Casi 1.500 personajes de relevancia pública en Gran Bretaña han sido identificados como sospechosos por los detectives que investigan un aluvión de casos de abusos de menores cometidos en el pasado con toda impunidad.
La cifra de 1.433 figuras de la industria del entretenimiento y el deporte, miembros de la clase política o responsables de instituciones teóricamente al cuidado de los pequeños “no es más que una instantánea del momento presente, porque el número de implicados sigue aumentando día a día”, han reconocido los responsables de Scotland Yard.
En uno de los capítulos más negros de la historia reciente del país, un nutrido ramillete de rostros conocidos se ampararon en su fama o posición de poder para abusar de menores vulnerables.
Los datos difundidos por el portavoz de la Operación Hydrant, el grupo policial creado para explorar las posibles conexiones entre todos los casos, señalan como sospechosos entre otros a 135 profesionales de la televisión, el cine y la radio, 43 de la industria musical, 76 políticos y 7 deportistas, aunque sin especificar sus nombres.
“Sin duda, el caso de Jimmy Saville ha tenido su efecto”, reconocía el director de la Operación Hydrant, Simon Bailey, sobre la espoleta que supuso hace 4 años la salida a la luz de la verdadera personalidad del legendario presentador de la BBC, un depredador sexual en serie que había sido enterrado en 2011 con todos los honores de una estrella.
Desde entonces, una cascada de presuntas víctimas de Saville y de otros personajes notorios ha venido aflorando con sus testimonios, y ya se ha traducido en sendas penas de cárcel para el conductor televisivo Rolf Harris y el gurú de las relaciones públicas Max Clifford.
La Operación Hydrant responde a la necesidad de coordinar un sinfín de investigaciones abiertas en años recientes por toda la geografía británica, desde la Operación Pallial, que investiga los abusos en orfanatos y escuelas de Gales e Inglaterra, hasta la Operación Yewtree, centrada en una red de celebridades del mundo del espectáculo.
Uno de los principales focos de la policía está en los al menos 666 centros públicos o religiosos, como colegios u orfanatos, donde se sucedieron los abusos de niños y niñas a lo largo de las últimas décadas. En una escuela de Rochdale se sospecha que el diputado sir Cyril Smith, fallecido en 2010, fue uno de los perpetradores.
Bailey calculó que a finales de año su equipo habrá recibido unos 116.000 informes sobre casos históricos de abusos, lo que supone un aumento del 71% respecto al año 2012. De la extensa nómina de sospechosos, 216 personas ya han muerto.
Fuente: El País