Durante toda su permanencia en Europa San Martín, lejos de retirarse a un rincón lejano de toda sociedad, como muchas veces había expresado en tono melancólico a sus amigos, tuvo una vida social muy activa y realizó numerosos viajes.
Desde su llegada a Europa en 1824 sufrió las incomodidades permanentes de la vigilancia de sus movimientos. Esta "persecución" consistía en la apertura y confiscación de cartas y papeles privados por parte de los servicios de inteligencia de las potencias europeas, como también de los propios agentes del servicio exterior de diferentes países latinoamericanos que redactaban informes sobre sus actividades y vinculaciones.
Este acoso molestaba al Libertador sobremanera.
La vigilancia que observaba el gobierno español sobre la estancia y movimientos de San Martín en Bélgica tuvo unos momentos de incertidumbre ante la "desaparición" de los lugares que solía frecuentar.
Seguramente, el Libertador (consciente de esa vigilancia) se divirtiera dando falsas pistas sobre su destino, involucrando a su hermano Justo en la tarea de despistar a los españoles. Tres documentos de los Archivos Españoles grafican lo antedicho:
"… el General San Martín se ha desaparecido de Bruselas y su hermano hace correr la voz de que ha ido a viajar por Alemania. La estación actual no hace creíble semejante fábula y se sospecha haya ido a América. Bruselas. 10 Ene. 1828". (Del ministro plenipotenciario en los Países Bajos Joaquín de Anduaga, al secretario interino de Estado en Madrid).
"Don Justo San Martín me ha dicho que su hermano había ido a viajar a Italia, y que la causa de su partida de este País era la de haber venido a Londres, diputados del Perú a pedirle fuera a ponerse a la cabeza de aquella República, y que él había querido evitar el avistarse con ellos. No sé que fé pueda dar a esta versión, pero me ha parecido deber elevarla a VE. Bruselas. 31 Ene. 1828". (Del ministro plenipotenciario en los Países Bajos, Joaquín de Anduaga a Manuel González Salmón, secretario de Estado).
"Exmo Señor: El Rey N.S. queda enterado de que el General San Martín ha desaparecido de Bruselas, y demás que contiene el oficio de VE. Madrid. 14 Feb. 1828". (Del secretario de Guerra, marqués de Zambrano, al secretario de Estado).
Seguramente, querido lector, Ud. se preguntará: ¿dónde estaba San Martín? A continuación, la respuesta.
Tras los pasos del General San Martín
Pacífico Otero, en su obra, estudió los distintos viajes que realizó San Martín en 1828, entre ellos la gira que hizo por Francia, mientras los diplomáticos y espías españoles en Bruselas se preguntaban dónde estaba…
La respuesta la dan los documentos burocráticos franceses: El 2 de enero de 1828 el alcalde de Lille escribía al director consejero de Estado:
"Tengo el honor de transmitirle el pasaporte del Señor José de San Martín, el propietario, edad de 47 años, viniendo de Amberes y haciéndose a Marsella para embarcarse allí. Le libré un paso provisional para este destino."
La noticia movilizó al ministro del Interior, quien inmediatamente escribió al prefecto de policía: "Don José de San Martín, viniendo de Amberes recibió el 2 de este mes en Lille un paso provisional para Marsella. Este americano dio en Chile la primera señal de la insurrección contra España y se apoderó más tarde de Lima a la cabeza de un ejército republicano, pero desde el año 1822 no participó en los acontecimientos políticos. Usted querrá exactamente hacerlo vigilar durante el tiempo que podrá pasar en París antes de continuar su camino, y usted me informará sobre sus pasos y sus relaciones que tengan lugar."
También el ministro escribió a su par de Relaciones Exteriores declarando que el pasaporte dado a San Martín en Londres no le otorgaba ninguna calidad o título, pero que su impresión personal era que "es completamente extranjero para los asuntos públicos. Llega actualmente de Amberes. El rol que este americano jugó en la revolución de Chile y de Perú me compromete en dar a Su Excelencia conocimiento de su viaje actual".
El ministro del Interior aprobó el pase y a su vez se dirigió al prefecto del Ródano en estos términos:
"Le envío el pasaporte de José de San Martín que acaba de obtener en Lille un paso provisional para Marsella. Este americano, nacido las Misiones de Paraguay, dio la señal de la insurrección contra España; luego se apoderó de Lima a la cabeza de un ejército republicano y desde el 1822 no participó en asuntos públicos. Usted querrá rodearlo de una vigilancia atenta y secreta durante el tiempo que pasará en su departamento que comunicará las observaciones a las cuales sus pasos y sus relaciones darán lugar y a informarme sobre la dirección que tomará dejando Marsella, donde tendría la intención de embarcarse".
El conde de Villeneuve era el prefecto de Marsella; el 22 de enero dirigió a las autoridades el siguiente oficio: "Tengo el honor de informar V E, que don José de San Martin, … acaba de llegar a esta ciudad; pero no tiene la intención de ninguna manera de embarcarse. Su intención es al contrario, después de haber hecho un mes de estancia, durante el cual cuenta con ir a visitar Toulon, es la de regresar a Bruselas, donde fijó su residencia, por Nimes, Montpellier, Toulouse, Burdeos y Tours, donde se detendrá cerca de quince días. Él desearía conocer si el Estado podría hacerle librar el visado necesario para seguir el camino indicado".
La respuesta no se hizo esperar: "Le autorizo a librar el visado que él considere conveniente de reclamar; usted querrá informarme muy solamente y de antemano si es posible, del día de su salida y del itinerario que anunciará tener la intención de seguir".
La policía de París fue puesta sobre aviso (alta preocupación demostraba el ministro sobre los pasos de San Martín). El 4 de febrero el jefe de policía escribió: "Infructuosamente ha sido buscado en París hasta este día y se cree allí que no fue allá. Hago continuar las búsquedas y si se entera de la llegada de este extranjero en la capital, tendré el honor de informar Su Excelencia".
Obviamente, no podían encontrar a San Martín en París por la sencilla razón que se hallaba en Toulon y además el 15 el Conde Villeneuve escribía un oficio informando que:
"Así como VE me lo prescribió, tengo el honor de informarle que José de San Martín, antiguo jefe de los ejércitos insurrectos del Río de Plata, Chile y de Perú, acaba de obtener un visado de pasaporte para París, pasando por Nimes, Tolouse, Burdeos y Tours. Este extranjero cuya conducta en esta ciudad fue muy circunspecta, se propone salir de Francia y Europa en el mes de agosto en un próximo embarque para regresar al Perú, dónde tiene, dice, propiedades considerables que exigen imperiosamente su presencia. Debe dejar esta ciudad, lo más tarde dentro de dos o tres días."
Evidentemente el prefecto de Marsella o algún subalterno entrevistó a San Martín cuando éste solicitó su pasaporte a París. Ya en febrero del año 28 pensaba en volver a América utilizando el mismo pretexto de 1811, "sus propiedades en Perú".
De las comunicaciones prolijas del conde de Villeneuve podemos establecer que la estancia de San Martín en Marsella y su visita a Toulon fue desde el 22 de enero hasta el 17 o 18 de febrero.
(*) Autores del libro: “San Martín más allá del bronce”