Tras casi nueve meses de consagrarse campeón, Vasily Kamotsky perdió su primera batalla de bofetadas durante un torneo celebrado esta semana en Rusia, su tierra natal. El vencedor fue su compatriota Vyacheslav Zezulya.
La modalidad fue similar a la de siempre. Dos hombres se enfrentan con una mesa de por medio y las bofetadas se dan por turnos, primero uno y luego el otro, hasta que uno de los dos termina abandonando, o bien un médico decide finalizar la pelea, como en el boxeo.
Kamotsky hizo los honores y comenzó con un fuerte derechazo al rostro que movió a su rival, pero no fue lo suficientemente fuerte como para vencerlo. La venganza de Zezulya fue letal, el derechazo del pelado dejó al campeón tambaleando y sosteniéndose con la ayuda de un asistente.
"Me dio un buen golpe, me gustó. Creo que podría haber seguido, pero me sacaron de allí. Y yo sólo le pegué con un 25% de mi potencia...", reconoció Kamotsky tras el combate.
Zezulya, además del orgullo de ganar al vigente campeón, se embolsó un premio de 200.000 rublos (unos 2.800 euros).