-Hola, ¿periodista?
-Sí.
-Le habla Zacarías del Campo, el delincuente.
-¿Cómo le va?
-Bien. ¿Le conté que una vez me escapé de un instituto de menores con Robledo Puch?
-No.
-Bueno, ¿quiere que se lo cuente?
-Dele.
La conversación tuvo lugar el sábado 25 de agosto a las 21. Zacarías del Campo es un ex delincuente que hace dos años dejó la cárcel de Almafuerte luego de purgar una condena de 20 años por una sucesión de atracos.
El martes 28 de agosto, en una plaza de Bermejo, ocurrió el encuentro.
Del Campo hoy tiene 66 años (igual que Puch). Acudió a la entrevista en bicicleta y antes de lo previsto, tan antes que se echó a dormir sobre el pasto bajo el sol primaveral de la tarde. Cuando despertó vio al periodista. Luego de los saludos de rigor y del desperezamiento del entrevistado, la nota se puso en marcha.
-¿Así que usted estuvo preso con Robledo Puch?
-Bueno, preso no es la palabra exacta; estuve en el internado Escuela de Artes y Oficios Manuel Estrada de La Plata, que le decían ‘Reformatorio Bonanza’, cuando los dos éramos menores de edad, en 1968. Él y yo estábamos ahí por robo. Robledito, como le decíamos allí, había robado una motocicleta. A mí me decían "El Paisano", pero yo estaba por el robo a una casa en San Isidro.
-Ahora están dando la película El Ángel, que cuenta la historia de Robledo.
-Lo sé. Pero no pienso ir. Primero, porque la hacen los Ortega, que son unos oligarcas (sic); segundo, porque me he enterado que en la película lo pasan (sic) como homosexual; y no era homosexual. Cuando yo lo conocí era un buen chico, buen mozo y bien parecido; y tercero, porque no tengo ganas de gastar plata para ver eso.
-¿Cómo era Robledo?
-Robledito era un chico especial, muy inteligente. Donde estuvimos detenidos éramos 40 menores y en el Instituto prácticamente no había seguridad, si uno se quería escapar lo hacía. Robledo, me acuerdo, era asmático y tenía que usar el paf para el asma a cada rato. Era de quedarse a leer mucho en la biblioteca, hablaba de Homero. Le pregunté en qué equipo de fútbol jugaba ese tal Homero ¡Y me dijo que era un escritor griego!
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Zacarías dice haber sido un niño huérfano abandonado en la Casa Cuna de Mendoza en 1952.
"Allí, en mi adolescencia, me inscribí en una escuela del barrio Bombal para poder ingresar a la Escuela de Marinería de Isla Maciel, en Buenos Aires. Quería irme de Mendoza y hacer la mía. A los dos meses, ya allá, me dieron de baja y empecé a juntarme con gente delincuente. Todavía no tenía 15 años, era lo que hoy se conoce como un chico de la calle. Después empecé a caer en cana en distintos institutos de menores de Capital y Provincia como el Almafuerte, el Roca o el Estrada".
-¿Recuerda la fuga?
-Cuando escapamos quedamos la noche anterior. Él me dijo que se iba y que si quería que lo acompañara. A las 7 de la mañana de un día de junio de 1968 saltamos por una ventana que daba a un patio de planta baja, trepamos la tela y empezamos a correr a campo traviesa. Como le digo, no había mucha seguridad en aquellos institutos de menores. Cuando salimos del predio caminamos hasta el centro de La Plata y allí nos tomamos un bondi que se llamaba "La Costera", que creo que ya no existe más.
-¿Hicieron el viaje juntos?
-Llegamos hasta San Isidro después de más de dos horas de viaje porque queda a 85 kilómetros de La Plata. Yo me bajé, porque paraba en el barrio Standar Electric, sobre la avenida Tomkinson. Él se fue para Olivos ya que vivía en Vicente López. En el viaje hablamos del diagnóstico que nos había hecho la licenciada Hurtado, la psiquiatra del Estrada: a los dos nos salieron iguales las conclusiones: "delincuente nato que vive para y por el delito".
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Zacarías prefiere que le llamen delincuente y no malviviente. "Hay una diferencia -aclara-. El malviviente, como lo dice la palabra, no sabe vivir ni en la calle ni en la cárcel".
Viene de purgar 20 años de prisión. El último asalto que se le achaca fue a Industrias Matas, ocurrido el 21 de mayo de 1996 en Guaymallén. En el juicio fue condenado a 9 años pero en la unificación con otras causas se le fue a 20. En total, dice que de sus 66 años de edad estuvo casi 40 detenido. Conoció, entre otras, las cárceles del Chaco, Devoto, Caseros y todas las de Mendoza; "donde estoy en juicio contra el Estado por el reclamo de jornales que nunca me rindieron mientras estuve detenido, es el 30% que le retienen al preso que trabaja y no me han pagado".
Dice que no tiene hijos "pero sí nietos adoptivos". Que "se recibió" de apicultor en la Granja Penal de Gustavo André. Y que ahora sobrevive de la venta callejera. "Salgo a vender tortitas, huevos". Desde hace dos años está libre y se sorprende de poder vivir al margen del delito. "Ni siquiera me han pedido documentos desde que toqué la calle".
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-¿Entonces nunca más lo vio a Robledo?
-Nunca más, estábamos en distintos ambientes. Recién volví a saber de él en 1972, cuando fue detenido y salía todo el tiempo por la televisión. También recuerdo cuando escapó de la Unidad Penal 9 de La Plata en 1974 y que estuvo prófugo por 68 horas. Yo soy uno de los que le cree cuando dice que él no mató a las 11 personas por las que fue condenado, pero en esa época te ponían picana hasta en el culo y te hacían confesar los delitos que ellos querían. Yo siempre le tuve buen concepto. Incluso en el motín de Sierra (Chica) de 1996, cuando se hicieron empanadas con carne de presos, Robledito se portó bien y no dejó entrar a nadie a la iglesia evangélica en la que él estaba dentro del penal.
-¿Y alguna vez se le ocurrió visitarlo?
-No, casi siempre yo estaba preso. O prófugo.
Jerga criminal de los 60 y 70
De bute: hoy sería "todo bien". - ¿Cómo estás? De bute (todo bien).
Querusa: Delincuente respetable.
Celador: Jeringa.
Brike: pedir fuego (fósforo, encendedor), "dame brike" (Briket era la marca de un encendedor)
Rapiña: Delincuente de poca monta (hoy "rata")
Brillo: azúcar "¿Tenés brillo?", era "¿tenés azúcar?"
Ayer y hoy de "El Ángel"
Robledo Puch fue juzgado y condenado en 1980 por 11 homicidios y una treintena de robos. Le dieron reclusión perpetua por tiempo indeterminado, que era por entonces la pena máxima en Argentina. Ante el tribunal de la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones de San Isidro dijo: "Esto fue un circo romano y una farsa. Estoy condenado y prejuzgado de antemano".
Sus pericias psiquiátricas indicaron: "Procede de un hogar legítimo y completo, ausente de circunstancias higiénicas y morales desfavorables". Y "No tuvo apremios económicos, reveses de fortuna, abandono del hogar, falta de trabajo, desgracias personales, enfermedades, conflictos afectivos, hacinamiento o promiscuidad".
Actualmente sigue preso en el penal de Marcos Paz.