“Un evento memorable que invita a participar en los años venideros. Él del 2016 promete ser aún mejor”, así desde la página oficial de la Flota argentina de la clase J/24 se realizaba una síntesis de lo vivido hace una semana en Potrerillos.
El Campeonato el Oeste de la República, en su primera edición, cumplió con dos objetivos muy importantes más allá de lo estrictamente deportivo: el primero fue demostrar la capacidad organizativa y el otro sembrar las bases para afirmarse como sede de la flamante “Triple Corona”.
Fueron 30 personas las involucradas en los preparativos de las regatas para los veleros de 7,32 m de eslora (largo). Ellos generaron en el dique precordillerano las condiciones apropiadas para el desarrollo de este torneo: realizaron trabajos de logística y de coordinación con las tripulaciones que arribaron Mendoza provenientes de Salta, Córdoba y Buenos Aires.
Además del acondicionamiento del embarcadero (zona en la que reposaron los barcos tras cada una de las cuatro jornadas del certamen) y del desplazamiento de arena para armar las rampas para botar a los barcos visitantes. Igualmente montaron un amplio operativo de seguridad (rescate) y de asistencia para los competidores.
Nada había quedado librado al azar en la cancha de regata (de una milla náutica), esto se transformó en comentarios y felicitaciones de los huéspedes y también de las autoridades nacionales de la clase.
El bautismo de fuego
Fueron 68 navegantes los que realizarán sus maniobras en simultáneo otorgándole una gran espectacularidad a cada una de las nueve regatas disputadas en el recorrido barlo-sota. El lago presentó vientos firmes (de 15 y 25 nudos) casi sin olas, soplando con un rumbo Sudeste con borneos suaves gobernados por la orografía que circunda el lago.
Sin regalar nada en el agua las 17 tripulaciones fueron fogoneando el nivel del torneo, mientras que los cuartetos liderados por Ezequiel Despontín (Índigo), Nicolás Cubría (Rina), Sebastián Halpern (Morrucho) y Javier Moyano (Gran Carajo) le otorgaron un plus de misterio a la conformación del podio. Como dijo un participante... “en el medio de la nada, no faltó nada”.
Seguramente habrá revancha, en marzo, en el Campeonato del Centro de la República (Córdoba). Pero el saldo de lo ocurrido en Mendoza, en este torneo organizado por el Yacht Club Mendoza y auspiciado por MÁS Deportes y el Ministerio de Deportes, obliga a una nueva responsabilidad: hacer de Potrerillos una plaza sólida para los J/24.