Edición impresa
Radiografía política en un año electoral
El principal problema del peronismo gobernante es que le falta poder en vez de sobrarle porque Cristina y Alberto se restan en vez de sumarse.
El principal problema del peronismo gobernante es que le falta poder en vez de sobrarle porque Cristina y Alberto se restan en vez de sumarse.
Boudoulandia es un país donde la identidad nacional deja de ser expresada por San Martín, Belgrano, Sarmiento y Perón para serlo por Boudou, D’Elía, Aníbal y Parrilli.
Para avanzar de Santa Cruz al país entero, el kirchnerismo sintetizó el feudalismo conservador y autoritario con las utopías social populistas.
En el Congreso Baglini parecía gozar cuando decía sus geniales discursos. Gozaba como lo hace un buen jugador con la pelota o un mejor pintor frente al lienzo.
El tío Cámpora y el tío Alberto cumplieron el papel de delegados de quien por diversas razones quería pero no podía acceder a la presidencia de la Nación.
Esta semana el presidente estuvo bastante ajetreado, comenzó con la vacunación contra el Covid-19, siguió con la ley de interrupción voluntaria del embarazo y por último con las modificaciones a las jubilaciones.
Rompiendo con Larreta, con la cuarentena eterna, con el velorio surrealista de Maradona y con la vacunación malvinera, Alberto se tiró varios tiros en el pie.
Grabois da autoestima a los pobres pero no con movilidad social sino diciendo que de ellos será el reino de los cielos (y la revolución) solo por ser como son.
El affair de la vacuna rusa repite una conducta del oficialismo que no conduce a nada: improvisación, triunfalismo, visión malvinizadora de la vida y épica de marketing.
El poder político nacional se ha alzado no contra el mal funcionamiento de la justicia, sino contra la justicia constitucional en sí misma.
La vicepresidenta difundió un balance de gestión en un escrito en el que enumera logros de su gestión y critica con dureza a la Corte Suprema.
A las cartas públicas que Cristina le manda a Alberto criticándolo por todo, Alberto le responde a Cristina por los medios pidiéndole perdón por todo.
Líder supremo en la cancha, víctima de sí mismo fuera de ella, el arte de Diego Armando Maradona -ese Picasso del fútbol- conmocionó al mundo. Lo amamos y lo odiamos por lo que veíamos en él de nosotros mismos: el talento que creemos tener y las taras que nos impiden ejercerlo.
El apriete para lograr la impunidad: Parrilli quiere un país donde las leyes se apliquen solo a los ladrones de gallinas y a los poderosos el lawfare.
El setentismo del siglo XXI es la obra maestra del marketing político, creada por Néstor y profundizada hasta las últimas consecuencias por Cristina.
Los fallos de la Corte acerca del traslado de los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli expresan a la perfección la lógica corporativa de nuestras instituciones.
Juntando pedazos dispersos, casi siempre contradictorios, Cristina armó un gobierno que no funciona, y para colmo le ocupó todas sus segundas líneas.
La Vicepresidenta reafirmó todas sus ideas, creencias y prejuicios. Y propone la unidad, aunque posicionándose por encima de todo y de todos.
El presidente enfrenta una realidad que ya no puede controlar. Y el relato crea una realidad donde el delirio es su único contenido. Muy difícil gobernar así.
El analista político, observó durante su exposición que “se requiere una renovación de la clase política”. El experto aclaró que esto es distinto a decir “que se vayan todos”, ya que nadie en el mundo empieza de cero.
Una semana, Alberto Fernández apoya el informe Bachelet sobre Venezuela. Pero la otra semana no sabe cómo desdecirse de las causas por las cuales lo firmó.
El Gobernador obedeció el DNU del Presidente, pero de acuerdo a la interpretación de sus juristas. Así, su espíritu conciliador pudo más que las voces que le pedían romper con la Nación.
Debería el gobierno nacional alegrarse de que aparte de reclamar por sus reivindicaciones particulares y sectoriales, una gran parte del pueblo de la nación argentina salga a reclamar también por las instituciones y la libertad. Por algo que es de todos y no sólo de los que reclaman.