Aquel lejano torneo Apertura de 2003, para los chicos de sexta división, fue el puntapié inicial de una campaña que el domingo sumó una nueva estrella. Trece años después de ese título, ya en la primera de la entidad de Dorrego, viven una temporada inolvidable; además de escribir su nombre en el historial de la Liga Nacional A de clubes, en el sintético del Estadio Malvinas, Alemán alzó la copa del Clausura.
“El técnico nos pide que hay que ser individualistas cuando es necesario”, sostenía por ese entonces el delantero Mauro Valencia. Ese chico que marcó el quinto y último gol de la final, en el clásico entre vecinos, ante Leonardo Murialdo (5 a 2). Un contragolpe que definió en solitario.
“La verdad es que siempre jugué de la misma manera: creciendo y asumiendo responsabilidades. Hoy me toca ser el capitán y hay que estar en todos los detalles, que son muchos de hecho”, afirmó el delantero de 27 años.
Alemán ha construido una sólida imagen colectiva, su juego se basa en la velocidad, la entrega y en su precisión en los pases.“Nos exigimos al máximo y no paramos de entrenar. Por suerte nos metieron en la cabeza que es la única forma de mantenernos en los primeros puestos. Es para destacar a Mariano y Martín (el cuerpo técnico) que dan el 100% por nosotros”.
Alemán repitió la fórmula del éxito y le dio resultado. En 2015, ganó el Clausura tras vencer en la final a Andino (4 a 2). Rival al que superó, este año en semis, con los tantos de Agustín Rodríguez y Mauro Valencia. La corona, estaba más cerca, ese fue el “objetivo” que se trazaron en los últimos meses.
Los protagonistas confesaron que cambiaron su rutina de trabajo, que el plantel decidió entrenar todos los días persiguiendo la corona. “En el Clausura el equipo sacó a relucir su categoría. Es un equipo ambicioso, que siempre busca crecer”, puntualizó Caicedo.
Bajo la lupa
“Humildad, sacrificio y compañerismo. Yo creo que son esas tres palabras las que nos hace llegar a cada final”, explicó el defensor Lucas Pérez.
Sobre la dinámica que el equipo agregó: “El preparador físico, Martín Domínguez, nunca nos dejó de hacer correr y las ganas que tenía de entrenarnos fueron un gran estímulo para nosotros. Ese trabajo que realizamos fue clave para ganar soltura en el juego y también confianza”, destacó Lucas Pérez, quien este año también fue parte de la Selección mendocina mayor.
“Uno de los momentos más importantes del Clausura fue cuando le ganamos a Vistalba (5 a 1), jugamos con un equipo formado en su mayoría por los más chicos y eso nos ayudó como grupo. Aprendimos que todos nosotros estamos a la altura de jugar y de asumir responsabilidades en los partidos difíciles”, puntualizó el defensor.
El técnico Dixit: "Es un orgullo poder entrenarlos"
“Para mí es un orgullo muy grande tener la posibilidad de poder entrenar a mis amigos y que ellos se esfuercen al máximo buscando la excelencia en el juego, para lograr los objetivos que nos habíamos propuesto”, sostiene el entrenador Mariano Caicedo.
“El objetivo siempre es hacer un juego dinámico y plasmar un buen hockey sobre la cancha. Como club nos identifica la calidad de nuestros jugadores y también la garra del equipo. Son un grupo muy apasionado”, agregó el ex volante de los Albos.
“Mi equipo ideal, en este momento, es aquel que tiene que defender los colores del club Alemán. Todos los jugadores, por lo que aportan técnica y humanamente al grupo, son muy importantes para nosotros”, detalló el estratega del plantel que este año también se coronó como el mejor del país. “Aprendo todos los días de los chicos y de muchas personas más que están cerca mío, aconsejándome y apoyándome incondicionalmente. Y de quien más aprendo es de mi mamá (Roy Felix) por su perseverancia y empuje”, finalizó Caicedo.
