La alergia en los perros es una reacción del sistema inmunológico contra un "invasor" (o alergeno), que puede ser cualquier componente que el organismo interprete como una agresión a él. Los síntomas de la alergia en el perro, por lo tanto, son una respuesta de la piel a eso, una especie de defensa, según explica la médica veterinaria Bárbara Freire.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y forma una barrera contra el medio ambiente, a través de la cual evita agresiones de microorganismos, agentes químicos y lesiones físicas. Así, ese órgano tiene la capacidad de reflejar todo lo que ocurre en el cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia en el perro?
Las principales formas de manifestación para identificar la alergia son picazón intensa, enrojecimiento en la piel, heridas en la piel, caída del pelo, lamedura excesiva (en las patas, hocico, dorso y otros), inflamación del oído (otitis), vómito, diarrea y dificultad respiratoria en algunos casos.
Causas de la alergia
La mayoría de las alergias en los perros suelen ser causadas por pulgas y garrapatas, generadas por componentes presentes en su saliva, que se colocan en la piel durante la picadura. Esto se conoce como Dermatitis Alérgica a la Picada de Ectoparásitos (DAPE).
Otra opción es la hipersensibilidad alimenticia (HA), que se refiere a alergias a fuentes de proteínas y carbohidratos ingeridos en la alimentación. Los alergenos más comunes para los perros son la carne vacuna, de pollo o de cordero, la soja, el maíz y el trigo.
Estos ingredientes están presentes en la mayoría de los alimentos comerciales para mascotas, además de los colorantes y conservantes.
Aunque el perro nunca haya presentado alergia a lo que come, podrá desarrollarla después de un tiempo. Por eso, ofrecer una alimentación natural puede ser una alternativa a tener en cuenta en estos casos.
La dermatitis atópica es otra posible causa debido a las innumerables sustancias presentes en el ambiente. Los motivos de la atopía todavía no se conocen, pero se sabe que los alergenos pueden ser absorbidos, inhalados o ingeridos.
Algunos canes tienen una deficiencia en la barrera cutánea de la piel, causada por la falta de un componente llamado ceramida. De esta forma la piel se vuelve permeable, facilitando la entrada de alergenos (ácaros, polvo, hongos, bacterias) a través de ella, lo que favorece las alergias.
Diagnóstico y tratamiento
Un mismo perro puede tener más de un tipo de alergia, lo que dificultará aún más el diagnóstico. En principio, el veterinario necesitará realizar una evaluación del animal y excluir cada una de las posibilidades, hasta identificar exactamente la causa de la alergia en perro.
Una vez diagnosticado, el profesional indicará el tratamiento de acuerdo a cada uno de los tipos de alergia: el uso de antipulgas o garrapaticidas, la aplicación de productos de limpieza específicos, dietas de exclusión de ciertos alimentos, alimentación natural, o tratamiento con medicamentos para reducir la inflamación (corticoides, antihistamínicos y antibióticos si hay infección secundaria por bacterias); además de tratamientos naturales, como la homeopatía.
Pautas a seguir para eludir síntomas
Como hay muchos causantes de la alergia en el perro, la prevención depende de identificar el alergeno y mantener al animal lejos de él.
Los ectoparásitos de los perros (pulgas y garrapatas) pueden infestar lugares como jardines, la casita, suelo de cemento y madera, marcos de puertas y ventanas, grietas en el piso y muchos otros. Por eso es importante mantener al animal protegido con productos específicos y observar su pelo con frecuencia para verificar si hay parásitos.
En el caso de la alergia alimentaria, no es posible predecir cuándo el perro desarrollará sensibilidad a un alimento. Sin embargo algunos suelen ser alergénicos. En ese caso es aconsejable modificarles la alimentación según indicación veterinaria.
Para los perros atópicos, es recomendable evitar el contacto con los agentes alergénicos presentes en el ambiente, si se logra identificarlos.