Santiago. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó ayer el decreto por el que convoca para el 26 de abril el plebiscito en el que se decidirá si se redacta una nueva Constitución y cómo se hace, principal demanda de los manifestantes que salieron a las calles en octubre.
"Tal como lo hemos dicho y hecho durante los últimos 30 años, nuevamente con un lápiz y con un papel los ciudadanos podremos expresar nuestra opinión y definir los caminos que recorrerá nuestro país", valoró Piñera durante el acto de la firma, celebrado en el Palacio de La Moneda.
Piñera destacó la importancia de que los chilenos participen en el plebiscito, "no solamente votando sino expresando opiniones", conforme a "los principios y las virtudes de la paz, el respeto y el diálogo".
En el caso de los partidos políticos y las organizaciones sociales -promotoras de las protestas contra el Gobierno- se las ha emplazado a "cuidar, la paz, la democracia y el Estado de Derecho".
Interrogado sobre qué votará él, el jefe de Estado ha rehusado contestar. "Yo voto por Chile", sentenció. "La Constitución tiene que ser el gran marco de unidad y de estabilidad para nuestra sociedad", añadió.
Piñera formalizó así la decisión adoptada el pasado 15 de noviembre por el Congreso de celebrar un plebiscito para que los chilenos decidan si se aprueba o rechaza la propuesta de redactar una nueva Constitución.
Si gana la opción de avanzar hacia una nueva Carta Magna, los chilenos tendrán que decidir en el mismo plebiscito entre una asamblea constituyente compuesta por ciudadanos elegidos para ello y una instancia que incluya la participación de al menos el 50 por ciento de congresistas y la otra mitad con miembros elegidos para ese fin.
Las protestas en Chile estallaron el 17 de octubre contra la cuarta subida del precio del metro en pocos meses y crecieron rápidamente hasta denunciar la desigualdad social y plantear la necesidad de elaborar una nueva Constitución.