DNU de Milei: Alberdi versión 2023

Este DNU es el desafío y el prospecto de transformación más profundo y fenomenal, desde las Bases y el Sistema Económico y Rentístico del prócer argentino.

Javier Milei, presidente de Argentina. (AP)
Javier Milei, presidente de Argentina. (AP)

Si bien tengo diferencias en algunas cuestiones financieras, monetarias, cambiarias y fiscales con lo hecho por Milei hasta ahora (lo conozco desde el 2015 cuando todavía no era tan popular, tengo discusiones sobre teoría monetaria con él guardadas en mi privado de X, la ex Twitter), por nobleza, debo señalar que este DNU es el desafío y el prospecto de transformación más profundo y fenomenal, desde las Bases y el Sistema Económico y Rentístico del gran Alberdi.

Es un trabajo tan minucioso, que da estupor el sólo pensar lo que los políticos le hicieron a la Argentina en general y a su economía en particular durante los últimos 100 años. Encontraron 380.000 regulaciones, restricciones, prohibiciones, normativas, que trabaron el quehacer de los argentinos de una forma que llevaron a convertir a la Argentina, en una de las villas miserias más grandes del planeta; luego de ser el primer país del mundo, medido en PBI per capita, en 1895/1896.

De todo lo mencionado en el DNU, me voy a detener en dos aspectos que creo son la médula ósea no sólo del devenir económico y financiero sino del planteo alberdiano que tiene la propuesta de Milei: Competencia de Monedas y Libertad de Contratos.

Milei detalló por cadena nacional su DNU para desregular la economía argentina y estuvo acompañado de su gabinete.
Milei detalló por cadena nacional su DNU para desregular la economía argentina y estuvo acompañado de su gabinete.

En el primer caso, la posibilidad de que se puedan celebrar todo tipo de acuerdos, contratos, etc. en la moneda que las partes quieran, es un avance tremendo no sólo en términos de la defensa irrestricta de la libertad y la propiedad privada (dos de los derechos que existen, el otro es el derecho a la vida, todo lo demás es verso), sino que es el certificado de defunción anticipado del peso argentino y su nefasto “curso forzoso”; y de la posibilidad que los políticos, burócratas y tecnócratas de turno, puedan estafar a la gente con “políticas monetarias”, un delito que sólo pueden cometer “legalmente” los gobiernos (si yo imprimo billetes en mi casa me llaman estafador y falsificador, mientras que si lo hacen los gobiernos se llaman “políticas monetarias”, como muy bien lo resumió el personaje del Profesor en la serie La Casa de Papel).

En el segundo caso, establecer que el artículo 958 del Código Civil y Comercial sólo es aplicable de forma supletoria, implica liberar a las partes y que el contrato que firmen sea ley, una especie de “Common Law a la Argentina”, lo que además, le quita poder a la Justicia en cuanto a su poder discrecional en la aplicación de los famosos “códigos”, en cuestiones entre privados, donde nada tiene que hacer más que auditar que se cumpla lo pactado y firmado entre ellas (en el ecosistema Blockchain ya existe resolución de conflictos basados en Blockchain, sin intervención judicial con una eficiencia tremenda).

Y falta más dijo Milei. No me cabe duda que falta más. Ojalá sea este el verdadero comienzo de una nueva Argentina, la que soñaron Alberdi, la generación del ‘37 y la del ‘80 (y que la lograron dicho sea de paso). Que Milei sea el que pueda llevar a cabo, aquella frase del gran tucumano: “La riqueza necesita del estado, lo mismo que Diógenes le pedía a Alejandro: que no le haga sombra”.

*El autor es CEO de Value international group

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