Un vuelco de 180 grados dio ayer la causa por violencia de genero que tiene imputado a Daniel "El Rengo" Aguilera, líder de la barrabrava de Godoy Cruz: su ex mujer y denunciante declaró en el juicio y negó que Aguilera la haya golpeado y amenazado.
Los psicólogos que la asistieron, sin embargo consideraron que al momento de denunciar, la presunta víctima, dio un relato verosímil, consistente y coherente.
Ayer, la ex pareja del conocido barra tombino debió ser llevada por la policía hasta la salda de debates del primer Juzgado Correccional, a cargo de juez Orlando Vargas.
La mujer aceptó declarar ante su ex marido y de esta forma el juez obvió la prohibición de acercamiento que debe cumplir Aguilera quien está en prisión desde el 30 de marzo, día en que su ex mujer lo denunció.
Según declaró ella ese mismo día. Aguilera llegó a su casa, en la manzana "D", del barrio privado Los Aromos del departamento de Godoy Cruz y, en ese momento, se produjo un forcejeo; él la habría golpeado contra un mueble y luego, tras tomarla de los pelos, la habría arrastrado por un pasillo, donde la habría golpeado en la cara y en el cuerpo.
Luego ella se habría logrado zafar de la agresión tras desestabilizarlo y tirarlo al piso.
En la misma denuncia ella sostuvo haber sido amenazada a través de un mensaje de Whatsapp que decía: "lo de hoy no es nada comparado con lo que te va a pasar".
Según la versión de los psicólogos, Aguilera habría ejercido violencia contra su mujer al enterarse que ella salía con otro hombre. La mujer les contó, incluso, que días antes, él la había encontrado en un boliche y, luego, en su casa, habría agredido de forma "simbólica", al romperle con un cuchillo la cartera y los zapatos.
Sin embargo, ayer la ex pareja de Aguilera -frente a las preguntas de la abogada defensora Gemina Venier- modificó sustancialmente la historia y cuando le preguntaron si el imputado la había golpeado y la había amenazado dijo "no".
La presunta víctima dijo que nunca, en 17 años de relación, había sido golpeada por su pareja y sólo se había producido "un forcejeo" en el que ella "se defendía" y que él le había "sujetado de la cara sin querer".
Cuando el juez Vargas le preguntó si no sería que el hombre -al ser discapacitado- se intento sujetar de la cara, la mujer le explicó que "él me pecha y me toma de cuerpo y se tambalea y se agarra de mi cara. Sí, sí, puede ser".
"Ha modificado el relato. Está tergiversando los hechos", alcanzó a decir entonces la fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet.
"Suelen cambiar la denuncia"
La psicóloga Laura Lemos explicaría luego que la presunta víctima padeció una situación de celotipia y mostró una actitud de sumisión ante la desigualdad de poder que padecía tras la separación.
Luego sostuvo que muchas mujeres, luego de sufrir violencia de genero "proyectan la culpa en elementos externos y suele desestimar las denuncias y modificar el relato. Eso es muy frecuente sobre todo cuando no tienen apoyo familiar frente a situaciones de violencia machista".
Luego indicó que no se puede saber cuándo la mujer dijo la verdad (al denunciar o en el juicio) pero lo que no se puede fingir es el "correlato emocional" que tuvo al denunciar, es decir el estado de temor, el llanto y el miedo.
El debate terminará hoy, cuando se realicen los alegatos. Aguilera está acusado de "lesiones leves dolosas doblemente agravadas (por el vínculo y violencia de genero) y amenazas simples" y, de ser encontrado culpable, podría recibir una pena que va de los 6 meses a los 4 años de prisión. A esto habría que sumarle una sentencia de dos años y medio de prisión por "abuso de arma de fuego" a la que fue condenado anteriormente en el juicio que había comenzado como doble tentativa de homicidio.