Para ellos es un juego, aunque cumplan un rol muy importante en la detección de narcóticos en los controles de gendarmería. Ayer, Zuca y Elio, dos labradores de pelo corto negros, descubrieron escondidos en los ejes de un camión 15 kilos de marihuana, algo que la tecnología no logró identificar.
Los canes pertenecen al equipo de búsqueda de estupefacientes de gendarmería nacional y están entrenados para realizar este tipo de hallazgos. "Los animales después de haber cumplido reciben un reconocimiento, que incluye juegos, paseos y muchos mimos", señaló el comandante principal Héctor Álvarez, quien participó del operativo de ayer.
Día de entrenamiento
Zuca y Elio son dos labradores que nacieron hace dos años. Ambos vinieron de un centro de cría y adiestramiento ubicado en la provincia de Buenos Aires. Primero, tuvieron una parada en la provincia de Córdoba y luego fueron destinados a Uspallata.
Su aprendizaje comienza cuando son cachorros. "Recién a los cuatro meses hacen sus primeras aproximaciones al trabajo. Se los saca a pasear para que hagan reconocimiento de las instalaciones", explicó Álvarez quien contó que esta etapa se denomina periodo de estimulación que dura hasta los siete meses. "Es para ver si tienen carácter y voluntad para este tipo de tareas", agregó el gendarme.
Posteriormente, desde los siete meses hasta los nueve comienza el periodo de adaptación. Es en este momento en el cual los perros toman contacto con las personas, con los animales, con diferentes ruidos para lograr que no tenga miedo. "Por ejemplo, se les hace acostumbrarse a ruidos de motor de camiones o colectivos. Al sonido que hacen los hidráulicos para que el animal se vaya acostumbrando".
Cuando cumplen nueve meses inicia el entrenamiento con el guía que los acompañará, por lo general, durante toda su vida laboral e incluso una vez que se retiran ya que los instructores suelen quedarse con los animales una vez que se "jubilan" a los nueve años. En este caso, el guía de Zuca es el cabo Egües y el de Elio la cabo Galarza.
"Lo habitual es que sea un suboficial que hace el curso con el perro", indicó Álvarez. La capacitación son juegos con una pelota de tenis o un mango de toalla que se impregna con cocaína o marihuana. "El animal no siente que está trabajando sino que está jugando. Esa es la clave", agregó.
Aunque hay una idea común de que estos perros son adictos a estas sustancias prohibidas la verdad es que no es así. El gendarme remarcó que buscan el juguete como un juego y no por una adicción. "En Europa se hace esta práctica con los cerdos, pero aquí no", reiteró.
Día de descanso
El resto del tiempo, cuando no son parte de un operativo, los perros quedan bajo responsabilidad de sus guías. Durante su etapa de descanso, son bañados, cepillados y peinados. En tanto, en un cuadernillo se va registrando cada una de las actividades que realizan.
Los labradores son perros muy activos, por lo que necesitan que los mantengan entretenidos durante sus tiempos ociosos. De hecho, cuando el guía tiene su licencia por vacaciones, es común que los perros los acompañen a su destino - los gendarmes suelen regresar a su provincia de origen- y vivan el receso junto a su entrenador. "Lo que sucede es que se establece un lazo muy fuerte entre el animal y el guia gendarme. El perro suele reconocer a su guía como un alfa y están muy pendientes de todo lo que están haciendo", describió Álvarez.
Respecto de la alimentación vale decir que los perros consumen 600 gramos de alimento balanceado, por día, de la mejor calidad. La ración se divide en tres y el control es riguroso ya que es una raza propensa a engordar.
El hallazgo: la marihuana estaba oculta en los ejes
Gendarmería nacional interceptó ayer en la ruta 7 un camión que venía de Paraguay con 15,5 kilos de marihuana oculta en los ejes. El hallazgo fue en la ruta 7 (km 1100) donde gendarmería tiene un control fijo.
Cuando los uniformados inspeccionaron el vehículo Zuca "marcó" precisamente debajo de los ejes. Luego, para chequear el hallazgo intervino el perro Elio que volvió a detenerse sobre los ejes del camión. Los uniformados cortaron los ejes con amoladora encontrando los narcóticos empaquetados y envueltos en grasa.
Un antecedente
Zuca ya había detectado 85 kilos de marihuana
Zuca ya había realizado un hallazgo anterior. En julio del año pasado la perra marcó la presencia de droga en una camioneta Toyota Land Cruizer proveniente de Paraguay y que ingresó al país por la provincia de Misiones. Ocurrió en el mismo puesto que en el caso de ayer, donde se detuvo a una pareja de paraguayos.
En esta ocasión se decomisaron 86 kilos de marihuana que estaba ubicada en el doble fondo del tanque de combustible y en una estructura de metal colocada tanto en las cuatro ruedas del vehículo como en la de auxilio. En total, se contabilizó un total de doscientos treinta nueve (239) paquetes de marihuana con un peso de 86,955 kilos