Andrés Vavrik, presidente de la específica de Ganadería de la Cámara de Comercio de General Alvear, plantea que la apertura de mercados internacionales no ha tenido aún un impacto positivo en la producción ganadera local, abocada a la cría de terneros. De hecho, el precio de éstos está por debajo del de los novillos, lo que configura una situación atípica. Espera que los precios repunten en la primavera y aboga porque el sur mendocino se empiece a dedicar al engorde en las tierras bajo riego que abandona la agricultura.
-Hace unos meses, General Alvear estaba afectado por la sequía, ¿mejoró la situación?
-En el otoño y la entrada del invierno ha llovido, pero no llueve pasto (bromea). La recuperación va a ser muy lenta y esta mejora en los regímenes de lluvia se va a tener que mantener hasta la primavera para que podamos empezar a hablar de un año bueno.
La lluvia ha servido de paliativo para poder aguantar, pero estamos lejos de tener solucionado el problema de la sequía.
-En cuanto a los precios, ¿han mejorado?
-No. Seguimos con precios muy malos de la invernada. El ternero sigue bajísimo. Ya no sabemos bien a qué se debe, porque la oferta empieza a decaer, pero el precio no mejora. Estamos a la espera de que esto repunte.
-¿Cómo están enfrentando esta situación los productores?
-Los que pueden, retienen, pero la mayoría tiene que vender barato. No les queda otra opción. Los más beneficiados son los recriadores y los propietarios de feed lots, que están pudiendo reponer y llenar sus corrales con muy poca plata. Con lo que vale hoy un novillo están comprando tres terneros.
Yo no conozco otra situación en la que el ternero haya valido menos que el gordo. Es un caso totalmente atípico, porque siempre el precio del animal va bajando a medida que es más pesado. Hoy tenemos el gordo a 68 pesos el kilo y el ternero a 59. No tiene lógica.
-¿Por qué está pasando esto?
-Suponemos que por el problema que hay de expectativas. Nadie está pensando en negocios largos con la ganadería. Están todos especulando. Si bien estas nuevas noticias en cuanto al mercado internacional son alentadoras, todo el mundo está mirando a ver qué pasa con las elecciones.
-¿Se espera una mejora para fin de año?
-Sí. El reacomodamiento en los precios tiene que venir. Históricamente, setiembre y octubre son los meses en que el ternero recupera. Vamos a ver si se cumple la regla este año, porque hay muchas reglas que no se han cumplido. Necesitamos que el precio del ternero se recupere para poder seguir produciendo.
-¿Qué posibilidades ofrece a la ganadería mendocina la apertura de nuevos mercados internacionales?
-El mercado internacional de la carne, para nuestro sector, en el sur, es bastante ajeno. Siempre repercute, pero de modo indirecto, porque no somos predominantemente productores de carne al público y menos de novillo de exportación. Se habla mucho, ha generado esperanza y expectativas, pero tenemos que ir viendo cómo se desenvuelve.
Nuestro trabajo dirigencial está centrado en cambiar la matriz de producción. Para poder empezar a participar en esa parte del negocio tenemos que producir en tierras bajo riego y sumar esos kilos que se engordan en otros lugares. Es un proceso que tenemos que transitar, que va a ser largo, pero debemos comenzar ahora para que cuando el acuerdo con la Unión Europea empiece a generar negocios.
-¿El principal obstáculo son las inversiones que demanda?
-Se está hablando mucho de la ganadería bajo riego en la zona. Se están analizando algunas ordenanzas municipales e intervienen Irrigación y el INTA. Lo bueno es que el tema está instalado, pero somos conscientes de que dependemos de una transformación total de la agricultura tradicional del sur. Se requiere de una inversión en la optimización del riego y un cambio cultural en las labranzas y cultivos tradicionales.
Estamos hablando de transformar nuestras fincas en unidades de producción de forrajes y cereales destinadas al engorde de hacienda.
-Precisamente se están perdiendo hectáreas dedicadas a frutales en ciertas zonas…
-Nuestra postura es que el abandono que se está produciendo en la fruticultura y la viticultura de lugar a que esas tierras y ese agua se destinen a la ganadería bajo riego, pero dependemos de la optimización del recurso hídrico y para eso hace falta financiación.