El valioso aporte del INTI en la Antártida

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) es una de las grandes estructuras de la ciencia argentina y en tal sentido tiene que ser apuntalado y apoyado en su cometido de continuar con la misión de asistencia a la industria nacional.

Es el referente del Estado nacional en material de tecnología industrial y metrología, entendiendo a ésta última como la ciencia de las mediciones.

La institución contribuye al desarrollo de la industria a través de la generación y la transferencia de tecnología, de procesos, productos e investigadores e investigadoras, y con la mira en asegurar la calidad de los bienes, elementos y servicios producidos en todo el país.

En Mendoza, el INTI, con base en la calle Aráoz o ruta provincial 60, muy cerca del INTA y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, distrito de Mayor Drummond, asiste al desarrollo industrial y tecnológico regional con una mirada y acción sustentable.

La división mendocina de esta institución atiende y solucionar los requerimientos de la industria conservera, los deshidratados y desecados de frutas y hortalizas, la industria vitivinícola. También sus técnicos locales están presentes para asistir a las olivícolas y aceiteras, los frigoríficos, la metalmecánica agroindustrial, los mercados de concentración de frutas y hortalizas, entre otros destinos.

Con prescindencia de los aportes en nuestro territorio, la columna editorial tiene el propósito de resaltar la participación del INTI en la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2023/2024.

En esa inhóspita región austral, el equipo de profesionales de Construcciones del INTI llevó a cabo un relevamiento del Refugio Suecia (Cabaña Nordenskjöld) con el fin de realizar un informe geotécnico de la situación de emplazamiento de la instalación. El lugar es un sitio histórico ubicado en la isla Cerro Nevado, a 12 km de la actual Base Conjunta Antártica Vicecomodoro Marambio. El mencionado refugio fue construido en 1902 por los integrantes de la expedición que dirigió el geólogo sueco Otto Nordenskjöld.

Ese punto de la geografía antártica fue declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto N° 6058/65. El Instituto Antártico Argentino se encargó de su restauración, convirtiéndolo en un museo que preserva objetos originales de la expedición europea. En virtud del valor para ambos países, Argentina y Suecia están a cargo de su conservación. Además, se realizaron estudios geomorfológicos y geotécnicos complementarios adicionales a los iniciados en la CAV 2019/2020 para evaluar riesgos geológicos y geotécnicos de la Casa de Botes, laboratorio que sirve como apoyo logístico y de investigación dependiente de la Dirección Nacional del Antártico (DNA), ubicado al norte de la isla Marambio.

Asimismo, el INTI participó de asistencias en la Base Carlini, principal base científica permanente argentina, ubicada en la Isla 25 de Mayo, también dependiente de la DNA.

Por otra parte, mediante ultrasonido para medir espesores de paredes, especialistas de Mecánica y Ensayos No Destructivos -ensayos que permiten examinar el estado o la conservación de un objeto sin causarle daño- comenzaron un análisis del estado de corrosión y la calidad de las soldaduras de los tanques cisterna que almacenan el Gas Oil Antártico (GOA).

De no contar con la experiencia, el equipamiento y los antecedentes de los profesionales, técnicos y personal de apoyo de la institución nacional, estas tareas no se hubieran podido realizar o tendrían que ser contradas a terceros organismos de otros países con elevados costos. Pero, el INTI lo puede hacer y lo seguirá haciendo de contar con los apoyos necesarios para persistir en sus misiones.

Nuestra presencia constante en el continente blanco reafirma la importancia de esta sinergia productiva, que se viene concretando desde 2013.