Las muertes de animales en el Zoológico, en medio de intensas disputas entre funcionarios, empleados del lugar y ambientalistas, suman todos los días un nuevo capítulo. Tras las severas heridas que sufrió el hipopótamo, el Gobierno decidió ayer separar de manera preventiva a los veterinarios del paseo.
Así lo anunció el jefe de Gabinete de la Secretaría de Ambiente, Eduardo Sosa, quien además explicó que se hizo una denuncia ante la fiscalía de Delitos Complejos por los últimos fallecimientos de animales, y los cortes y el presunto disparo que recibió el hipopótamo el fin de semana.
“La decisión es separar preventivamente a los veterinarios para que entre un equipo externo y la Justicia pueda evaluar sin interferencia interna la situación de los animales y los episodios acontecidos”, dijo Sosa.
El funcionario explicó que tras la investigación administrativa, se evaluará si corresponde abrir sumarios contra los veterinarios del lugar y, luego, si les corresponde alguna sanción.
Tras el anuncio de Sosa, ATE lo intimó a él y a la directora del Zoo, Mariana Caram, a rectificar sus declaraciones. “Hoy enviamos dos cartas documento para que rectifiquen sus declaraciones públicas en las que responsabilizan a los trabajadores de una situación que es responsabilidad del Estado. Si no lo hacen en 48 horas vendrán las acciones penales y civiles”, amenazó Raquel Blas.
“También denunciamos -continuó- que mientras el Zoo estuvo cerrado al público ingresó sin autorización formal un gran número de personas de la fundación Cullunche y Ecológicos Unidos, y no sabemos qué hicieron”.
A la par, los veterinarios señalados por el Gobierno presentaron ayer, ante las comisiones de Derechos y Garantías de la Legislatura, una denuncia por persecución contra la directora del Zoo, el Administrador de Parques y el secretario de Medio Ambiente de la provincia.
Los profesionales solicitaron la protección “ante tantos desmanes y autoritarismo expresados abiertamente, ya que es imposible sostener un diálogo que permita la atención adecuada de los animales”.
Por otro lado, Oscar Malledo, el abogado penalista que defiende animales maltratados, confirmó a Los Andes que se presentará como querellante en el caso del hipopótamo. “Quiero averiguar qué fue lo que realmente pasó. Mi intención es ayudar a la fiscalía a investigar este hecho en concreto”, sostuvo.
Mellado integra Asoreva (Asociación Reencuentro por la Vida Animal) pero aclaró que en este caso se involucró de manera particular. “Hoy estuve con la fiscal Ríos, quien fue a hacer una inspección al Zoo. Además, le tomó declaraciones a Sosa y a Caram”, detalló.
¿Y el cuerpo de la pantera?
Otra disputa que surgió en esta guerra de denuncias cruzadas es sobre el destino del cuerpo de la pantera fallecida hace una semana. Las autoridades del Zoo denunciaron que aún no han visto ese cadáver y que no han recibido una respuesta de los empleados. La situación la hizo pública la veterinaria y reconocida ambientalista Jennifer Ibarra (Fundación Cullunche), quien fue convocada para colaborar después de lo sucedido en los últimos días.
Eduardo Sosa, jefe del gabinete de la Secretaría de Ambiente, explicó que cuando un animal muere, su cuerpo va a una fosa o se lo incinera. Sin embargo él no puede garantizar qué es lo que pasó con la pantera: “El equipo de veterinarios nos dice que ha ido a una de las fosas del Zoológico, les estamos preguntando en cuál está y no hemos recibido la información todavía, por lo cual vamos a esperar los tiempos de la administración pública y pasado ese plazo abriremos los fosos y averiguaremos dónde está. Si no llega a estar el cuerpo de la pantera, haremos la denuncia y sumarios correspondientes”.
Ayer, en medio de la polémica con ATE, Ibarra publicó un sugestivo mensaje en Twitter: