Las Highlands y el monstruo del Lago Ness

Un paseo por Edimburgo, capital de Escocia, y sus principales atractivos. Los campos de golf, los pubs y el whisky.

Las Highlands y el monstruo del Lago Ness
Las Highlands y el monstruo del Lago Ness

Después de recorrer Inglaterra tomé un autobús nocturno desde Londres con rumbo norte hacia Edimburgo, la capital de Escocia.

Arribé a la mañana siguiente y me recibió una suave llovizna. Mientras caminaba buscando mi hostel en la Old Town supe que me iba a gustar.

Enormes construcciones de piedra gris dominaban el paisaje ciudadano. Hacia mi derecha detecté entre la niebla la solitaria fortaleza del Castillo Real ubicado a 135 metros de altura.

Mi primer paseo fue en la Royal Mille, la calle principal. Entré a la catedral de Saint Giles edificada en 1120 donde cada año se siguen reuniendo los Caballeros de la Corte de San Andrés designados por la Reina. Es reconocida por sus coros y conciertos de órgano.

Tuve ocasión de escuchar un ensayo. Detrás de la Catedral se emplaza el edificio donde funcionó el Parlamento Escocés hasta 1707.

Muy cerca de allí una placa  recuerda el lugar donde George Bryce fue ahorcado por cometer asesinato en la que fue la última ejecución pública del país el 21 de junio de 1864.

Más arriba de la Royal Mille hay un museo que no puede faltar en estas tierras: el del Whisky. Más que un museo es una experiencia sensitiva.

La visita comienza sobre un carro con forma de tonel que te traslada por un riel mientras imágenes holográficas y filmaciones muestran el proceso completo de la elaboración del whisky dentro de la destilería y una audioguía cuenta historias sobre la bebida nacional.

En el segundo piso son las degustaciones. Te dan a escoger cinco tipos de whisky según la región de origen. Probé uno del sur que tenía un fuerte dejo ahumado. Al terminar te regalan la copa.

Bajé hasta la iglesia Canongate de 1688. Detrás de ella hay un cementerio donde está enterrado el economista Adam Smith, padre del sistema financiero actual.

A solo treinta metros de allí me deleité con la infusión más famosa del Reino Unido: el té. La casa se llamaba Clarinda´s y hace honor a la amante y musa inspiradora del gran poeta escocés Robert Burns.

Clarinda también duerme su eternidad en el cementerio colindante. Ordené té clásico con scones pero se habían terminado y los reemplacé por una porción de tarta de manzana.

Me vino bien para entrar en calor pese a que era verano en Europa. En esas latitudes da la impresión de vivir en invierno todo el año. Un cuadro de la hermosa Clarinda dominaba el salón con estupendas vistas de las verdes montañas de Edimburgo a lo lejos.

Estaba alojado a pocos metros del Grassmarket, una zona de puestos callejeros y una alta concentración de pubs. Los locales se jactan de que Edimburgo es la ciudad europea con más pubs.

No puedo certificar este dato pero la verdad que hay uno al lado de otro y se hace difícil escoger donde gastarse una libras.

La mayoría ofrecen números musicales en vivo para atraer clientes. Las noches de verano tienen corta duración.

Oscurece a las 11pm y a las 4 am Febo asoma nuevamente.

En Inglaterra estuve en Wimbledon y Wembley, las cunas del tenis y el fútbol. En Escocia era imposible no ir a Saint Andrews, la casa del Golf.

A 160 kilómetros de Edimburgo se encuentra esta pintoresca población sobre el Mar del Norte. Un recorrido de 2 horas en bus me dejó en el lugar soñado por todos los golfistas del mundo: el Old Course, la cancha más añeja del golf que se practica en estos parajes desde hace 600 años. El Rey Jaime II comenzó a popularizar este deporte en 1457.

Desde 1873 se juega aquí The Open Championship el torneo más importante de la tierra. El único argentino que levantó esta copa es el Maestro Roberto De Vicenzo en 1967.

A pocos pasos se erige el Museo Británico del Golf donde se cuenta con detalles la historia de este deporte. Atravesé el significativo Swilcan Bridge del Hoyo 18 rumbo a la playa lindera donde metí solo los pies debido al clima fresco y el infaltable viento.

En estas arenas de West Sands se rodó la recordada escena de los corredores de la película “Carrozas de fuego” ganadora del Oscar en 1981.

Faltaba la música de Vangelis sonando como fondo entre las olas. Volví al campo y me di el gusto de hacer unos tiros. Por solo dos libras se alquila un putter y una pelota para probar puntería en el putting green del Himalayas.

En esta ciudad comenzó la historia de amor entre el Príncipe William y Kate Middleton cuando estudiaban Historia del Arte en la prestigiosa universidad Saint Andrews, la más antigua de Escocia.

Faltaba un viaje rumbo al enigma, a la leyenda del monstruo del lago Ness en las Highlands, las paradisíacas Tierras Altas. Es un recorrido de cuatro horas por lugares de belleza sobrenatural como Glencoe, Fort Williams y Pitlochry, un pueblito de ensueño con casas de piedra gris y cuidados jardines con flores.

Un gaitero nos dio la bienvenida justo en el límite entre las tierras bajas y las altas. Llegamos a la ciudad de Fort Augustus en la región sur del Ness.

Con Julia, una argentina de Bahía Blanca que trabajaba en Londres, abordamos el barco ansiosos por descubrir a Nessie. La leyenda comenzó en 1933 cuando el señor Gray tomó una foto bastante borrosa en la que se aprecia a un extraño ser de cuello largo y cuerpo voluminoso nadando en las aguas.

Los diarios locales difundieron la instantánea y enseguida tuvo repercusión mundial. Mucha gente asegura haber visto alguna vez al monstruo asomado a la superficie.

Más allá de la fábula el lugar es muy bello y me recordó a los lagos del sur argentino con aguas de un azul intenso y pinos en las costas.

Volví a Edimburgo con una sensación extraña tras el encuentro cara a cara con un ser mezclado entre lo mitológico. Escocia es un país que recomiendo a quienes se animen a descubrir sus leyendas y paisajes sublimes.

Partí en tren rumbo a Cardiff, la capital de Gales. Una ciudad muy accesible donde se pueden ver los sitios de interés andando a pie. Me arrimé al castillo de Cardiff.

Es llamativa la torre del reloj donde cada 60 minutos asoman figuras desde  un cucú gigante anunciando la hora. Me asomé al fabuloso Millenium Stadium construido especialmente para el Mundial de Rugby de 1999. Es el deporte nacional.

Al igual que los escoceses, no sienten mucha simpatía por su poderoso vecino Inglaterra. Adoran a Diego Maradona por la famosa Mano de Dios que fue una afrenta al fútbol inglés. Son viejas heridas sin cerrar pero saben convivir en un moderado equilibrio.

Datos 

Budget Backpackers Hostel: desde 21 dólares
Tour Museo del Whisky: desde 18 dólares
Visita al Castillo de Edimburgo: 23 dólares
Tomar el té en Clarinda´s: 12 dólares
Visita al Old Course de Saint Andrews y playa West Sands: gratuito 
Día completo en las Highlands y Lago Ness desde Edimburgo: 48 dólares
Pinta de cerveza en un pub: 4,50 dólares
Visita al Castillo de Cardiff: 15 dólares
Tour por el Millenium Stadium: 9 dólares 
Para navegar por el Lago Ness. www.cruiselochness.com 

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