Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar / Twitter: @maxisalgado
Cuántas veces uno, como hincha o socio de una institución, mira con sana envidia a los europeos por el manejo que hacen de sus clubes. Cuando los más inquietos intentan ver cual es la receta, descubren que todos tienen en común la imagen del Manager deportivo, quien cumple la función de sostener tres pilares fundamentales: organización, trabajo e independencia económica.
Pero por sobre todo, es el hombre que vela para que se respete el modelo de gestión, el estilo de juego (los valores deportivos) y obviamente el presupuesto de la entidad.
Según algunas enciclopedias el término Manager o Director Deportivo designa a “la persona responsable de gestionar el capital humano, es decir los deportistas que forman parte de un club”.
A quienes aseguran que el manager es un parachoques, que debe ser una persona con experiencia contrastada en una disciplina. En el caso del fútbol, en nuestro país, ayuda a los miembros de las Comisiones Directivas a la hora de analizar la toma de decisiones, pues ellos carecen de tal experiencia.
Personalmente me quedó con la primera clasificación, ya que sobran ejemplos de que no alcanza con haber sido un deportista exitoso -como está pasando en el fútbol argentino- para ocupar este cargo. Porque él necesita una preparación adecuada para tal fin (a modo de ejemplo pensemos en el Pupi Zanetti y el Inter de Milán; el argentino se recibió de administrador de empresas).
Volver a las aulas
Esta nueva situación requiere que los directivos adquieran un conjunto de competencias personales, profesionales y también tecnológicas necesarias para el desempeño de su función.
Sabedores de esto, la Federación Española de Fútbol ha creado una escuela al respecto y en nuestro país, Futbolistas Argentinos Agremiados lanzó algo parecido esta temporada.
Beatriz Barbera, ex secretaria de Deportes de la provincia, cuenta que en Italia, donde ella hizo el Master en Gestión Deportiva, que el mismo es dictado por el Comité Olímpico Italiano y que se abre cada diez años y sólo para una decena de aspirantes. Pero lo más interesante es que el club que contrata a un profesional cuenta con la posibilidad de que el estado italiano sea el que paga el sueldo. De esa manera, el gobierno se asegura que la institución no derroche la ayuda que llega desde el Estado y no dependa solo del “subsidio”.
Los mendocinos tenemos como ejemplo a Gabriel Cairo, quien fue el gerente deportivo del deporte amateur del Barcelona y cuya experiencia fue transmitida muchas veces a nuestra dirigencia, aunque poco se ha visto traducida en el campo.
Saludablemente en la provincia se está gestando un movimiento que está muy interesado en que los clubes tengan un gerente deportivo, pero que sea una persona capacitada para tal posición.
El Instituto de Educación Física (IEF) viene trabajando desde hace seis años en un post título al respecto, de donde han surgido proyectos muy interesantes para el desarrollo de las instituciones (públicas o privadas), los clubes y los deportes. Allí se gestó la Liga Municipal de hockey césped de Luján que ha sido todo un éxito.
Además, en un proyecto de formación continua se ha firmado un convenio con el Instituto de Educación Física de Cataluña y la Universidad de Barcelona por el cual los estudiantes mendocinos podrán hacer dos Masters sin tener que salir de la provincia y que serán avalados en la Comunidad Económica Europea.
La preocupación de que la capacitación sea democrática, también desde el IEF se creó el Consorcio de Instituciones formadoras de Educación Física, “Se debe generar un calendario con propuestas de capacitación, armonizar actividades de formación continua y definir proyectos conjuntos para el desarrollo del área. También se deben promover leyes reguladoras, gestionar la financiación para proyectos conjuntos y generar eficiencia en los mismo y realizar capacitaciones a nivel internacional”, cuenta Beatriz Barbera, una de las más “responsables” de esta unión.
Se bregará así para que los profesionales de la Educación Física no se queden sólo en el patio de una escuela, sino que se comprometan más con el desarrollo del deporte y sobre todo con la transmisión de la idea de la vida saludable.
Por otro lado, está la Universidad Nacional de Cuyo y la Subsecretaría de Deportes de la provincia, quienes lanzaron el Diplomado en Gestión Deportiva, el que está orientado más hacia los dirigentes deportivos. Distintos, pero similares y eso es lo interesante. Porque darán un universo de posibilidades a las instituciones que busquen trabajar seriamente.
Ambos intentan trazar un nuevo modelo de clubes en un futuro a corto y largo plazo, pero en el caso del IEF esta apuntado a personas con estudios de grado, mientras que el otro, el patrocinado por la Subsecretaría de Deportes, está pensado para aquel dirigente que trabaja en nuestras federaciones o clubes y no tiene una formación de grado.
Todo va en la misma línea que desde hace un tiempo proclama la Confederación Mendocina de Deportes con Humberto Pagano a la cabeza en su plan estratégico
Desde las dos puntas del mismo ovillo, todo redundará en un beneficio para los deportistas locales y por ende para toda la sociedad. A veces, es bueno poder parar la pelota y reflexionar, la capacitación -que en el mundo actual es imprescindible- marcará la diferencia.
