“Porque vivimos en un mundo material,/ Y yo soy una chica material,/ Tú sabes que vivimos en un mundo material”, entonaba en 1985 Madonna. Su canción “Chica Material” alcanzó un gran éxito al colocarse en el top 5 de Australia, Canadá, Irlanda, Japón y el Reino Unido, además de quedar como tercera en la lista de los Billboard de Estados Unidos. “Unos chicos son románticos,/ Otros bailan lento,/Eso me gusta,/ Pero si ellos no pueden aumentar mis intereses,/ Entonces tengo que dejarlos ir”, continuaba la canción.
¿Por qué Madonna impactó tanto con su tema? Porque decía una verdad incómoda, tal como ella la definió. La cantante se animó a declarar que los regalos sí importan a las damas. Antes de ella fue Marilyn Monroe quien cantó a los diamantes, cuando dijo que son “las mejores amigas de las mujeres”.
Puede sonar mal para los más románticos pero es real. La ciencia develó que el lujo y el glamour repercuten en las actitudes de los varones y las damas. Para comenzar, los hombres que dan regalos caros tienen más probabilidades de procrear. Las chicas que se visten con más glamour llaman la atención de estos caballeros, quienes las terminan por definir como más atractivas, jóvenes, ambiciosas, sexis, menos leales, más maduras e inteligentes que aquellas que no consumen tanto.
Así, las compras se plantean como una suerte de competencia entre las mujeres para conseguir al ‘mejor candidato disponible’. Eso dicen tres expertos de Bélgica y uno de Canadá, quienes llevaron a cabo este estudio. Ellos se llaman Liselot Hiddens de la Universidad Ghent de Bélgica; Charlotte De Backer de la Universidad Antwerp de Bélgica; Maryanne Fisher de la Universidad Santa María de Canadá y Patrick Vyncke de la Universidad de Ghent, Bélgica. Además el estudio fue publicado en la prestigiosa revista científica llamada “Psicología Evolutiva”.
¿Qué prefieren las chicas? Anoten caballeros: las damas se volcaron más por los vestidos que por los smartphones. ¿Y los autos? Fueron cosa de los caballeros. La ciencia continuó el estudio con una segunda parte que convocó a 271 damas de las cuales 146 tenían educación universitaria.
En esta etapa se descubrió que el lujo no sólo aporta glamour a las chicas sino que las muestra como más ambiciosas, sexis y hasta más atractivas e incluso saludables que quienes no consumen. Un detalle: los varones regalan para que las mujeres tengan sexo con ellos y ellas consumen para competir con sus pares y ganarles en las conquistas. Al fin, todo se reduce a un instinto primario: conseguir la mejor pareja para procrear...
Los famosos y sus regalos
En el mundo de la fama es donde más se conocen estos regalos que garantizan a una pareja como glamorosa. Entre ellos estos presentes se dan de las mujeres a los varones y viceversa. Después de todo, dinero les sobra.
Uno de los regalos más conocidos entre los argentinos fue el que le dio Maxi López a Wanda Nara: la lujosa Ferrari 599. Le resultó: la vedette tuvo tres hijos con él: Constantino, Valentino y Benedicto. Ahora espera al cuarto pero de Mauro Icardi. Para ganarle a su antiguo competidor, Icardi le compró una Lamborghini. ¿Qué tal?
Claro que Icardi y López se quedan chiquititos al lado de Richard Burton quien le dio a Elizabeth Taylor una perla, llamada “La Peregrina”, como muestra de su amor. La piedra data de 1570 cuando apareció en aguas del Golfo de Panamá. Perteneció a la realeza y se vendió nada menos que por 3 millones de euros.
Además Liz recibió, de la misma pareja y en 1972, el diamante más caro y famoso del mundo que tiene una forma de pera y nada menos que 69,42 kilates. La piedra fue encontrada en Sudáfrica. En su momento el actor pagó a Cartier un millón de euros y luego ella lo vendió en 5 millones de euros.
¿Envidia? Nada de eso. Hay que ir más lejos aún y se puede gracias a Mike Tyson, quien se enamoró tanto de su amada Robin Givens que no dudó en gastarse dos millones de dólares sólo en la bañadera de su casa. En este caso lo que brilló no fue oro... El campeón de los Pesos Pesados ganó en su carrera nada menos que 400 millones de dólares. ¿Se imaginan? ¡Y se los gastó todos!
Seguimos con los románticos. Éste fue el caso de Justin Bieber y Selena Gómez. No se trató de un objeto sino de un momento. El cantante pagó medio millón para que le cerraran el estadio Staples Center de Los Ángeles donde brindó una noche de amor a su pareja.
Muy romántico, muy romántico, pero la pareja terminó separada. Igual que la de Tom Cruise y Katie Holmes. Se dice que este par se “destruyó” por culpa de la ‘Cienciología’. Ahora las revistas de chimentos más sensacionalistas aclaran que Tom es en realidad gay. Vaya uno a saber... Lo cierto es que el galán gastó 20 millones de dólares en un jet para Katie.
Una de las chicas más beneficiadas es Jennifer López. Primero Ben Affleck le dio un anillo de topacios y diamantes valuado en 350 mil dólares, además de una fiesta sorpresa. A esto se le sumó un inodoro con incrustaciones de diamantes de 100 mil euros. Luego Marc Anthony le obsequió unas sandalias laqueadas de diamantes y para rematar Casper Smart le regaló una camioneta Dodge Ram que hizo construir especialmente para ella. ¿Qué tiene esta chica?
Victoria Beckham es otra afortunada en el amor y en el trabajo. En una oportunidad ella recibió un paquete-bolso de la marca Silver Himalayan hecho con piel de cocodrilo blanco y adornado con profusión de diamantes de tres quilates que está valuado en 100 mil euros.
¿Y por la realeza cómo andamos? Más o menos hay que decir. Por ejemplo, hace poco Guillermo le dio a su esposa, Kate Middleton, un reloj Cartier con incrustaciones de zafiros como regalo de su tercer aniversario de casados. El costo fue de 4 mil euros.
Terminamos este recuento con una hermosa historia de amor. Porque el lujo y el glamour pueden serlo todo para muchos pero son nada para otros. La princesa persa Mumtaz Mahal abandonó al emperador Shah Vahan en el parto de su hijo número 14. Roto por el dolor de semejante partida el viudo le construyó un mausoleo para que todos pudieran venerar a su amor. El palacio fue hecho en 1632 con mármol blanco y es una de las Maravillas del Mundo. ¿El precio? Imposible de calcular.