El 26 de enero de 2015, el Servicio de Auditoría Médica de la DGE (Salud Laboral) dictaminó licencia por art. 40 (enfermedad) sin causales invocadas e interrupción de la validez del certificado de aptitud psicofísica (caducidad: abril de 2016). La licencia fue firmada por una médico psiquiatra y duró casi seis mes; en licencia psiquiátrica fue imposible acceder al movimiento de traslados y ascensos jerárquicos.
Licencia e inhibición del certificado de aptitud fueron impuestas sin consentimiento. Los profesionales de la salud tramitaron con carácter de urgente los turnos para la nueva evaluación psicofísica, dicho examen tardó cinco meses, dando por resultado: apto docente, apto maestro secretario, no apto jerárquico y, provisorio por tres meses a partir de la fecha de entrega, condicionado a traslado.
El día 26 de enero, la profesional psiquiatra comunica oralmente lo siguiente: “Usted no volverá a su trabajo, a partir de este momento está en licencia, su certificado de aptitud no tiene validez y hay un informe de mal desempeño laboral emitido por sus autoridades inmediatas superiores”.
En este contexto, quien suscribe, docente desde hace veintiséis años, sigue desempeñando su labor educativa; por supuesto, las condiciones laborales son sumamente hostiles, ya que ha sido expuesta públicamente en su ambiente de trabajo dudando sobre su condición mental y laboral.
¿Cuál es la tarea de SEAM? ¿Las personas que realizan este tipo de procedimientos administrativos preservan y garantizan los derechos a la salud y al trabajo? ¿No será que la intención real es desalentar la tarea realizada por todos aquellos que creen que otro mundo es posible, aquellos que tienen el coraje de pensar en voz alta?
Hoy, entrando en el siglo XXI, ya no es posible seguir pensando en aplicar estructuras de control creadas en el siglo XIX para la sociedad del siglo XX.
La humanidad, el pluralismo y la democracia nos llevan hacia una nueva forma de pensamiento ecologista, a partir del cual todos constituimos el mismo organismo, lo que le suceda a una parte afectará a la totalidad en su conjunto... Todos educamos.
Las acciones anteriormente descriptas evidencian un sistema educativo (en apariencias abierto e integrado) en el que coexisten medidas autoritarias y discriminadoras, mediante las cuales es necesario seguir teniendo todo bajo control.
Hay quienes optamos por educar en las diferencias, promoviendo un entrenamiento de apertura y flexibilidad mental necesarias para vivir en un mundo donde todos y cada uno de nosotros somos distintos, donde las imposiciones ya no tienen lugar. Estamos construyendo una conciencia ambiental que se manifiesta en el buen trato, la empatía y el aprecio por todos los seres que nos rodean.
Adriana Felisa García - DNI 17.745.161.
Vicedirectora - Escuela 1-129 “Combate de Potrerillos” - Uspallata
