Ya hay 7 empresas locales que pidieron ser declaradas en crisis

Son 3 del sector metalúrgico, una de limpieza, 2 agencias de publicidad y una clínica privada las que hicieron la presentación a Trabajo. Plantean suspender personal y bajar 20% los salarios.

Ya hay 7 empresas locales que pidieron ser declaradas en crisis
Ya hay 7 empresas locales que pidieron ser declaradas en crisis

Al pedido reciente de Impsa, en  la última semana se sumaron al menos 6 empresas de distintos rubros que, en virtud del riesgo de despidos, pretenden se les aplique el procedimiento de la legislación laboral para Empresas en Crisis, una figura que abre la puerta a la asistencia financiera para sostener puestos y eventualmente buscar salidas negociadas con los sindicatos, para lo cual la semana que viene la Subsecretaría de Trabajo debe definir un cronograma de audiencias de conciliación.

Mientras el lunes debe activarse la primera reunión de ese tipo en torno a la situación de Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA, hay otras 2 firmas del sector metalúrgico siguiéndole los pasos a la multinacional mendocina.

Y, en la misma línea, una clínica privada, 2 agencias de publicidad y una prestadora de servicios de limpieza hicieron su presentación formal ante Trabajo.

En conjunto, ponen sobre la mesa el futuro de alrededor de 100 empleos. Por una parte, blanquearon ante la autoridad laboral su intención de recurrir a suspensiones para mantenerse en actividad y, por otra, decidieron reducir hasta 20% los salarios, por un plazo a consensuar con el sindicato.

Los representantes legales de cada firma terminan de reunirse y presentar ante la Subsecretaría toda la documentación requerida para respaldar una declaración de crisis, como convenios colectivos, balances financieros e historial de medidas adoptadas en situaciones similares.

Con ella, la semana próxima empezarán a fijarse el cronograma de citación a las partes involucradas en cada caso para darle luz verde a las negociaciones.

“Debe acreditarse una verdadera falencia económica o financiera, pero no es el único causal. También se puede contemplar razones tecnológicas o de fuerza mayor, como siniestros que provoquen pérdidas serias.

Pero los planteos no revisten tanta gravedad todavía, teniendo en cuenta que quien hace una presentación de crisis está buscando una solución, e interiorizarse en los distintos programas asegurados como el de Sostenimiento de Empleo y Recuperación Productiva. Sabemos que nadie quiere trabajadores en la calle”, advirtió Osvaldo Marín, responsable de Relaciones Laborales de la Subsecretaría de Trabajo.


Condiciones y efecto contagio
Técnicamente, se trata del segundo paso a dar por las empresas demandantes, que vienen de adelantar licencias anuales a sus trabajadores, eliminar extras y recortar carga horaria semanal.

Al mismo tiempo, el funcionario admitió que las consultas previas a la declaración de crisis son permanentes. “Pero a un ritmo normal dada la situación, muy lejos de un nivel tan terrible como por ejemplo fue el de 2001”, consignó Marín.

A la espera de la reunión del lunes 1 que los sentará junto a representantes de Impsa y de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) para discutir la forma de sostener unos 200 puestos de trabajo en riesgo, desde Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos) asumen que hay alrededor de 90 pequeñas empresas complicadas.

Según su presidente, Julio Totero, “aunque la crisis puede tener una rápida salida si el Gobierno la maneja con pericia, el panorama lo venimos pintándolo desde hace tiempo, cuando empezaron a bajar los niveles de inversión. Es un proceso lógico”.

Respecto al impacto del caso Impsa, Totero remarcó que “teniendo en cuenta el efecto que puede generar la situación de la compañía sobre terceros, solicitamos que la misma solución o acuerdo que se logre con esa firma se traslade a las pymes involucradas, muchas de ellas Impsa-dependientes durante años”.

Más de 100 pequeñas bodegas en problemas

Al menos hasta el viernes, en la Subsecretaría de Trabajo descartaban presentaciones del sector vitivinícola. Pero desde el segmento de las pequeñas bodegas reconocen que cerca de 2 de cada 10 bodegas son las que más posiblemente lo hagan tarde o temprano.

“En 2013 se advertía que si las condiciones de competitividad seguían complicadas las bodegas más chicas podían empezar a desaparecer. Si hoy las grandes tienen problemas para trabajar, las de menor tamaño los sienten 10 veces más, sobre todo por el costo de insumos secos, servicios y salarios”, consideró Juan Pablo Marchena, coordinador de la Comisión de Pequeñas Bodegas de Bodegas de Argentina, que agrupa establecimientos con una capacidad de entre 50 mil y 500 mil litros.

De unas 900 bodegas habilitadas en el país, más del 15% (unas 135) tienen ese perfil. A criterio de Marchena “la gran mayoría” está al límite de su capacidad financiera para mantenerse a flote “al punto que algunas directamente no elaboraron en vendimia, restringieron compra de uva y en última instancia suspendieron personal”.

“Muchas vienen trabajando medio día, forzadas por la caída del mercado de vino a granel y porque para exportar a U$S 30 la caja ya no les cierran los números”, añadió el empresario, para quien cualquier gestión que signifique apertura comercial, subsidios o mayor financiación servirá para auxiliarlas.

La industria lleva doce meses seguidos de caída

La recesión volvió a golpear el mes pasado a la industria. Con esa baja, la producción industrial acumula 12 meses de caídas interanuales, de acuerdo a los datos del Estimador Mensual Industrial (EMI) del Indec difundidos ayer.

En tanto, las perspectivas no lucen favorables. Es que hacia adelante, las expectativas de los industriales siguen siendo adversas porque son más las empresas que prevén que la demanda seguirá cayendo que las que estiman que podrá aumentar.

También son más las empresas que calculan que tendrán una baja en el uso de la capacidad instalada. Y son más los empleadores que piensan achicar las dotaciones de personal que los que esperan tomar gente.

Mientras tanto, también en la construcción el Indec registró una caída de la actividad en julio del 2% con relación a igual mes de 2013 y un descenso del 2,3% en los primeros 7 meses de este año.

Así los números del Indec de dos sectores productores de bienes claves marcan que la recesión no da tregua. Aún así, las mediciones privadas registran caídas superiores.

Por ejemplo, para FIEL la industria acumula una caída del 4.2% en los primeros 7 meses de 2014 respecto a igual período del año anterior.

Las estadísticas oficiales dicen que en julio la industria manufacturera produjo un 1% menos que en igual mes de 2013. Y que en los primeros siete meses de 2014 la baja fue del 2,9%.

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