El próximo 7 de junio arranca el Mundial de Fútbol Femenino en Francia y el 10 debuta la Argentina frente a Japón. El grupo D, del elenco albicelese, no es de los más accesibles. Allí se encuentran Inglaterra, tercera en el ranking mundial; el equipo nipón, que se ubica séptimo y Escocia, en el 20mo lugar. Dentro de este, Argentina sería el más "débil" del grupo, haciendo una lectura simple por el puesto que ocupa: 32°.
Pero hay que ver en qué nivel futbolístico llega este equipo y con cuanto "hambre" de gloria tiene el equipo argentino que busca con esta participación un doble objetivo.
Conscientes las jugadoras que no son favoritas ni potencias, quieren demostrarse así misma que con poco, pueden demostrar que hay potencial y nuevas promesas. Sus reclamos por igualdad de condiciones y mayor apoyo en la pasada Copa América tuvo reacción en la AFA. Y con lo mínimo en condiciones de preparación, Argentina volvió a un Mundial después de 12 años.
El segundo gran objetivo es mejorar su ubicación en el ranking, que también habrá dependido del tiempo de amistosos y trabajo previo.
Las jugadoras argentinas no solo buscan vidriera hacia equipos extranjeros, ellas además necesitan ser visibilizadas y reconocidas en este, su propio país.
Argentina tiene jugadoras de reconocimiento internacional y de destacadas trayectorias que anoche frente a Uruguay en San Luis dieron una muestra de lo que pueden entregar.
Puede decirse que se jugó contra un equipo que no clasificó a Francia, y que está 42 posiciones más abajo que la albiceleste.
Sin embargo, hubo pasajes en que Uruguay presionó y lastimó y eso sirvió para alertar a Borrello, de cara al Mundial. Todo sirve.
El enfoque del uno por uno de Argentina
El juego colectivo de Argentina tuvo ritmo, a veces pausado, pero siempre considerando las asociaciones y priorizando la circulación.
Pasando por la mendocina Estefanía Banini se intentó armar el ataque pero se buscó también los andariveles con Bonsegundo y Larroquete. Y quien la rompió y sacó la chapa de campeona (por la Champions League con el olympique de Lyon) fue Soledad Jaimes. La “9” demostró que es un toro en el área e imparable para las centrales rivales.
Sin embargo, se la vio sola en esa lucha frente al arco y pocas penetraciones tuvieron sus extremos.
En el medio campo, el balón circuló con el doble “5” que no tuvo mucho trabajo en la distribución, aunque si en la contención para salir jugando desde los costados. Pasada la primera media hora, Uruguay comenzó a complicar. Tanto Santana como Bravo, y después Benítez, fueron un punto regular en el que Argentina tendrá que fortificar.
Y la última línea, tuvo a una guerrera Sachs por la derecha donde las uruguayas buscaron arrimarse; y Stábile, quien contuvo la variante uruguaya. Las centrales, Barrosos y Cometti tuvieron pocas intervenciones, pero en esas estuvieron exigidas.
Para finalizar, un punto favor para la promesa Solana Pereyra, que con sus 20 años, tuvo su impronta bajo los 3 palos. Mientras que Correa, de basta experiencia y con dos mundial y un Juego Olímpico en su haber, tuvo dos aciertos y un error, el del gol de Uruguay para el descuento.
Argentina se despidió con esta Copa Río de La Plata en la Punta, San Luis, y dejó varios puntos que Borello deberá corregir pensando en Francia. Pero más allá de la meta inmediata, lo que se intenta en toda esta lucha es el crecimiento. Y ver que estas chicas consagradas lo sigan teniendo, también es inspirador para las futuras figuras que vestirán la celeste y blanca.