El año 2016 será posiblemente el más cálido desde que se empezaron a medir las temperaturas, mientras que las emisiones de CO2 se mantuvieron estables por tercer año consecutivo en el planeta pese al crecimiento económico, según informes presentados esta semana en la cumbre del clima en Marruecos.
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en lo que va de año las temperaturas globales se situaron cerca de 1,2 grados centígrados por encima del nivel de la época preindustrial, con lo que probablemente se batirá el récord registrado en 2015.
Las temperaturas registradas entre enero y setiembre de este año fueron 0,88 grados centígrados más elevadas que las medidas entre 1961 y 1990. A principios de año, la temperatura subió sobre todo por efecto del fenómeno meteorológico El Niño.
La semana pasada, la OMM ya declaró el período transcurrido entre 2011 y 2015 como el más caluroso desde el inicio de las mediciones. La organización dependiente de la ONU registra la meteorología a nivel mundial desde los años 50 del siglo pasado, mientras que otro organismo anterior comenzó a hacerlo en 1873.
Otros síntomas a largo plazo del calentamiento global están rompiendo récords, apuntó la OMM. Es el caso de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, actualmente en niveles nunca antes registrados.
Además, la capa de hielo del mar en el Ártico fue menos amplia y en Groenlandia se derritió antes y en mayor medida. El Niño elevó las temperaturas de los océanos, lo que intensificó los daños en los arrecifes de coral e hizo que el nivel de los mares subiese más de lo habitual.
Según la OMM, en las regiones árticas de Rusia las temperaturas se situaron entre 6 y 7 grados centígrados por encima de la media a largo plazo. “Antes medíamos las temperaturas récord en fracciones de grado”, advirtió el secretario general del organismo, Petteri Taalas.
“Debido al cambio climático, ha aumentado la incidencia y los efectos de los fenómenos extremos. Las inundaciones y las olas de calor que solo sucedían una vez en una generación son cada vez más frecuentes”, añadió Taalas.
En tanto, las emisiones de CO2 se mantuvieron estables por tercer año, lo que podría marcar un cambio de tendencia a nivel global respecto de la década anterior a 2013, en la que las emisiones procedentes de los combustibles fósiles aumentaron un 2,3 por ciento anual. El análisis realizado por la Universidad de East Anglia (Reino Unido) y el grupo Global Carbon Project, sin embargo, subrayó que aún no es momento de celebrar, pues hay que esperar a ver si en efecto la tendencia se mantiene.
El año pasado las emisiones de dióxido de carbono (CO2) se mantuvieron estables, de acuerdo con el estudio, publicado en la revista especializada Earth System Science Data. En 2014 habían aumentado en un 0,7 por ciento y para este año los científicos calculan que lo harán un 0,2 por ciento.
Según los autores, en los últimos tres años se emitieron en promedio unos 36.400 millones de toneladas de CO2. La estabilización se debe fundamentalmente a un menor consumo de carbón en China, que con un 29 por ciento es el país que más CO2 expulsa a la atmósfera.
En China las emisiones se cayeron en 2015 un 0,7 por ciento, tras incrementarse a lo largo de toda una década en más de un cinco por ciento anual. También bajaron las emisiones de CO2 en Estados Unidos, el segundo país que más contamina con un 15 por ciento del total, mientras que subieron el petróleo y el gas. En 2015, las emisiones de gases de efecto invernadero cayeron un 2,6 por ciento.
Por su parte, la Unión Europea (UE), el tercer mayor emisor de CO2 con un 10 por ciento, tuvo un aumento de emisiones de un 1,4 por ciento pese a que en la última década había sido la región que más esfuerzos había hecho.
India, que ocupa el cuarto puesto, emitió un 5,1 por ciento más de CO2, un crecimiento un poco menor al que tuvo en la década pasada.
Como el Gobierno ha prometido duplicar la producción de carbón nacional, los científicos creen que esta tendencia se mantendrá.
Sin embargo, pese a que los datos son positivos, estos esfuerzos no bastan para limitar el aumento de la temperatura global a menos de dos grados centígrados, tal como han fijado los expertos en el Acuerdo de París.
Además, en 2015 se registró en la atmósfera más CO2 que nunca, probablemente porque los mares y las plantas, que lo absorben naturalmente, lo hicieron en menor medida por el fenómeno de El Niño, que provoca calor y sequía.
Asimismo, en el marco de la cumbre, el Banco Mundial (BM) presentó un informe que apunta a que los desastres naturales en todo el mundo provocan que unas 26 millones de personas caigan cada año en la pobreza, tal como publicó Los Andes en su edición del martes 15.
De acuerdo con el reporte, las consecuencias económicas debido a las catástrofes equivalen a una pérdida de consumo de 520.000 millones de dólares (unos 485.000 millones de euros) por año. Los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos son, por lo tanto, hasta un 60 por ciento más graves para la prosperidad de un país de lo que se estima, según los autores.
“Las tormentas, inundaciones y sequías tienen consecuencias humanas y económicas terribles. Y los pobres son los que pagan el precio más alto”, dijo el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
Argentina mejora
Ningún país hace lo suficiente para limitar el calentamiento del planeta, señala el Índice de Comportamiento Climático (CCPI) presentado ayer en la cumbre de Marruecos, que alerta además de la incertidumbre que supone la elección de Donald Trump para la política climática del segundo mayor emisor de CO2 del mundo.
En el índice elaborado por las organizaciones Germanwatch y Climate Action Network Europe, Estados Unidos cae del puesto 35 al 43, debido al repunte de las emisiones per cápita desde 2014.
Los tres primeros puestos del índice siguen desiertos, como en las últimas ediciones, lo que significa que incluso después de la entrada en vigor del Acuerdo de París firmado en diciembre, “ningún país ha hecho aún lo necesario para evitar el peligroso impacto del cambio climático” y el calentamiento global a entre 1,5 y 2 grados centígrados, como se acordó en la capital francesa.
El país mejor situado, en cuarto lugar, es Francia, el anfitrión de la cumbre de diciembre, que mejora su octavo puesto anterior, seguido de cerca por Suecia y Reino Unido, con valores muy similares que intercambian posiciones frente al último ranking.
En América Latina, destacan los casos de México, Argentina y Brasil, en los puestos 28, 36 y 40, respectivamente.
El informe subraya el caso de Argentina, que sube del puesto 49 al 36, abandonando el grupo de los países muy contaminantes, gracias sobre todo al progreso realizado en el sector de las energías renovables. Sin embargo, el texto apunta también la incertidumbre que supone el cambio de Gobierno en el país, ahora encabezado por el presidente Mauricio Macri.