Conservar su esencia, cantar en francés para un público hispano, su frescura y esa voz intensa que enamora, son algunos de los atributos del fenómeno ZAZ.
Esa chica que conquistó Francia y es comparada con Edith Piaf, llegó con su encanto a la Argentina, en una gira que la llevó por distintas provincias, y la cual cerró con un impecable recital el martes por la noche en el auditorio Bustelo.
Un show desde el corazón
Era el debut de ZAZ en Mendoza. Miles de seguidores y algún que otro curioso que conoce su obra querían verla en vivo. Repartidos por los rincones del recinto, jóvenes y adultos mientras disfrutaban el swing y el jazz de los Biciswing, miraban el reloj y aguardaban que se encendieran las luces del escenario central.
A las 22.15, los acordes de "On ira" abrían la cita. Tocando el bombo y pronunciando las primeras estrofas de la canción, la artista creó una atmósfera misteriosa, que luego se prendería al grito de "¡Mendoza!".
Enérgica, cálida y comunicativa pese a su poca fluidez con el español, ZAZ comenzó un recorrido por su repertorio pop y contemporáneo. "Cette journée", "La fée" y "Port Coton", formaron parte de la primera hora de recital.
"¡Mendoza cantá conmigo. Desde el corazón!", arengaba a una platea tibia que aún no transmitía la energía que la cantante reclamaba.
Pero como si nada pasara, ZAZ continúo con esa resistencia que la caracteriza. Los matices de su voz, su estilo hippie, la energía de su baile y el nivel interpretativo, fueron creando distintos climas, en los que la adrenalina no tenía respiro.
Tras una fugaz salida del escenario, que incluyó un cambio de vestuario, la cantante trajo el aire parisino a la noche mendocina. "Como no es posible que todos vengan a París, vengo acá", sentenció y dio rienda suelta a "Soul ciel du Paris", "Dan mon París" y "París sera toujours París", temas de su última placa, y con los que deleitó a un público adulto conocedor del género. La reversión de esos clásicos de la chanson francesa, y el manejo del swing, permitieron un ambiente festivo y nostálgico.
Con creces continuó demostrando la eclecticidad musical que la inunda. Un tango, el dramatismo de la chanson, y hasta una salsa, que bailó con total soltura, confluyeron en un sube y baja que cautivó a las casi dos mil almas que la ovacionaron. Ella con los brazos abiertos de par en par, agradecía el cariño recibido.
Después del bis, "Dans ma rue" y "La vie en rose" siguieron con ese encanto parisino. Como era de esperar, el momento del compromiso social llegó con la lectura tímida de un cuento en castellano. Excusa para contar a la platea sobre su fundación "Colibrí", con la que ayuda a los más necesitados.
Fue el instante más emotivo de la noche que se tradujo en lágrima de algunos concurrentes. "J' aime a nouveau" cerró el encuentro y la gira Latinoamericana.
Esa maroma de emociones que generó ZAZ, acompañada por una excelente banda, fueron más que suficientes para la ovación.