbina mejorado para aprovechar la energía del agua en canales de riego
Inicialmente, el proyecto incluye el diseño de un prototipo experimental que incorpora winglets (aleta típica hacia arriba en el extremo del ala de los aviones comerciales) en las puntas de las palas de las turbinas. Estos dispositivos, inspirados en el diseño de turbinas eólicas, aumentan la eficiencia al reducir las pérdidas de energía inducidas por el flujo de agua alrededor de las palas. Se estima que esta mejora podría incrementar la eficiencia de las turbinas por encima de un 10% en comparación con diseños convencionales.
Beneficios ambientales y económicos
A diferencia de las represas u otras formas tradicionales de energía hidráulica, las turbinas hidrocinéticas no requieren alterar el flujo natural del agua ni construir infraestructuras masivas. Esto significa que tienen un impacto ambiental mucho menor. Además, su instalación es más económica, lo que las convierte en una opción accesible para comunidades rurales y agricultores. En términos económicos, las turbinas podrían generar electricidad suficiente para abastecer bodegas, fincas y hogares cercanos a los canales de riego. En una escala más amplia, esta energía podría incluso integrarse al sistema eléctrico nacional, contribuyendo a diversificar la matriz energética de Argentina y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
Desafíos y oportunidades
Como todo proyecto innovador, este también enfrenta desafíos. Uno de los principales es adaptar las turbinas a las condiciones específicas de los canales, como el caudal y la velocidad del agua, para maximizar su eficiencia sin interferir con el riego. Además, será fundamental garantizar financiamiento y apoyo para llevar la tecnología desde la etapa experimental hasta una aplicación a escala real. Sin embargo, las oportunidades son igualmente prometedoras. Este diseño de THC podría replicarse en otras regiones con características similares, es decir, adaptarse para capturar energía de ríos o corrientes marítimas, podría dinamizar la industria aportando un nuevo producto con potencialidad de producción local y además, fortalecer la formación de recursos humanos en áreas de desarrollo tecnológico de generación de energía renovable impulsando el conocimiento y la innovación tecnológica en la región.
Una visión de futuro
En un contexto global donde el 80% del consumo de energía aún depende de combustibles fósiles, según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, 2023), iniciativas como esta son fundamentales para acelerar la transición hacia fuentes renovables. La investigación y el desarrollo de este proyecto se llevarán a cabo en varias etapas. En primer lugar, se diseñará, construirá y probará un prototipo en un entorno controlado, como un canal de agua experimental. Luego, se realizarán pruebas en canales reales de Mendoza para validar la tecnología. Si los resultados son positivos, el siguiente paso será escalar la producción e instalar turbinas a mayor escala. Este proyecto también tiene el potencial de generar nuevos conocimientos científicos y oportunidades de desarrollo tecnológico en Argentina. Este sistema podría ser implementado en otras regiones con canales de riego similares, tanto en Argentina como en otros países. Además, en el futuro, las turbinas podrían adaptarse para aprovechar el flujo de corrientes de ríos o marinas, ampliando aún más su alcance.
Como todo proyecto innovador, este también enfrenta desafíos. Uno de los principales es adaptar las turbinas a las condiciones específicas de los canales, como el caudal y la velocidad del agua, para maximizar su eficiencia sin interferir con el riego.
Este proyecto no solo representa una solución práctica para aprovechar un recurso con potencial adicional no aprovechado, sino que también es un ejemplo de cómo la innovación local puede tener un impacto global. Para Mendoza, y para muchas otras regiones, los canales de riego ya no serán solo una fuente de agua. También podrían convertirse en un motor de energía limpia, accesible y sostenible, transformando no solo la manera en que pensamos la energía, sino también el futuro de nuestras comunidades.
*El autor es es becario posdoctoral del Conicet en el Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico (Imeris). Facultad de Ingeniería, UNCuyo. Recientemente ganó el premio “Distinción Franco-Argentina en Innovación 2024” en la categoría “junior”.
Producción y edición: Miguel Títiro - [email protected]