Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
Así como se asfaltan calles, se limpian acequias, se inauguran barrios, el deporte en general se pone contento cuando hay un año de elecciones, y la verdad que los dirigentes sueñan con que se repitan más seguido.
Es que el deporte suele ser un arma muy importante para conseguir votos y los principales partidos y referentes comienzan a acordarse de todo tipo de actividad física.
En esos momentos no sólo se piensa en las grandes instituciones, las que siempre cuentan con apoyo oficial, sino que se hace hincapié en el deporte social.
Así, por ejemplo, algunos candidatos se acuerdan que en sus departamentos hay clubes barriales que tienen mucha inserción en la comunidad y desembarcan para hacer obras y mucho lobby.
Otros, van a entregar elementos como pelotas o botines a uniones barriales que habitualmente están en el olvido y sobreviven gracias al esfuerzo de los padres de los chicos que sueñan con ser cracks.
También comienzan a aparecer subvenciones a deportistas que hace rato que la vienen peleando, y por arte de magia sus viejos buenos resultados son finalmente reconocidos por las autoridades de turno.
Todo sirve para tratar de salir en los medios y mostrar que se están haciendo cosas. El discurso siempre es el mismo: “El deporte sirve para que nuestra juventud salga de las calles y pueda tener una vida sana”.
También comienzan a pulular competencias que para muchos son desconocidas en otras épocas, todas con la característica de ser ampliamente aceptadas por la sociedad y servir como vidriera. Las maratones en los diferentes departamentos son un claro ejemplo de lo que digo.
También pasa a ser el momento de crear canchas, centros deportivos, se mejoran instalaciones. Todo está en movimiento, se crece y se respira un clima de prosperidad.
Otro logro que dejará este año electoral para el deporte de Mendoza será la concreción del estadio cubierto, el que se está terminando en el predio del estadio Malvinas Argentinas.
Algunos conocedores del tema dicen que esta obra se está realizando porque se vencían los plazos del subsidio y de no concretarse había que devolver el dinero. La verdad es que, por una cosa o por otra, la provincia tendrá finalmente una obra largamente soñada; los mendocinos tendremos una obra que necesitábamos.
Como también los chicos de todas las instituciones deportivas necesitan que se los tenga en cuenta a lo largo del año.
Mientras esto ocurre, a nivel nacional los referentes se pegan a las grandes figuras y hay denuncias cruzadas sobre corrupción.
Esta semana se conoció que ha habido irregularidades en el manejo de los fondos de Fútbol para Todos, lo que surgió de un informe de la Auditoría General de la Nación, en el que se habla de gastos sin respaldos por una cifra cercana a los 180 millones de pesos.
Hay versiones que aseguran que esa es una caja que nadie quiere perder, y hasta se mencionó que Máximo Kirchner quiere manejar el tema más allá de cómo salgan las elecciones.
Otro tema que viene levantando mucha polvareda es la decisión de reflotar la Ley del Deporte, de lo que hablamos la semana pasada, con la cual se pretende crear un ente autárquico para que maneje los destinos del deporte, sacando así del ámbito público la decisión de las políticas a seguir y, obviamente, el manejo de los fondos que se puedan generar.
Recordemos que hay una ley que establece que el 1% de lo que facturan las compañías de celulares sirve para solventar becas a deportistas con futuro olímpico.
Por ahora, cada cual atiende su juego en las urnas y todos en el deporte se pelean por conseguir una tajada de lo que se reparte para que los votos viajen hacia un lado u otro.
El deporte, agradecido, sigue pidiendo que todos los años hayan elecciones.
