Pelearon años por su terreno y la historia tuvo ayer final feliz

Más de 200 familias de uno de los barrios del conflictivo Spunc pudieron finalmente pisar la tierra donde estarán sus casas.

Pelearon años por su terreno y la historia tuvo ayer final feliz
Pelearon años por su terreno y la historia tuvo ayer final feliz

“Aquí va a estar nuestro barrio”, dijo a viva voz Mariano Velasco, presidente de la Unión Vecinal Urquiza y Elpidio (ex Spunc 6), e inmediatamente estallaron los aplausos de las más de 150 personas que se reunieron ayer a la mañana en el amplio baldío ubicado en la esquina de esas calles de Jesús Nazareno, Guaymallén.

Se trata de parte de las 217 familias que, tras una larga lucha por tener el terreno que pagaron y nunca recibieron por parte del Sindicato del Personal No Docente de la UNCuyo, lograron el jueves finalmente escriturar a nombre de la unión vecinal 7 hectáreas (de las 9 originales que habían comprado) donde se levantarán en un futuro sus casas.

Ese gigantesco baldío donde hoy reinan el abandono y la basura fue pisado por primera vez por sus futuros habitantes, que se convocaron para hacer el “acto de posesión del terreno”.

Así, grandes y chicos se reunieron en el lugar para conocer el aire que respirarán y la tierra que caminarán una vez que logren urbanizar y construir las casas, para lo cual esperan la colaboración del IPV o de alguna otra operatoria de vivienda.

Como una forma de “acercarse” a la comunidad de la que formarán parte, los futuros vecinos decidieron reunirse con una consigna: llevar un alimento no perecedero para donar a un comedor infantil de la zona.

Este logro representa un triunfo de las más de 200 familias que, algunas hace más de 4 años, depositaron toda su confianza en el Spunc para cumplir el sueño de la casa propia y nunca recibieron de manos del gremio el terreno prometido.

Hace dos años, cansados de las promesas, estos vecinos (junto a muchos otros de los 11 barrios proyectados por el gremio) marcharon por las calles de Mendoza hacia la Legislatura para reclamar por lo que consideraban una estafa.

Así, se iniciaron reuniones de mediación por parte de los diputados durante todo este año para lograr que las uniones vecinales (conformadas tras la intervención del propio gobernador Francisco Pérez) lograran tener sus terrenos.

Finalmente, ya son tres los barrios que han logrado hacerse con sus terrenos: además del ex Spunc 6 también han podido escriturar a su nombre las uniones vecinales de los ex Spunc 7 y 10. El mismo destino esperan tener -aunque su situación es más complicada- los otros barrios.

Pero al menos muchas de estas familias, que hasta hace poco tenían pocas esperanzas, tienen hoy un gran motivo para celebrar el fin de año: ser propietarios del terreno que pagaron con mucho esfuerzo.

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