Después de su paso rutilante por el Festival de Cine de Cannes este año, donde en la sección Un certain regard exhibió su nueva película "Muere, monstruo, muere", Alejandro Fadel se presentó por primera vez frente al público argentino en el Festival de Mar del Plata. Lo hizo, pues, con esta película que fue íntegramente rodada en Mendoza. La misma que, como sostiene, "fue un impacto espiritual fuerte" porque lo reencontró con los paisajes de la primera etapa de su vida y su propia gente.
"Muere, monstruo, muere" es una película que se ubica en el género terror pero que desde allí, como lo hicieron cineastas como Abel Ferrara, George Romero o John Carpenter, plantea preguntas filosóficas en torno al lenguaje y el poder. Lejos de ciertos parámetros comerciales - dura más de dos horas- y cerca de una película autoral de género, "Muere, monstruo, muere" retoma ciertos estereotipos de masculinidad para reconstruirlos.
En exclusiva, después de la cálida recepción que tuvo el film, Alejandro Fadel conversó con Los Andes.
- Mencionó hace un momento que la película es de alguna manera paradojal porque surgió como un documental, por las ganas que usted tenía de filmar en las montañas, y sobre eso se fue construyendo la ficción. ¿Cuáles son las locaciones del film?
- Hicimos una especie de "road movie" por toda la provincia. Filmamos en Capital, en Las Heras, Uspallata, Potrerillos, la Carrera, Tunuyán, Tupungato, San Rafael y Malargüe. También filmamos en el Hotel Sosneado camino a Las Leñas, una locación muy difícil de acceder.
- ¿Cómo recibió la provincia el proyecto? ¿Tuvo que tramitar distintos permisos para poder acceder a esos lugares?
- La provincia era parte del proyecto desde el comienzo. Les pedimos un apoyo y nos dieron uno bueno durante la filmación y resta otro que está en camino. La Secretaría de Cultura siempre tuvo buena predisposición, la gobernación y los Parques Nacionales, también.
- El habla de la película es bien particular porque la mayoría de los actores se expresan como se escucha en Mendoza. Incluso con esa intertextualidad tan propia donde las palabras chilenas se entrecruzan. Esto ¿fue buscado?
- Sí, por eso quería trabajar con actores mendocinos. Victor López aporta en imagen y sonido eso que yo quería trabajar: los límites del lenguaje.
- Hay un componente filosófico y hasta semiótico en el film. Este tema de la palabra y hasta donde esta puede llegar, o no, a dar cuenta…
-Yo quería trabajar conceptualmente con qué pasa cuando las cosas no se pueden decir, no se pueden nombrar. Muchas veces eso tiene que ver con estados de enamoramiento, pero también con estados de ansiedad, de angustia.
- El tema de lo siniestro está trabajado en la película: el contraste entre la belleza del paisaje y el mal. Con respecto a este último pareciera que es transversal, que está en todos, en cada uno esperando por salir. ¿Qué piensa?
-Yo creo que la película trabaja con la pregunta de qué es el monstruo, qué es lo monstruoso. Y también sabía que estaba narrada desde el punto de vista de los hombres: quería trabajar cierto tipo de masculinidad. En ese sentido pensé mucho en "La Cosa" de Carpenter que pasa de ser una película de los años cincuenta donde el mal está afuera y luego da vuelta eso y el mal parece que puede esconderse en el otro, que puede pasar de uno a otro como una especie de virus.
-Hay muchos guiños genéricos en el film. Uno podría ser la representación de los policías inoperantes...
-Todos esperan que la solución venga de afuera. Por eso la película es ambigua. No es una denuncia sobre cierto tipo de masculinidad sino una especie de juego sobre cierto mal que no tiene que ver con el Diablo sino que es la pura desidia, es no tener la voluntad de que las cosas cambien y sucedan.
- ¿Cómo convocó a los actores de Mendoza? ¿Los conocía?
- Alexia Salguero hizo el casting, abrimos una convocatoria general a la que se presentaron 500 personas. A mí me interesaba ver actores, no actores, artistas de distintas formaciones. Me asusta un poco la idea de profesionalismo, de que venga un actor y haga su trabajo con sus herramientas. Me parece que hay algo de la persona que interpreta al personaje y eso se funde con el guión. Fue una gran sorpresa encontrarme con los super talentosos actores mendocinos que no conocía por vivir en Buenos Aires. Y hacen de la película algo mejor de lo que podía prever.
Favorita de las asociaciones
El 33° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), uno de los quince festivales de cine más importantes del mundo y único clase A de la región entregó los premios no oficiales en los que se destacaron realizadores de Argentina, la región y el mundo. "Muere, monstruo, muere", de Alejandro Fadel, resultó la película más premiada. Las distinciones al film fueron cuatro.
Una: AADA (Asociación Argentina de Directores de Arte Audiovisuales), decidió premiar el trabajo de Laura Caligiuri como Mejor Dirección de Arte de Película Argentina.
Dos: SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música) le dio Mejor Música de Película Argentina.
Por SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes), Víctor López recibió el Patacón Estímulo al Mejor Actor Argentino.
Finalmente, la SAE (Sociedad Argentina de Editores Audiovisuales) premió a Andrés P. Estrada como Mejor Edición de Película Argentina.
Nuestros monstrous
Es un acierto que el cine argentino trabaje con actores de la locación donde se filma una película. Victor López y Tania Casciani le aportan al film algo disinto. López estudió en la Universidad de Cuyo dos años y después se formó en otras instituciones. Llegó al casting casi de casualidad: "Con la directora de casting nos encontramos en otra situación y me dijo 'mirá que hay esto y es para vos. Tenés que ir al casting y vas a quedar porque sos vos'. Y fui y quedé en el rol de Cruz".
Tania es egresada de la Universidad de Cuyo como Licenciada en Arte Dramático y Profesora de Teatro. Es una de las actrices de teatro de la provincia y actualmente tiene dos obras en cartel: "Una de gángster" y "Reflejos". En su caso participó de una convocatoria multitudinaria en la Nave Cultural y luego de tres instancias le comunicaron que interpretaría a Francisca.
Los ganadores del festival
"Entre dos aguas", del español Isaki Lacuesta, ganó el premio a la Mejor Película de la Competencia Internacional.
El jurado integrado por María Alché, María Bonsanti, Valèrie Massadian, Luis Miñarro y Andrei Ujica eligió una historia en la que el documental y la ficción se resiginifican en una experiencia física y conmovedora. Además su protagonista, Israel Gomes Romero, fue elegido como Mejor Actor de la Competencia Internacional.
En la misma competencia, Judy Hill fue reconocida como Mejor Actriz por "What You Gonna Do When the World's on Fire?", quien fue ovacionada y agradeció todo el apoyo del público. Hill celebró, además, la premiación de su director, el italiano Roberto Minervini, quien se llevó la estatuilla a Mejor Dirección. Mientras que el Mejor Guión fue para "Belmonte", del uruguayo Federico Veiroj.
El premio especial del jurado fue compartido por "Chuva é cantoria na aldeia dos mortos" de João Salaviza y Renée Nader Messora, y "Vendrán lluvias suaves" del argentino Iván Fund.
El jurado de la Competencia Latinoamericana, integrado por Adam Cook, Camila Donoso y Lee Sang-yong reconoció a "Fausto" de Andrea Bussmann con el premio a la Mejor Película; mención especial del jurado al largometraje "Las cruces" de Teresa Arredondo Lugon y Carlos Vásquez Méndez. El premio a Mejor Cortometraje fue para "El cementerio se alumbra" de Luis Alejandro Yero.
En la Competencia Argentina, "El árbol negro" de Máximo Ciambella y Damián Coluccio fue elegida como Mejor Película; en tanto que los cortos "Aquel verano sin hogar" de Santiago Reale y "Mientras las olas" de Delfina Gavalda y Carmen Rivoira compartieron el premio a Mejor Cortometraje. La mención especial del jurado fue para "Julia y el zorro" de Inés Barrionuevo.
En la Competencia Work In Progress se premió como mejor proyecto a "Los conductos" de Camilo Restrepo. En Estados Alterados, la nueva categoría incorporada a los premios oficiales de esta edición, se eligieron a "Chaos" de Sara Fattahi y "Casanovagen" de Louis Donschen en la categoría Mejor Película. A su vez, el Premio del Público fue para "If beale street could talk" de Barry Jenkins. Además, en la Competencia Banda Sonora Original, la película ganadora fue "Los knacks: déjame en el pasado" de Mariano y Gabriel Nesci. Por su parte, Crítica Joven premió a la mejor ópera prima internacional a la película "Terra franca" de Leonor Tales. Y CINE.AR eligió a "Mientras las olas" como Mejor Cortometraje.
En la ceremonia de clausura fue homenajeado con el premio a la trayectoria a Mark Berger, ingeniero de sonido y 4 veces ganador del premio Oscar,
