La canasta básica se estabiliza, pero sigue la inflación

Según la DEIE, el Índice de Precios al consumidor subió en noviembre 1,5%.

Según un informe de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (Deie), en noviembre una familia necesitó $ 11.945,03 para no ser pobre en Mendoza.

El dato se desprende de la medición de la Canasta Básica Total (CBT) de una familia “tipo 2”, que se compone de un hombre de 35 años, una mujer de 31 años, una hija de 8 y un hijo de 5 años.

La CBT abarca todos los gastos necesarios para vivir durante un mes, incluyendo alimentos, vestimenta, transporte, educación y salud, entre muchos otros bienes y servicios.

Es decir que el grupo familiar mencionado debe tener ingresos mensuales por menos de $ 11.945,03 para cubrir sus necesidades básicas.

En caso de no llegar a ese nivel de ingresos, técnicamente es considerada “pobre”.

Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), medición que abarca únicamente los gastos necesarios en alimentos, alcanzó los $ 4.617,85 en Mendoza, hablando siempre de una familia “tipo 2”.

Si el grupo familiar no alcanza ese nivel de ingresos, estadísticamente se considera que está en situación de “indigencia”.

Canasta estable

En noviembre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un incremento del 1,5% en Mendoza, pero aun así la Canasta Básica Total y la Canasta Básica Alimentaria se mantuvieron estables en comparación al mes anterior.

En octubre la CBT de Mendoza fue de $ 11.946,76 ($ 1,73 más alta que en noviembre) y la CBA fue de $ 4.647,67 ($ 29,82 por encima del valor registrado el mes pasado).

Facundo Biffi, titular de la Deie, aclaró que la leve disminución de las canastas no significa que haya bajado la inflación.

“Las subas de precios continúan su curso. Lo positivo es que se sigue notando una tendencia a la desaceleración de la inflación”, comentó.

Biffi explicó además por qué la CBT y la CBA se mantuvieron estables en el mismo mes que el IPC subió 1,5%.

“Esa diferencia se dio por los parámetros de medición son diferentes. En noviembre bajó el precio de la harina, las galletas, el pan, el aceite de maíz, la cebolla y algunos cortes de carne. En la Canasta Básica Alimentaria esos productos tienen una incidencia mucho mayor sobre el resultado que la que tienen en el IPC”, indicó.

“Además, en el Índice de Precios al Consumidor jugó un papel fundamental la aplicación de las subas tarifarias, mientras que en la medición de las canastas la incidencia de ese ítem no es directa”, continuó explicando Biffi.

“Si bien es cierto que en la Canasta Básica Total están incluidos los servicios, la forma en la que se hace el cálculo no contempla el detalle de los últimos aumentos tarifarios”, apuntó.

“En la CBT no se analiza el aumento de cada punto por separado, sino que se calcula ampliando la CBA con una fórmula matemática que mide la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales”, indicó Biffi.

El estudio provincial se basa en el relevamiento de 120 precios por producto en 70 puntos de toma. El listado incluye, pan, galletas, arroz, fideos, azúcar, sal, harinas, bebidas, aceite, café, infusiones, lácteos, frutas, verduras, legumbres, hortalizas, carnes y huevos.

La tendencia nacional

El Indec publicó ayer sus mediciones de la Canasta Básica Alimentaria y Canasta Básica Total para el Gran Buenos Aires. En ambos casos se registró un aumento del 1,3% respecto al mes anterior. La CBT para una familia “tipo 2” llegó a $ 13.126,29  y la CBA alcanzó los $ 5.446,59.

Como se puede observar, las dos canastas de Gran Buenos Aires son mayores a las de Mendoza. Sin embargo, Facundo Biffi advirtió que “no se puede hacer una comparación directa con Mendoza por que “se utilizan formas de medición diferente”.

Lo que sí es comparable es la tendencia. Desde que el Indec retomó la medición (abril del 2016), nunca bajaron las canastas en Gran Buenos Aires.

En el tercer trimestre la economía retrocedió 3,8%

El arranque del segundo semestre no fue el anunciado por el Gobierno. Es que la economía registró en el tercer trimestre su peor caída en lo que va del año al contraerse 3,8% según divulgó el Indec.

En el período acumulado de 2016, el producto bruto registra una caída de 2,4%.

En tanto, el PBI desestacionalizado del tercer trimestre de 2016 con respecto al segundo trimestre de 2016 arroja una variación negativa del 0,2%.

La recesión se explica principalmente por la caída de la inversión (8,3%) y del consumo privado (3,1%). En ambos componentes se registraron retrocesos mayores que lo que hubo en el segundo semestre. La construcción cayó 12,9% y la actividad en los comercios 5%.

Los datos del Indec confirman que Argentina se encuentra en recesión porque señala que ya son cuatro los trimestres consecutivos en lo que la actividad se contrae.

Una economía ingresa formalmente en recesión cuando al menos hay dos trimestre consecutivos de caída. Los expertos estiman que el final de la contracción ocurrirá en 2017.

CC

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