Un destino perfecto. Postales del edén, mejoradas -como si eso fuera posible- por la música, el aroma de las frutas tropicales maduras, la tibieza del mar turquesa, la suavidad de la arena blanca que no quema bajo el sol del mediodía, el ardor de la sal en el cuerpo caliente, el alivio que regala la sombra de una palmera.
Playa del Carmen no logra desdibujar la cultura mexicana en su sólida infraestructura turística, que contiene a visitantes de todo el mundo.
La arquitectura con reminiscencias coloniales no alcanza a elevarse y pasa desapercibida ante la costa azul celeste protagonista de la ciudad.
La propuesta del sistema all inclusive es la favorita de mieleros y familias numerosas que llegan a la Riviera Maya siguiendo promociones seductoras o una alternativa que conquiste a todos los integrantes del grupo con rélax, paseos y entretenimiento dentro del complejo.
Excursiones a las maravillas de Chichén Itzá, Cozumel o Isla Mujeres, se pueden comprar ahí mismo. Hostales con una agitada vida nocturna, curiosamente fundados por ex turistas que vinieron y no pudieron irse nunca más y decidieron vivir de su propio bar o bed and breakfast en la playa, son los elegidos por los grupos sub 25.
Fiestas privadas y yeites que burlan la Ley Seca en fechas especiales, garantizan diversión todas las noches y trucos para acceder a descuentos, covers y pases gratis para discotecas y los mejores antros de la ciudad.
Sin embargo, existe la opción menos explorada de un hotel boutique ubicado en un punto clave del centro y la playa, para no resignar confort, y que permite explorar los alrededores con itinerarios diferentes cada día en transporte público y moverse por la ciudad a pie, en rollers o en bicicleta.
Playa del Carmen es un destino estratégico para hacer base y salir a descubrir la Riviera Maya. Más mexicano que Cancún y con mayor infraestructura que Tulum, ubicado a distancias accesibles de todas las excursiones imperdibles y con pinceladas de encanto propio que lo convierten en el mejor lugar para quedarse y en el sitio con el equilibrio perfecto para los que no quieren perderse nada.
Las opciones son miles y desde aquí no es necesario renunciar a la historia de las pirámides, la noche emocionante en Coco Bongo al estilo The Mask, la aventura de explorar sin mapa, ni los paseos en ferry a las islas vecinas.
En esta nota, dos paseos imperdibles -y fáciles- para hacer por cuenta propia, sin esclavizarse con horarios ajenos, desde la playa más conocida de Yucatán (y volver a caminar entre los mariachis y las luces de la Quinta Avenida por la noche).
El paraíso es un lugar
Entre las 10 playas más lindas del mundo de National Geographic Traveler 2013, se encontraba la Playa Paraíso. Sin embargo, no me siento capaz de decidir si aquella era más perfecta que Santa Fe o cualquiera de las otras tantas del rosario que caminamos desde las ruinas mayas hasta el corazón de la zona hotelera de Tulum.
Allí el contraste de los colores se torna más intenso que en el resto de Quintana Roo: el verde de las palmeras es más brillante, el marfil pálido de la arena es más puro, el turquesa del mar es más profundo y más cristalino. Al tacto todo es más suave.
El silencio y la impronta agreste del lugar refuerzan el bramar del oleaje y de la brisa, o el traqueteo de la cola de las iguanas que circulan como auténticas dueñas de casa por todos lados.
Tulum es un lugar honesto y despojado de lujos, localizado a 45 minutos de Playa del Carmen y 130 km al sur de Cancún. La infraestructura turística precaria lo convierte en un lugar romántico que eligen las parejas que buscan intimidad. No tiene centros comerciales ni enormes complejos hoteleros.
De a poco comienzan a proliferar posadas pequeñas (con precios algo inflamados) alejadas de la precaria zona comercial donde se alinean algunos locales para comprar víveres básicos o artesanías.
Un programón es recorrerla en una bicicleta destartalada que se alquila por pocos pesos en puestos cercanos a la entrada del Parque Nacional.
Se trata simplemente de un destino para explorar con los cinco sentidos bien despiertos, intentando calmar el temor de olvidar la belleza magnífica de su paisaje y la tibieza de los baños de sol y de mar.
Dentro del Parque Nacional de Tulum, además de recorrer las ruinas de la ciudad Maya, se pueden realizar actividades eco turísticas y observación de flora y fauna en un escenario único. Aunque las empresas ofrecen una enorme variedad de excursiones que incluyen visitas a Tulum y Coba, la posibilidad de descubrirla con el propio ritmo y esperar el atardecer en la playa es la mejor alternativa para quienes prefieren no limitarse con los horarios de un tour.
Cómo llegar: Desde Playa del Carmen se puede tomar un bus ADO en la Terminal de Buses. El ticket de cada tramo cuesta $ MEX 60. Otra opción: shuttles que parten de la calle 2 entre 20 y 25 y cuestan $ MEX 30 cada tramo.
La parada más recomendable para bajarse es la primera, en la entrada a las Pirámides de Tulum. Ahí mismo se puede alquilar una bicicleta. Luego de visitar las ruinas del Parque Nacional, se puede bajar a Playa Santa Fe y comenzar a recorrer en dirección a la zona hotelera.
Para pasear por la zona arqueológica son imprescindibles un gorro para el sol, protector solar y agua mineral. La entrada solamente se puede pagar en efectivo y cuesta $ MEX 57 aproximadamente. Todos los días de 8 a 16.30.
Un taxi desde la zona hotelera (playa) hasta la ruta / zona comercial -donde tomar los shuttles de vuelta- cuesta alrededor de $ MEX 40 (son unos U$S 4).
En el club de Playa Paraíso se puede almorzar una botana de frutos de mar, helado de frutas tropicales en su propia cáscara o tomar cócteles y limonadas refrescantes. Reciben tarjetas de crédito y débito. Hay paseos en banana o en jet ski.
Pic nic y tortugas en Akumal
Es uno de los paseos favoritos de los locales en su versión low cost: sin excursiones, sin empresas turísticas ni compañeros de viaje ni almuerzo incluido.
Akumal (que en idioma maya significa “Lugar de Tortugas”) se encuentra a 37 km de Playa del Carmen. Cuenta con múltiples servicios turísticos, hoteles y clubes de playa, pero los visitantes frecuentes locales se llevan la vianda de snacks, cereales y frutas para tirar hasta la tarde.
El plan es simple: alquilar un equipo de snorkel y nadar con tortugas gigantes que se pueden ver sin tener que alejarse de la costa.
Quienes tengan una Go Pro o cámara sumergible, probablemente obtengan las fotos de su vida desde adentro del agua: corales, peces de colores, flora marina, cuevas y uno de los arrecifes más grandes del mundo, convierten a este destino en el ideal para pasar el día en contacto con la naturaleza. Hacia el atardecer, cervezas o helados para descansar antes de regresar al hotel.
Cómo llegar: Desde Playa del Carmen, se puede tomar el mismo shuttle con destino a Tulum y bajar en la parada correspondiente por $ MEX 30 cada tramo. Un taxi cobra $ MEX 150 / U$S 15. Es un viaje de 30 minutos.
El equipo de snorkel con salvavidas se puede alquilar por alrededor de $ MEX 300.
Es recomendable llevar efectivo. No todos los lugares reciben tarjetas.
Más información
Hotel en Playa del Carmen: En temporada baja, suite standard con wi fi gratis en la habitación y desayuno desde U$S 160 + 19% impuestos. En temporada alta, el precio de la misma suite asciende a U$S 180 + impuestos.
Aéreos: Durante este mes, LAN lanzó una promoción a Cancún desde $ 11.519 precio final ida y vuelta, 70.000 km LAN o $ 5.759 + 35.000 km LAN. www.lan.com
Traslados: Desde y hacia el Aeropuerto Internacional de Cancún, el bus ADO hasta la terminal de buses de Playa del Carmen cuesta $ MEX 146 cada tramo (aproximadamente U$S 12). El viaje demora alrededor de una hora.
El ticket se compra dentro del Aeropuerto o en la terminal de Playa del Carmen. Se puede pagar con tarjetas de crédito y débito. También hay taxis compartidos y shuttles, pero el viaje se torna más largo porque paran en todos los hoteles. www.ado.com.mx
Cambio: Es variable en cada empresa, pero se mantiene rondando los $ MEX 13.10 / U$S 1. Los taxis cambian siempre $ MEX 10 / U$S 1.