Yapeyú: el barrio donde vivió el recordado músico Manuel “Nolo” Tejón

Los primeros pobladores del lugar se establecieron al principio de la década del ’30, pero el conglomerado tal como lo conocemos ahora data del bienio 1949-1950.

Yapeyú: el barrio donde vivió el recordado músico Manuel “Nolo” Tejón

Al final de la avenida San Martín, en Las Heras, está el distrito El Resguardo, y dentro de esta jurisdicción el barrio Yapeyú, que tiene aproximadamente unas 200 casas.

Es el noroeste del departamento y los conglomerados habitados más cercanos son los barrios Mathieu y Estación Espejo, conocido este último también como "Los 5.000 lotes".

Es una zona donde la urbanización no presenta su mejor expresión; con casas de humilde construcción, otras mejoradas, y muchos baldíos en todo el perímetro barrial.

Muy cerca pasa la ruta provincial 52, que conduce a Villavicencio y que además comunicaba con las cementeras Corcemar y Minetti.

Una de las bondades del Yapeyú  es que posee una especie de centro cívico en una manzana, que contiene al Gimnasio Municipal N° 2, la escuela primaria N° 1-327 Elvira Rawson de Dellepiane (la ex escuela de Capdeville) y un Cens nocturno.

También se ubican allí la sede de la unión vecinal, un centro de apoyo educativo, Garabato, y el jardín maternal Piquillín, cuya directora es Marina Tejón, la hija del autor, compositor y cantor folclórico Manuel "Nolo", quien falleció el primer día de este año.

Precisamente el guitarrista, autor, compositor y cantor, era uno de los personajes de la barriada visitada. Había nacido en Guaymallén, creció en la capital, cerca de la ex Quinta Agronómica, donde comenzó su diálogo íntimo con la naturaleza, como mencionó la periodista Mariana Guzzante en la despedida del artista que hizo Los Andes el 2 de enero. Al promediar los '70 el intérprete recaló en el suelo lasherino.

Varias personas hablaron sobre el artista y su mujer, Magda De Merolis, también muy recordada y fallecida en 2005.

Stella Maris Rodríguez, periodista y presidenta de la Asociación Solidaria para la Inserción Laboral del Discapacitado (Aspild), conoció el hogar de la pareja.

"Recuerdo cuando empezaron a construir;  pasaban “Nolo” y Magda en bici y también las niñas con sus cabellos bien enrulados, una familia humilde en su manera de vivir, pero muy feliz, siempre juntos para todos lados. Mi papá decía: 'Quién diría que esa pareja que se mueve tan sencillamente y pasa desapercibida, son unos maestros compositores y músicos, reconocidos acá y afuera".

Por testimonios recibidos, los Tejón-De Merolis se establecieron en la zona en enero de 1976, 2 meses antes del golpe de Estado de marzo de ese año. Los comienzos en el lugar fueron difíciles, al punto que la primera vivienda fue una carpa. Posteriormente, y con ayuda de los vecinos, Manuel comenzó a levantar la vivienda.

Durante la dictadura, el compositor y su compañera tuvieron escasas posibilidades de actuar y el jefe del hogar tuvo que desarrollar múltiples tareas, asumiendo entre otros oficios, los de taxista y apicultor (instalando varias colmenas).


De las 2 hijas de la pareja, Cecilia y Marina, esta última, la menor, sigue viviendo en el mismo lugar y es la directora del jardín maternal Piquillín. 
Otra persona que habló con mucha emoción del ilustre músico, que también tuvo talento como pintor, fue Bernarda "Pocha" Torres (60).

"Yo pude apreciar cómo pintaba el maestro Tejón... a veces, cuando era chica, me mandaban a hacer los mandados, pero me retrasaba apreciando como dibujaba y pintaba el paisaje".

La facilidad por el dibujo y la pintura estaban presentes en el creador de muchas piezas musicales, como "Río que va lejos" o "Cueca de los regadores", y tal vez esas particularidades pasaron a uno de sus sobrinos, el gran y universal caricaturista Joaquín Lavado, Quino. Su otro sobrino conocido es el maestro de Derecho Penal, Roberto Lavado.

La escuela secundaria N° 4-216, del barrio Mathieu, no muy lejos del hogar de los intérpretes fue bautizada Manuel "Nolo" Tejón y Magda De Merolis.


Larga residencia 
Un afincamiento extenso en esta parte de Las Heras tiene Magdalena Rodríguez (62), presidente de la unión vecinal y delegada municipal de El Resguardo. La dirigente y su hija, Marcela Gómez (43), repasaron un poco la historia y el pasado de esas tierras.

"En los comienzos hay que relacionar los primeros asentamientos de familias a la instalación en las inmediaciones de las 2 grandes cementeras, Corcemar y Minetti", refirieron madre e hija.

Se referían a que la Corporación Cementera Argentina, que se instaló entre 1933 y 1936, y la Compañía Sud Americana de Cemento, que era Minetti, que abrió fábrica en 1935, tenían operarios que por la necesidad de estar cerca de sus empleos, se instalaron por las inmediaciones, en lo que ahora es Yapeyú.

Después, y como pasa siempre, los oficios de los residentes fueron variados, entre changarines, municipales, empleados del Gobierno y comerciantes.

Un morador antiguo es Luis Torres, de probables 89 años, porque una hermana sanjuanina sostiene que aun es mayor, contó sobre los loteos más modernos, cuando el lugar se integra como una unidad.

Este hombre, que en su vida activa fue operario de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), relató que el surgimiento del barrio como lo conocemos ahora data de 1949-1950.

"Aquí tuvieron mucho que ver el ingeniero Ricardo Triefenbach y Hermenegildo Miranda (el papá del actual intendente Rubén Miranda)", evocó el antiguo motoniveladorista de la DNV, quien a principios de los años '40 supo abrir a pico y pala el camino que luego fue la ruta 7, en las cercanías de Las Cuevas.

Un número de casas, tal vez 30, fueron construidas por la empresa Antonacci y Farrás, a través de la subcontratista Primo Galassi. El resto de los domicilios los levantaron los propios compradores de los lotes. Uno de los dueños primigenios de los terrenos fue Enrique Lavarriere y también hay que nombrar a la familia Mathieu.

Se le preguntó al memorioso trabajador vial por qué hay tantos baldíos en la zona, y don Torres dijo que en un primer momento se habló de lotes de 700 metros, pero al final la entrega fue de espacios de 350 metros.

Los servicios básicos llegaron con el transcurrir del tiempo. En la gobernación de Ernesto Arturo Ueltschi (1958-1961), se obtuvo la  luz, y pasó bastante hasta que se consiguió el agua potable, cuando estaba al frente de la unión vecinal Jorge Laprida, hace 25 años.

Los nombres para el recuerdo 
No pocos veteranos del barrio dijeron que era justicia recordar a pioneros del lugar, colocando un monolito con sus nombres, en la esquina de Bailén y Arnulphi.

En la lista deberían estar Ricardo Triefenbach, Hermenegildo Miranda, Pedro Celestino Pérez, Luis Torres, Angel Coria, Narciso Coria, Argentino Poblete, Marcial Navarro, Jorge Laprida (primer titular de la vecinal), Julio Gorigoytía y Armando Lubrano.

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